PROVERBIOS, LIBRO DE
El mejor representante de la así llamada †œliteratura sapiencial† del Israel antiguo, el libro de Proverbios, comprende 31 caps. de profundas declaraciones sobre temas morales. Su texto clave es: El temor de Jehovah es el principio del conocimiento (Pro 1:7).
Los encabezamientos de Pro 1:1 y 10:1 afirman la autoría de Salomón para la totalidad del libro; y no hay pruebas objetivas que apoyen alguna teoría contraria. El libro es un resumen de instrucción moral, abordando los temas del pecado y la santidad. Y el vehículo de instrucción es uno de los recursos semíticos preferidos: la enseñanza por contraste.
Bosquejo:
I. Introducción (Pro 1:1-9) .
II. Personificación y contrastes del pecado y la justicia (Pro 1:10—Pro 9:18) .
III. Contrastes de pecado y justicia en versículos únicos (Pro 10:1—Pro 22:16) .
IV. Contrastes más prolongados y misceláneos (Pro 22:17—Pro 29:27) .
V. La justicia en poemas culminantes (Pro 30:1—Pro 33:31) .
La primera sección del libro comienza (Pro 1:7) y termina (Pro 9:10) declarando que el temor de Jehovah es el principio del conocimiento y la sabiduría. Por lo tanto, la sabiduría que se exalta en Proverbios no es sólo un alto grado de inteligencia, sino una virtud moral. Esto se expresa claramente en la primera sección, por los contrastes incluidos en ella. La sabiduría es personificada en una mujer sabia (Pro 8:1).
Esto es natural, ya que sabiduría es un sustantivo femenino en hebreo La mujer necia, según se la describe aquí, utiliza palabras similares a las de sabiduría, para invitar a los hombres a entrar a su casa (Pro 9:4, Pro 9:16), pero ella los invita a pecar. La prostituta, a quien se le dedica mucho espacio en esta sección, representa todo lo que sea pecado. El asesinato y el robo son lo opuesto de la sabiduría presentada en el cap. 1, pero generalmente la prostituta (también llamada la mujer extraña, la insensata o la mujer necia) se muestra como lo opuesto de la justicia personificada. Algunos encuentran a Cristo personificado en la justicia que se cita en Pro 8:22.
En la sección principal (Pro 10:1—Pro 22:16) se presenta el mismo contraste en aforismos de un solo v. cada uno. Aquí no aparece la personificación de la justicia y el pecado, pero se utilizan repetidamente los mismos sinónimos para la virtud y el vicio y como tales deben ser entendidos.
Necio no significa tonto, del mismo modo que la mujer necia (Pro 9:13) no se refiere a una ignorante. Ambos términos se refieren al pecado. En toda esta sección, las palabras sabio, entendido, íntegro y que atesora el conocimiento son términos sinónimos referidos a la santidad. Sus opuestos:
necio, insensato, alborotadora, burlador, etc, se refieren a la maldad. En resumen: un hijo necio no es un estúpido, sino un malvado. Un burlador no sólo es un orgulloso, sino alguien que se rebela contra la sabiduría. En algunas ocasiones, un v. se repite parcialmente en otro lugar, donde la forma de la variante aclara el significado (comparar Pro 27:15 con 21:19).
La cuarta sección (Pro 22:19—Pro 29:27) es más general, pero utiliza el mismo vocabulario moral.
La última sección (Pro 30:1—Pro 31:31) incluye varios proverbios culminantes que aparentemente refuerzan el cuarto punto (comparar Pro 6:16-19, donde entre siete cosas, la séptima es el clímax). Aquí también se encuentra el famoso poema final (un poema alfabético) que exalta a la esposa de noble carácter.
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano
Uno de †œlos escritos† (Ketuvim) hagiógrafos de la Biblia hebrea. Es una colección de aforismos, refranes y sentencias al estilo de la llamada †œliteratura sapiencial†, muy abundante en el Oriente Medio. Al parecer, esta colección de p. servía como un manual de ética para la educación de los jóvenes. Los fines educativos del libro se resumen en Pro 1:1-6 (†œPara entender sabiduría y doctrina, para conocer razones prudentes…†). Y la máxima principal de toda la obra es que †œel principio de la sabiduría es el temor de Jehovᆠ(Pro 1:7).
Autor y fecha. En el título del libro se dice: †œLos p. del rey Salomón, hijo de David† (Pro 1:1). Pero eso no quiere decir necesariamente que el autor fuera ese rey. Los que opinan que éste es el autor, se basan en las palabras de 1Re 4:32-34, donde se señala que Salomón †œcompuso tres mil proverbios, y sus cantares fueron mil cinco†. Pero algunos eruditos opinan que esas palabras se refieren a asuntos de la naturaleza (†œ… sobre los árboles…. sobre los animales, sobre las aves…†), y no sobre el carácter de los humanos, que es el caso de p.
texto mismo del libro atribuye a otros personajes cierta cantidad de las máximas. En Pro 24:23 se lee: †œTambién estos son dichos de los sabios† En Pro 30:1 se menciona: †œPalabras de Agur, hijo de Jaque, la profecía que dijo a Itiel…† Y en Pro 31:1 se habla de las †œpalabras del rey Lemuel, la profecía con que le enseñó su madre†. Finalmente, hay que tener en cuenta las palabras de Pro 25:1 (†œTambién esos son proverbios de Salomón, los cuales copiaron los varones de Ezequías, rey de Judá†). Ante todas estas declaraciones se entiende que esta obra tuvo sus orígenes en Salomón, que compuso algunos de los p. que figuran en el libro. Otros fueron coleccionados por diferentes personas, entre ellos †œlos varones de Ezequías†, hasta que se constituyó la colección en la forma en que ha llegado a nuestras manos. Ezequías comenzó su reinado en el 727 a.C., pero no debe dudarse que aun después se incluyeran en p. algunos elementos adicionales.
