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PRESENTACION DE MARIA

PRESENTACION DE MARIA

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La presentación de Marí­a es fiesta de menos alcance bí­blico, pero no de menor raigambre en la tradición eclesial.

Se celebra ese recuerdo el 21 de Noviembre, efemérides que parece existir ya en el siglo VII en Oriente y en Occidente desde el XI. Responde a la narración del Apócrifo del siglo IV llamado «Protoevangelio de Santiago» y se carece de toda referencia evangélica.

La existencia de ví­rgenes donadas o consagradas en el Templo de Jerusalén, entre las que la tradición coloca a Marí­a, no consta documentalmente en ningún documento antiguo. Pero no es difí­cil que existieran, como sí­ consta documentalmente que se daban en otros templos paganos contemporáneos, tanto griegos y romanos (pitonisas, vestales) como orientales. La idea de que Marí­a fuera ofrecida precozmente por Joaquí­n y Ana (nombre también de los Apócrifos) y estuviera en el Templo hasta ser rescatada para el matrimonio con José acompaña a esta tradición.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

La presentación de Marí­a se celebra el 21 de noviembre, recordando la dedicación de la Iglesia de Santa Marí­a la Nueva (21 de noviembre del año 543), construida junto al templo de Jerusalén y cerca de otra Iglesia dedicada a la natividad de Marí­a (casa de Santa Ana). La fiesta se inspira en la narración del Protoevangelio de Santiago, que describe la entrada y entrega de Marí­a en el templo, a los tres años, para cumplir el voto de sus padres, San Joaquí­n y Santa Ana. Según algunos estudiosos esa narración está en armoní­a con las costumbres judaicas de la época.

En las iglesias de Oriente, esta dedicación eclesial simboliza la consagración que Marí­a hizo de sí­ misma, movida por el Espí­ritu Santo desde su infancia, no sólo como Inmaculada y llena de gracia, sino también como respuesta libre y generosa a las gracias recibidas que son siempre fruto de la redención obrada por Jesús. Se celebra también la actitud permanente de Marí­a desde su concepción hasta su desposorio con San José y la Anunciación.

La fiesta se celebraba en Oriente ya desde el siglo VII, de donde pasó a Occidente en el siglo XI. En la Iglesia bizantina es una de las doce grandes fiestas del año «la entrada (eí­sodos) en el templo de la Santí­sima Madre de Dios». Simboliza la santidad de Marí­a, la preparación de Marí­a para cumplir los designios de Dios, su misma realidad de ser elegida como «templo santo de Dios» (San Juan Damasceno).

Marí­a, la «llena de gracia» (Lc 1,28) es la Inmaculada y toda santa desde su concepción. Su intención de virginidad (cfr. Lc 1,34) indica una actitud previa. Su «sí­» a la nueva Alianza (Lc 1,38; Ex 24,7) indica una actitud permanente. La costumbre de ir todos los años al templo para la celebración de la Pascua (Lc 2,41), deja entrever la vida de Marí­a y de José en relación con la presencia de Dios en medio de su pueblo. Jesús, con Marí­a, pertenece a «la casa» del Padre en sentido oblativo (Lc 2,49).

Los textos bí­blicos de la liturgia bizantina quieren indicar que Marí­a simboliza a la Iglesia como Esposa y Pueblo de Dios, que es fiel a la Alianza, como tabernáculo en el que aparece la gloria de Dios (Ex 40), como arca de la Alianza en el nuevo templo (1Re 8,1-11), como puerta cerrada que sólo se abre al Señor que viene (Ez 44,1-4).

Desde el siglo XVII, la escuela francesa de espiritualidad escogió esta fiesta para indicar la consagración del clérigo (sacerdote) a Dios «El Señor es la parte de mi herencia» (Sal 16,5). Posteriormente, es una fiesta que recuerda la entrega a Dios en la vida evangélica radical o la entrega de toda la Iglesia como esposa y asociada a Cristo Redentor. Es también el dí­a que la Iglesia dedica a los contemplativos. En esta perspectiva aparece «la dimensión intrí­nsecamente misionera de la consagración» (VC 67), así­ como la «misteriosa fecundidad apostólica» de la vida contemplativa (VC 8).

Referencias Consagración, Marí­a, Sagrada Familia, templo, Virgen Marí­a.

Lectura de documentos Ver referencias.

Bibliografí­a AA.VV., Il culto di Maria oggi (Roma, Paoline, 1978) 242-247; B. CAPELLE, Las fietas marianas, en La Iglesia en oración (Barcelona, Herder, 1967) 828-829; G. GHARIB, Presentación de la Virgen Marí­a, en Nuevo Diccionario de Mariologí­a (Madrid, Paulinas, 1988) 1647-1654.

(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)

Fuente: Diccionario de Evangelización