Desarrollo. La diversidad de los temas hace difícil la elaboración de un resumen de este libro. Pero pueden distinguirse las siguientes divisiones naturales del texto:
a) Del 1:1 al 9:18. Bajo el título de †œP. de Salomón†, se ofrece una serie de consejos, hablando de padre a hijo, escritos en forma de poemas cortos. Muchos son dísticos (dos versos), otros más extensos. Se elogia la sabiduría, a la cual se presenta a veces de manera personificada. Es de notar el poema de advertencia contra †œla mujer ajena†, que aconseja en contra del adulterio.
b) Del 10:1 al 22:16. Esta sección tiene también el título de †œlos P. de Salomón†. Se trata de comunicar la aplicación práctica de la sabiduría mediante numerosos ejemplos del hombre sabio o recto, a quien se contrasta con el necio o malo (†œEl hijo sabio alegra al padre, pero el necio es tristeza de su madre† (Pro 10:1); †œEl necio será siervo del sabio de corazón† (Pro 11:29); †œLas riquezas de los sabios son su corona; pero la insensatez de los necios es infatuación† (Pro 14:24); etcétera.
c) Del 22:17 al 23:34. La traducción de Pro 22:17 en RV60 lee: †œInclina tu oído y oye las palabras de los sabios, y aplica tu corazón a mi sabiduría†. Pero otras traducciones entienden que, en realidad, dentro de estas palabras está el título de una sección del libro. BJ lo pone así: †œPalabra de los sabios. Presta oído y escucha mis palabras y aplica tu corazón a la ciencia†. De manera que el texto original indica que se van a incluir las †œpalabras de los sabios†. Según algunos eruditos, este título atiende al hecho de que los p. contenidos en esta parte fueron al parecer extraídos de obras muy famosas de la antigüedad, especialmente la escrita por el egipcio Amenemope y el asirio Ajicar. Al final, hay unos versos que están antecedidos por las palabras: †œTambién estos son dichos de los sabios† (Pro 24:23)
d) Del 25:1 al 29:27. Se titula esta sección diciendo que son †œp. de Salomón, los cuales copiaron los varones de Ezequías, rey de Judᆠ(Pro 25:1). Son también una serie de dísticos (†œComo el que se corta los pies y bebe su daño, así es el que envía recado por mano de un necio† (Pro 26:6); †œEl crisol prueba la plata, y la hornaza el oro, y al hombre la boca del que lo alaba† (Pro 27:21); †œEl hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él medicina† (Pro 29:1); etcétera.
e) Del 30:1 al 30:14. Se encabeza esta sección diciendo: †œPalabras de Agur, hijo de Jaqué; la profecía que dijo el varón a Itiel, a Itiel y a Ucal†. No se tienen datos sobre quién fuera esta persona. Es probable que se trataba de un sabio de tiempos anteriores a †¢Ezequías. Sus palabras constituyen una oración en forma poética.
f) Del 30:15 al 30:33. Son versos que utilizan recursos numéricos (†œLa sanguijuela tiene dos hijas que dicen…†; †œTres cosas hay que nunca se sacian; aun la cuarta nunca dice: ¡Basta!†; †œTres cosas me son ocultas; aun tampoco sé la cuarta…†; etcétera).
g) Del 31:1 al 31:31. Son las †œpalabras del rey Lemuel, la profecía con que le enseñó su madre†. Se desconoce quién fue este personaje. Se incluye en esta sección el poema sobre †œla mujer virtuosa† (†œ… ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a las de las piedras preciosas…†), con lo cual termina el libro.
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
Este libro es una compilación de proverbios o dichos sabios que provienen de otras colecciones. Desde el mismo comienzo expone su objetivo: †œPara conocer uno sabiduría y disciplina, para discernir los dichos del entendimiento, para recibir la disciplina que da perspicacia, justicia y juicio y rectitud, para dar sagacidad a los inexpertos, conocimiento y capacidad de pensar al joven†. (Pr 1:2-4.) †œEl propósito es que andes en el camino de los buenos y que guardes las sendas de los justos† (2:20).
Las introducciones de tres de las secciones del libro le atribuyen a Salomón los proverbios contenidos en ellas. (Pr 1:1; 10:1; 25:1.) Esto concuerda con el hecho de que Salomón †œpodía hablar tres mil proverbios†. (1Re 4:32.) Es casi seguro que muchos de los proverbios que aparecen en estas secciones, si no todos, se registraron durante el reinado de Salomón. El dijo de sí mismo: †œAdemás de haberse hecho sabio el congregador, también enseñó de continuo conocimiento a la gente, y meditó e hizo un escudriñamiento cabal, a fin de arreglar muchos proverbios ordenadamente. El congregador procuró hallar las palabras deleitables y la escritura de palabras correctas de verdad†. (Ec 12:9, 10.)
Sin embargo, se han presentado varios argumentos contrarios a la afirmación de que la mayor parte de los proverbios fuesen de Salomón. Se han citado algunos proverbios (Pr 16:14; 19:12; 20:2; 25:3) que parece que hablan despectivamente de los reyes y, por lo tanto, no parecen corresponder al tiempo de Salomón. Ahora bien, después de un examen detenido de esos pasajes, se ha encontrado que en vez de ser despectivos, exaltan a los reyes, pues indican que hay que tenerles el debido respeto en vista del poder que ostentan. (Compárese con Pr 24:21.) Aquellos que afirman que un polígamo como Salomón no pudo hablar de la relación entre marido y mujer como lo hubiese hecho un monógamo (5:15-19; 18:22; 19:13, 14) olvidan que no se defendió la poligamia como modelo de vida, sino simplemente la Ley la toleró y reguló, y además, el pueblo judío en general debió practicar la monogamia. También olvidan que Dios inspiró el libro de Proverbios y no es simplemente una compilación de las opiniones de Salomón. No obstante, Salomón pudo reconocer por sus observaciones y experiencias la sabiduría de la norma original de Dios para el matrimonio: la monogamia. (Compárese con Ec 2:8; 7:27-29.)
Los proverbios que no se atribuyen a Salomón tienen su origen en los dichos de otros hombres sabios y de una mujer. (Pr 22:17; 30:1; 31:1; véanse AGUR; LEMUEL.) No puede precisarse con exactitud cuándo se pusieron todos estos proverbios en su forma definitiva. El último indicador de tiempo que aparece en el propio libro es una referencia al reinado de Ezequías (25:1). De modo que hay base para creer que los proverbios se compilaron en forma de libro a más tardar a la muerte de ese gobernante, que aconteció alrededor del año 717 a. E.C. Debido a la repetición de ciertos proverbios, se desprende que el libro se compiló a partir de diversas colecciones separadas. (Compárese Pr 10:1 con 15:20; 10:2 con 11:4; 14:20 con 19:4; 16:2 con 21:2.)
Estilo y orden. El libro de Proverbios está escrito en estilo poético hebreo, que se caracteriza por el ritmo y el paralelismo: paralelismo sinónimo, en el que se expresan ideas similares (Pr 11:25; 16:18; 18:15), o paralelismo antitético, en el que las ideas se oponen (10:7, 30; 12:25; 13:25; 15:8). Su primera sección (1:1–9:18) está formada por discursos cortos que un padre dirige a su hijo o hijos. Esta sección sirve de introducción para los dichos breves y concisos de las restantes secciones del libro. Los últimos 22 versículos del libro están escritos en estilo acróstico o alfabético, forma de composición empleada también por David en algunos salmos. (Sl 9, 10, 25, 34, 37, 145.)
Inspirado por Dios. Los escritores de las Escrituras Griegas Cristianas testifican que el libro de Proverbios es parte de la Palabra inspirada de Dios. El apóstol Pedro (1Pe 4:18; 2Pe 2:22; Pr 11:31, LXX; 26:11) y el discípulo Santiago (Snt 4:6; Pr 3:34, LXX) se remitieron a él, al igual que el apóstol Pablo cuando escribió las cartas a los Corintios (2Co 8:21; Pr 3:4, LXX), a los Romanos (Ro 12:16, 20; Pr 3:7; 25:21, 22) y a los Hebreos (Heb 12:5, 6; Pr 3:11, 12). Además, en las Escrituras Griegas Cristianas se pueden hallar muchas ideas paralelas. (Compárese Pr 3:7 con Ro 12:16; Pr 3:12 con Rev 3:19; Pr 24:21 con 1Pe 2:17; Pr 25:6, 7 con Lu 14:7-11.)
El conocimiento de Jehová es el camino a la vida. El libro de Proverbios habla mucho del conocimiento en conexión con el discernimiento, la sabiduría, el entendimiento y la capacidad de pensar. El conocimiento que procura comunicar y que anima a adquirir es más que un simple conocimiento intelectual, un conjunto de datos memorizados o un alarde de erudición. Los proverbios indican que el punto de partida de todo conocimiento verdadero es el reconocimiento de la relación personal con Jehová. De hecho, en el versículo 7 del capítulo 1 se enuncia el tema del libro: †œEl temor de Jehová es el principio del conocimiento†.
Naturalmente, el conocimiento más importante que alguien puede adquirir es el referente a Dios mismo. †œEl conocimiento del Santísimo es lo que el entendimiento es†, dice Proverbios 9:10. Ese conocimiento no consiste solo en saber que Dios existe y que es el Creador, ni tampoco en conocer muchas de sus acciones. †œConocerle† significa apreciar profundamente sus excelentes cualidades y su gran nombre, y tener una estrecha relación con El.
Jesucristo dijo a los judíos que tenían conocimiento de Dios: †œNadie conoce plenamente al Hijo sino el Padre, ni conoce nadie plenamente al Padre sino el Hijo, y cualquiera a quien el Hijo quiera revelarlo†. (Mt 11:27.) El que una persona conozca las cualidades de Jehová profundizará su temor de Dios y le ayudará a comprender que Jehová merece toda adoración y servicio, y que conocerle y obedecerle es el camino de la vida. †œEl temor de Jehová es un pozo de vida, para apartar de los lazos de la muerte†; †œel temor de Jehová tiende a la vida†. (Pr 14:27; 19:23.)
Jehová es el Creador. Jehová, con incomparable sabiduría, es el Creador de todas las cosas y el que promulga las leyes que las gobiernan; así que merece la adoración de todas las criaturas. (Pr 3:19, 20.) El hizo †œel oído que oye y el ojo que ve†, tanto en sentido literal como moral. Por lo tanto, para ver y oír con verdadero entendimiento, hay que acudir a El y reconocer que hemos de rendirle cuentas a quien puede verlo y oírlo todo (20:12).
Justicia. El libro exalta a Jehová como el centro de todas las cosas y el origen de todos los principios justos. Por ejemplo: †œIndicador y balanza justos pertenecen a Jehová; todas las pesas de piedra de la bolsa son su obra†. (Pr 16:11.) En su calidad de Legislador, quiere que la honradez y la justicia gobiernen todas las transacciones (11:1; 20:10). Cuando se le teme, se aprende a amar lo que El ama y a odiar lo que El odia, y de este modo se endereza el modo de vivir, pues †œel temor de Jehová significa odiar lo malo† (8:13). Proverbios revela lo que Jehová odia especialmente: los ojos altaneros, una lengua falsa, manos que derraman sangre inocente, un corazón que fabrica proyectos perjudiciales, pies que se apresuran a correr hacia la maldad, un testigo falso y mentiroso y alguien que causa contiendas entre hermanos (6:16-19; 12:22; 16:5). El que verdaderamente odia estas cosas está bien establecido en el camino a la vida.
Además, el libro de Proverbios ilumina el camino del justo al mostrar lo que Jehová aprueba. †œLos exentos de culpa en su camino le son un placer†, como también lo son sus oraciones. (Pr 11:20; 15:8, 29.) †œEl que es bueno consigue aprobación de parte de Jehovᆠ(12:2). †œEl ama al que sigue tras la justicia† (15:9).
Juicio y dirección. El que conoce a Jehová se da cuenta mediante el conocimiento y la experiencia de que, como dice Proverbios 21:30, †œno hay sabiduría, ni ningún discernimiento, ni ningún consejo en oposición a Jehová†. Por consiguiente, aunque le propongan otros planes o los desee en su corazón, la persona sensata guiará su modo de vivir en armonía con el consejo de Jehová, sabiendo que el consejo contrario, sin importar lo sabio o factible que parezca, jamás podrá competir con la palabra de Jehová. (Pr 19:21; [Continúa en la página 753] [Viene de la página 736] compárese con Jos 23:14; Mt 5:18.)
El inspirado rey Salomón dijo: †œConfía en Jehová con todo tu corazón […]. En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas†. (Pr 3:5, 6.) El corazón del hombre elige por qué camino ir. No obstante, aun cuando se escoja el camino correcto, ha de acudirse a Jehová para que El dirija los pasos si se quiere tener éxito (16:3, 9; 20:24; Jer 10:23).
La persona que escoge la senda de la vida debe reconocer el profundo interés que Jehová tiene en ella. Los proverbios nos recuerdan que los ojos de Jehová †œestán en todo lugar, vigilando a los malos y a los buenos†. (Pr 15:3.) †œPorque los caminos del hombre están enfrente de los ojos de Jehová, y él está contemplando todos sus senderos trillados† (5:21). Jehová no solo examina lo que parece ser la persona, sino también su corazón (17:3). †œJehová está avaluando los corazones† (21:2), de manera que sopesa el verdadero valor de los pensamientos, motivaciones y deseos más recónditos.
Proverbios muestra que los juicios de Jehová son justos en todo respecto y benefician a los que buscan la rectitud. Al debido tiempo Dios eliminará a los inicuos de la Tierra. Como la muerte de estos será el precio de la libertad de los justos, el proverbio dice: †œEl inicuo es un rescate para el justo; y el que obra traidoramente toma el lugar de los rectos†. (Pr 21:18.) Entre tales malvados están los orgullosos, que son detestables a Jehová. †˜No quedarán libres de castigo†™ (16:5). †œLa casa de los que a sí mismos se ensalzan será demolida por Jehovᆠ(15:25). El †œrobará el alma† de los que despojan a los humildes (22:22, 23).
Al observar el comportamiento de Jehová, el recto endereza sus sendas. (Compárese con Pr 4:26.) Se da cuenta de que mostrar parcialidad aceptando sobornos (17:23) o dejándose influir por la personalidad de otro (18:5) pervierte el juicio. †˜El pronunciar justo al inicuo e inicuo al justo†™ le convertiría en alguien detestable a los ojos de Jehová (17:15). También aprende a no tener prejuicios y a escuchar completamente los dos lados de un asunto antes de juzgarlo (18:13).
Seguridad y felicidad. El libro de Proverbios dice al que guarda la sabiduría práctica y la capacidad de pensar que recibe de Jehová: †œJehová mismo resultará ser, de hecho, tu confianza, y él ciertamente guardará tu pie de captura†. (Pr 3:21, 26; 10:29; 14:26.) Si alguien teme a Jehová, †œen tal caso existirá un futuro† (23:17, 18). Por otra parte, no solo hay una esperanza futura, sino que también hay felicidad y seguridad para el presente (3:25, 26). †œCuando Jehová se complace en los caminos de un hombre, hace que hasta los enemigos mismos de este estén en paz con él† (16:7). Dios no permitirá que el justo padezca hambre (10:3). El que honra a Dios con las cosas valiosas que posee tendrá sus †œalmacenes de abastecimientos […] llenos de abundancia† (3:9, 10). Dios †œañadirá días† a la vida de tal hombre (10:27).
El que se †˜refugia†™ en el nombre de Jehová (al entender y reconocer todo lo que este nombre representa) encontrará que es como una torre fuerte, adonde las personas de la antigüedad huían para hallar seguridad del enemigo. (Pr 18:10; 29:25.)
La humildad ante Jehová proporciona †œriquezas y gloria y vida†. (Pr 22:4.) Dios desea que haya misericordia y verdad, cualidades más valiosas que un sacrificio. Los que se vuelven del mal, temen a Jehová y le sirven, no recibirán su juicio adverso. (Pr 16:6; compárese con 1Sa 15:22.) El conocimiento de los caminos de Jehová permite seguir †œel derrotero entero de lo que es bueno† (Pr 2:9).
Dirigido al corazón. A fin de lograr su propósito, el libro de Proverbios va dirigido al corazón. En más de 75 ocasiones se dice que el corazón recibe conocimiento, entendimiento, sabiduría y discernimiento; que es responsable de las palabras y acciones, o que es afectado por las circunstancias y las condiciones. El corazón tiene que inclinarse al discernimiento (Pr 2:2) y observar los mandamientos justos (3:1), que han de escribirse †œsobre la tabla [del] corazón† (3:3). †œMás que todo lo demás†, tiene que salvaguardarse el corazón. (Pr 4:23.) La persona debe confiar en Jehová con todo el corazón (3:5; véase CORAZí“N).
La disciplina y el corazón. El libro de Proverbios concede gran valor a la disciplina en sus diversas formas. (Pr 3:11, 12.) Dice: †œCualquiera que esquiva la disciplina rechaza su propia alma, pero el que escucha la censura adquiere corazón† (15:32). La reprensión llega al corazón y lo ajusta, ayudándolo a tener buen juicio o discernimiento. †œPor falta de corazón [falta de discernimiento] los tontos mismos siguen muriendo† (10:21). Debido a que ha de llegarse al corazón de los niños cuando se les educa, se dice: †œLa tontedad está atada al corazón del muchacho; la vara de la disciplina es lo que la alejará de él† (22:15).
El espíritu y el alma. Proverbios no es un libro que contenga declaraciones basadas en la mera sabiduría humana y que muestren cómo agradar o tener influencia sobre los demás. Su contenido penetra profundamente en el corazón, por cuanto influye en el pensamiento y en los motivos de la persona; en el espíritu o inclinación mental, y en el alma, que comprende toda fibra del ser y de la personalidad. (Heb 4:12.) Aunque un hombre piense que tiene razón o justifique sus acciones, pues †˜todos los caminos de un hombre son puros a sus propios ojos†™, Proverbios 16:2 nos recuerda que †œJehová está avaluando los espíritus†, así que conoce cuál es su disposición. Aunque en el mundo se estiman mucho el poder y la fuerza, †œel que es tardo para la cólera es mejor que un hombre poderoso; y el que controla su espíritu, que el que toma una ciudad†. (Pr 16:32.)
La adquisición del conocimiento y la sabiduría que nos ofrece este libro provisto por Dios contribuirá mucho a que seamos felices en la actualidad y nos situará en la senda de la vida eterna. Puesto que †œel que adquiere corazón ama su propia alma†, el consejo inspirado y la disciplina que se halla en él, en caso de seguirlos, añadirán †œlargura de días y años de vida† y †œresultarán ser vida a tu alma†. (Pr 19:8; 3:2, 13-18, 21-26.) †œJehová no hará que el alma del justo padezca hambre† (10:3). †œEl que guarda el mandamiento guarda su alma†, advierte Salomón (19:16).
Relaciones con el prójimo. Proverbios presenta al siervo verdadero de Dios como alguien que utiliza su lengua para hacer el bien (Pr 10:20, 21, 31, 32), que no habla con falsedad y ni siquiera hiere a los demás con sus palabras irreflexivas (12:6, 8, 17-19; 18:6-8, 21). Si se le provoca, aparta la furia de su oponente con una respuesta apacible (15:1; 25:15). No disfruta de las disputas o las riñas y muestra autodominio a fin de evitar los estallidos de cólera, pues sabe que podría cometer una insensatez irreparable. (Pr 14:17, 29; 15:18; compárese con Col 3:8.) De hecho, evita el compañerismo con los que dejan que la cólera los domine y tienen arrebatos de furia, pues sabe que dicho compañerismo puede entramparlo. (Pr 22:24, 25; compárese con Pr 13:20; 14:7; 1Co 15:33.)
Hacer el bien, no el mal. Los proverbios inspirados nos instan a tomar la iniciativa en hacer el bien a otros. No solo tenemos que actuar bien con los que †˜moran en seguridad†™ con nosotros, que no nos han hecho ningún mal (Pr 3:27-30), sino que también se nos insta a devolver bien por mal (25:21, 22). Debemos vigilar cuidadosamente nuestro corazón a fin de que no nos regocijemos interiormente cuando la calamidad le sobreviene al que despreciamos o al que nos odia (17:5; 24:17, 18).
El chisme y la calumnia. En el libro de Proverbios se dice mucho en cuanto a los problemas, la aflicción y el daño que ocasiona el chisme, así como la gravedad de la culpa que recae sobre el chismoso. El †˜bocado selecto†™ de un calumniador es †œ[tragado] vorazmente† por su oyente, y no es algo que se toma a la ligera, sino que causa una impresión duradera, que baja †œhasta las partes más recónditas del vientre†. Por eso acarrea problemas, y el que habla no puede †˜lavarse las manos†™ de la culpa. Aunque esa persona pueda aparentar ser muy amable y encubrir su verdadera condición de corazón, Dios hará que el odio y la maldad que en realidad encierra †˜se descubra en la congregación†™. Caerá en el mismo hoyo que había excavado para otro. (Pr 26:22-28.)
Las relaciones familiares. En Proverbios hay consejos muy firmes en cuanto a la fidelidad marital. Un hombre debería deleitarse en †˜la esposa de su juventud†™ y no buscar satisfacción en algún otro lugar. (Pr 5:15-23.) El adúltero se acarreará ruina y muerte (5:3-14; 6:23-35). La esposa buena es †œuna corona† y una bendición para su esposo, pero la que actúa vergonzosamente es †œcomo podredumbre en sus huesos [los de su marido]† (12:4). Es un verdadero sufrimiento para un hombre vivir con una esposa que es contenciosa (25:24; 19:13; 21:19; 27:15, 16). Aunque exteriormente sea bella y encantadora, es como †œnariguera de oro en el hocico de un cerdo† (11:22; 31:30). Una mujer insensata en realidad demuele su propia casa (14:1). En el capítulo 31 de Proverbios se describe a cabalidad el exquisito valor de la buena esposa, que es industriosa, confiable y lleva la casa con fidelidad y sumisión a su esposo.
En Proverbios también se muestra que los padres son completamente responsables de sus hijos y se pone de relieve la gran importancia de la disciplina. (Pr 19:18; 22:6, 15; 23:13, 14; 29:15, 17.) Aunque se subraya la responsabilidad del padre, el hijo debe respetar tanto al padre como a la madre si desea vida de parte de Jehová (19:26; 20:20; 23:22; 30:17).
El cuidado de los animales. En Proverbios hasta se considera el cuidado que se debe a los animales domésticos. †œEl justo está cuidando del alma de su animal doméstico† (Pr 12:10). †œDebes conocer positivamente la apariencia de tu rebaño† (27:23).
La estabilidad y fidelidad de un gobierno. Los proverbios contienen principios para un buen gobierno. Los hombres de alto rango, como los reyes, deberían escudriñar completamente los asuntos (Pr 25:2), manifestar bondad amorosa y veracidad (20:28) y tratar con justicia a sus súbditos (29:4; 31:9), incluidos los humildes (29:14). Si desean que la justicia establezca con firmeza su gobernación, sus consejeros no pueden ser hombres inicuos (25:4, 5). El caudillo debe ser un hombre discernidor que odie la ganancia injusta (28:16).
La †˜justicia ensalza a una nación†™ (Pr 14:34), pero la transgresión resulta en un gobierno inestable (28:2). La revolución también ocasiona gran inestabilidad, por lo que Proverbios 24:21, 22 la desaconseja: †œHijo mío, teme a Jehová y al rey. Con los que están a favor de un cambio, no te entremetas. Porque su desastre se levantará tan repentinamente, que ¿quién se da cuenta de la extinción de los que están a favor de un cambio?†.
Útil para aconsejar. En vista de que los proverbios abarcan una amplia variedad de empeños humanos, pueden servir de base para ofrecer mucho consejo práctico y exhortación, como hicieron los escritores de las Escrituras Griegas Cristianas. †œEl corazón del justo medita para responder† (Pr 15:28). Sin embargo, no es sabio aconsejar a los burladores. †œEl que está corrigiendo al burlador está tomando para sí deshonra, y el que está dando una censura a alguien inicuo… ¡defecto en él! No censures a un burlador, para que no te odie. Da una censura a un sabio, y te amará.† (Pr 9:7, 8; 15:12; compárese con Mt 7:6.) No todas las personas son burladoras, de modo que los que están en posición de aconsejar a otros deberían hacerlo, como resaltan las palabras: †œLos mismísimos labios del justo siguen paciendo a muchos†. (Pr 10:21.)
[Recuadro en la página 735]
PUNTOS SOBRESALIENTES DE PROVERBIOS
Libro compuesto de secciones en forma de discursos y de colecciones de dichos sabios sobre asuntos prácticos de la vida
Si bien la mayor parte del libro de Proverbios se atribuye a Salomón, no se compiló en su totalidad hasta el reinado de Ezequías
El valor sobresaliente de la sabiduría
La sabiduría, acompañada del entendimiento, es lo primordial (4:5-8; 16:16)
Elementos esenciales para adquirir sabiduría (2:1-9; 13:20)
Beneficios de la sabiduría: seguridad, protección, honra y una vida más larga y feliz (2:10-21; 3:13-26, 35; 9:10-12; 24:3-6, 13, 14)
La sabiduría personificada colaboró con Jehová (8:22-31)
Consecuencias amargas de no actuar con sabiduría (1:24-32; 2:22; 6:12-15)
Actitud apropiada hacia Jehová
Confíe en Jehová (3:5, 6; 16:20; 18:10; 29:25)
Témalo y evite la maldad (3:7; 10:27; 14:26, 27; 16:6; 19:23)
Hónrelo apoyando la adoración verdadera (3:9, 10)
Acepte su disciplina como muestra de su amor (3:11, 12)
Muestre aprecio por su palabra (3:1-4; 30:5, 6)
Averigüe lo que Jehová odia y actúe en armonía con este conocimiento (6:16-19; 11:20; 12:22; 16:5; 17:15; 28:9)
Si agradamos a Jehová, El cuidará de nosotros, nos protegerá y escuchará nuestras oraciones (10:3, 9, 30; 15:29; 16:3)
Consejo excelente para la vida de familia
Una esposa capaz es una bendición de Jehová (12:4; 14:1; 18:22; 31:10-31)
Los padres deben educar y disciplinar a sus hijos (13:1, 24; 22:6, 15; 23:13, 14; 29:15, 17)
Los hijos deben tener profundo respeto a sus padres (1:8, 9; 4:1-4; 6:20-22; 10:1; 23:22-26; 30:17)
El amor y la paz son muy deseables en el hogar (15:16, 17; 17:1; 19:13; 21:9, 19)
Resista la inmoralidad y evitará mucho dolor y sufrimiento (5:3-23; 6:23-35; 7:4-27; 9:13-18)
Cualidades que deben cultivarse y defectos que hay que evitar
Cultive consideración amorosa por los pobres y los afligidos (3:27, 28; 14:21, 31; 19:17; 21:13; 28:27)
Sea generoso, evite la avidez (11:24-26)
Cultive la diligencia; no sea perezoso (6:6-11; 10:26; 13:4; 20:4; 24:30-34; 26:13-16)
La modestia y la humildad nos honran, pero la presunción y el orgullo nos humillan (11:2; 16:18, 19; 25:6, 7; 29:23)
Controle la cólera (14:29; 16:32; 25:28; 29:11)
Evite tener un espíritu malicioso o deseos de venganza (20:22; 24:17, 18, 28, 29; 25:21, 22)
Practique la justicia en todo (10:2; 11:18, 19; 14:32; 21:3, 21)
Principios prácticos para la vida cotidiana
Responda de modo apropiado a la disciplina, la censura o el consejo (13:18; 15:10; 19:20; 27:5, 6)
Sea un verdadero amigo (17:17; 18:24; 19:4; 27:9, 10)
Acepte la hospitalidad con discreción (23:1-3, 6-8; 25:17)
El materialismo es vanidad (11:28; 23:4, 5; 28:20, 22)
El trabajo duro trae bendiciones (12:11; 28:19)
Sea honrado en los negocios (11:1; 16:11; 20:10, 23)
Tenga cuidado de salir fiador por otros, en especial por los extraños (6:1-5; 11:15; 22:26, 27)
Evite el habla dañina; asegúrese de que su habla sea edificante (10:18-21, 31, 32; 11:13; 12:17-19; 15:1, 2, 4, 28; 16:24; 18:8)
La adulación es traicionera (28:23; 29:5)
Evite altercados (3:30; 17:14; 20:3; 26:17)
Rehúya las malas compañías (1:10-19; 4:14-19; 22:24, 25)
Aprenda a tratar con sabiduría a los burlones y a los insensatos (9:7, 8; 19:25; 22:10; 26:4, 5)
Evite la trampa de las bebidas alcohólicas (20:1; 23:29-35; 31:4-7)
No envidie a los inicuos (3:31-34; 23:17, 18; 24:19, 20)
Fuente: Diccionario de la Biblia
El título heb. mišlê, ‘proverbios de’, es abreviatura de misle mišlê šelômôh, “los proverbios de Salomón” (1.1). Nuestro título proviene del de la
I. Bosquejo del contenido
a. La importancia de la sabiduría (1.1–9.18)
Después de una declaración introductoria de su propósito (1.1–6), el escritor instruye a su hijo o alumno en cuanto al valor y la naturaleza de la sabiduría. En contraste con los proverbios de 10.1ss, se considera cada concepto en forma bastante extensa mediante un poema didáctico. Estos ensayos poéticos constituyen una forma altamente refinada y evolucionada del māšāl (* Proverbio; * Sapiencial, Literatura).
El propósito del autor es señalar con el mayor hincapié posible el contraste entre los resultados de buscar la sabiduría y los de llevar una vida alocada. Prepara así el terreno para los cientos de proverbios específicos que siguen. Hay ciertas tentaciones que se destacan especialmente en la mente del sabio: los crímenes de violencia (1.10–19; 4.14–19); el comprometerse mediante una promesa hecha precipitadamente (6.1–5); la pereza (6.6–11); la duplicidad (6.12–15); y especialmente la impureza sexual (2.16–19; 5.3–20; 6.23–35; 7.4–27; 9.13–18). Al que logra evitar estas trampas, la *sabiduría le ofrece felicidad, larga vida, riquezas, y honor (3.13–18). La naturaleza profundamente religiosa de esta sección (p. ej. 1.7; 3.5–12), su tono moral sensible, y su estilo exhortativo y didáctico son reminiscentes de Deuteronomio.
Aparentemente el escritor de estos capítulos es anónimo, desde que 1.1–6 problablemente se refiera a todo el libro, y 10.1 presenta una colección de proverbios que pretenden ser salomónicos. Normalmente esta sección se fecha entre los últimos de la colección. Aunque la publicación final puede ser relativamente tardía (
b. Los proverbios de Salomón (10.1–22.16)
Es probable que esta sección sea la más antigua del libro, y hay entre los estudiosos una tendencia creciente a aceptar la exactitud de la tradición que se refleja en 1 R. 4.29ss; Pr. 1.1; 10.1; 25.1, que rinde honor a Salomón como el sabio por excelencia. Sus contactos con la corte de Egipto, la gran extensión de su imperio, y la combinación de riquezas con respiro de toda acción militar, le permitieron dedicarse a actividades culturales en escala que no disfrutaron los que le sucedieron en el poder.
En esta colección se cuentan alrededor de 375 proverbios. Su estructura es mayormente antitética en los cap(s). 10–15, y sintética o sinónima en los cap(s). 16–22. La mayoría de estos proverbios no tienen relación entre sí, y no se discierne ningún sistema de agrupamiento.
Aunque por cierto la nota religiosa no está ausente (cf. 15.3, 8–9, 11; 16.1–9, etc.), el grueso de los proverbios no contiene ninguna referencia específica a la fe de Israel, sino que se basan en observaciones prácticas de la vida diaria. La naturaleza extremadamente práctica de las enseñanzas, que recalcan los beneficios de la sabiduría, ha sido motivo de crítica por parte de aquellos que sostienen que la religión pura debe ser desinteresada. Mas, ¿cómo podía un sabio con mentalidad práctica, a quien Dios aun no había revelado el misterio de la vida después de la muerte, esclarecer el problema sin señalar las bendiciones del sabio y los peligros que amenazan al necio?
c. Las palabras de los sabios (22.17–24.22)
El
Se reconoce ampliamente que existe una relación formal entre los proverbios
d. Dichos adicionales de los sabios (24.23–34)
Esta breve colección exhibe la misma irregularidad formal que la que antecede. Hay proverbios cortos (p. ej. vv. 26) y máximas extensas (p. ej. vv. 30–34; cf. 6.6–11). El elemento religioso no se destaca, Pero se nota un marcado sentido de responsabilidad social (p. ej. vv. 28–29). Estas dos colecciones parecerían no ser salomónicas; forman parte, en cambio, del legado de los sabios de Israel, quienes crearon o recolectaron y pulieron un gran número de dichos sabios (cf. Ec. 12.9–11).
e. Proverbios adicionales de Salomón (25.1–29.27)
En lo que respecta a su contenido, esta sección no difiere de 10.1–22.16 (p. ej. 25.24 = 21.9; 26.13 = 22.13; 26.15 = 19.24, etc.). Sin embargo, los proverbios aquí tienen menos uniformidad en extensión; el paralelismo antitético, columna vertebral de la sección anterior, es menos común, aunque los cap(s). 28–29 contienen numerosos ejemplos; la comparación, rara en 10.1ss, aparece frecuentemente (p. ej. 25.3, 11–14, 18–20, etc.).
La declaración en 25.1 ha tenido su influencia sobre la opinión talmúdica (Baba Batra 15a) de que Ezequías y los que lo acompañaban escribieron los Proverbios. El papel de los seguidores de Ezequías en la preparación del libro no es muy claro, pero no hay motivo para dudar de la exactitud de 25.1, que se refiere a los dichos de los cap(s). 25–29. El interés demostrado por Ezequías en la literatura de Israel está demostrado en 2 Cr. 29.25–30, donde restaura el orden davídico del culto, incluido el uso de los salmos cantados de David y Asaf. A. Bentzen piensa que estos proverbios fueron conservados en forma oral hasta la época de Ezequías, cuando fueron transcritos (
f. Las palabras de Agur (30.1–33)
Agur, su padre Jaqué, Itiel, y Ucal (30.1) no han podido ser identificados. Véase * Masa para el reajuste de la división de las palabras, que elimina completamente los dos nombres mencionados en último término. Oráculo (30.1 °nbe) probablemente deba leerse como nombre propio *Masa (véase
Los primeros versículos son de difícil interpretación, pero parecerían ser de tono agnóstico. Este agnosticismo recibe su respuesta (5–6) mediante una declaración referente a la palabra inmutable de Dios. Después de una breve pero conmovedora oración (7–9), el capítulo termina con una serie de extensos proverbios que describen alguna cualidad recomendable o reprochable. En muchos de ellos se destaca el número cuatro. Varios exhiben el esquema x, x + 1, esquema perfectamente comprobado en el AT (p. ej. Am. 1–2; Mi. 5.5), y común en ugarítico (cf. C. H. Gordon, Ugaritic Handbook, 1947, pp. 34, 201).
g. Las palabras de *Lemuel (31.1–9)
Este rey de *Masa es desconocido. Los consejos de su madre incluyen advertencias contra el exceso sexual y la borrachera, y recomendaciones para juzgar aun a los pobres con rectitud. Es digna de mención la influencia del arameo en esta sección (p. ej. bar, ‘hijo’; melākı̂n, ‘reyes’).
h. Alabando a la esposa virtuosa (31.10–31)
Este excelente poema acróstico carece de título, pero difiere tanto de la sección precedente que debe considerarse por separado. Su forma estilizada indica que debe incluirse entre las últimas secciones del libro. La descripción de una mujer trabajadora, concienzuda, y piadosa, constituye una adecuada conclusión para un libro que trata sobre las manifestaciones prácticas de una vida sujeta a la dirección divina.
II. Fecha
No es posible que los Proverbios hayan sido completados antes de la época de Ezequías (ca. 715–686 a.C.). Sin embargo, el poema acróstico (31.10–31) y los dichos de los masaítas (30.1–33; 31.1–9) bien pueden haber sido agregados en el período exílico o posexílico. Fecha aceptable para la redacción final es el ss. V a.C. Los proverbios individuales se remontan, en la mayoría de los casos, a fechas muy anteriores al exilio. Según W. F. Albright (
III. Proverbios y el Nuevo Testamento
Proverbios ha dejado su marca en el NT mediante varias citas (p. ej. 3.7a = Ro. 12.16; 3.11–12 = He. 12.5–6; 3.34 = Stg. 4.6 y 1 P. 5.5b; 4.26 = He. 12.13a; 10.12 = Stg. 5.20 y 1 P. 4.8; 25.21–22 = Ro. 12.20; 26.11 = 2 P. 2.22) y alusiones (p. ej. 2.4 y Col. 2.3; 3.1–4 y Lc. 2.52; 12.7 y Mt. 7.24–27). Como Cristo cumplió la ley y los profetas (Mt. 5.17), así también cumplió los escritos sapienciales al revelar la plenitud de la sabiduría divina (Mt. 12.42; 1 Co. 1.24, 30; Col. 2.3). Si Proverbios representa un extenso comentario sobre la ley del amor, luego contribuye a preparar el camino para Aquel en el cual se encarnó el verdadero amor. Véase C. T. Fritsch, “The Gospel in the Book of Proverbs”, Theology Today 7, 1950, pp. 169–183.
Bibliografía. °D. Kidner, Proverbios, 1975; L. Alonso Schökel, Proverbios, 1984; R. E. Murphy, Introducción a la literatura sapiencial, 1970; J. B. Pritchard, La sabiduría del antiguo oriente, 1966; W. Zimmerli, Manual de Teología del Antiguo Testamento, 1980, pp. 177–190; G. von Rad, La sabiduría en Israel, 1984; id., Actuación de Dios en Israel, 1980; F. F. Bruce, “La literatura de sabiduría del Antiguo Testamento”,
A. Cohen, Proverbs, 1945; C. T. Fritsch, Proverbs,
D.A.H.
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico