QUEDAR

v. Permanecer, Sobrar
Gen 44:33 quede ahora tu siervo en lugar del joven
Jos 1:14 quedarán en la tierra que Moisés os ha
Jos 7:7 ¡ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado
Jos 13:1 y queda aún mucho tierra por poseer
Rth 1:14 Orfa besó a su .. mas Rth_se quedó con
1Ki 18:22 sólo yo he quedado profeta de Jehová
1Ki 19:10, 14 y sólo yo he quedado, y me buscan
2Ki 2:2 quédate ahora aquí, porque Jehová me
Isa 37:31 lo que hubiere quedado de la casa de
Mar 14:34 mi alma está .. quedaos aquí y velad
Luk 1:56 se quedó María con ella como tres meses
Luk 2:43 se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin
Luk 9:4 en cualquier casa .. quedad allí, y de allí
Luk 24:29 obligaron a quedarse, diciendo: Quédate
Luk 24:49 pero quedaos vosotros en .. Jerusalén
Joh 1:39 se quedaron con él aquel día; porque era
Joh 21:22 que él quede hasta que yo venga, ¿qué
Act 18:3 se quedó con ellos, y trabajaban juntos
1Co 7:11 y si se separa, quédese sin casar, o
Phi 1:24 quedar en la carne es más necesario por
1Th 4:15 que habremos quedado hasta la venida
1Ti 1:3 como te rogué que te quedases en Efeso


segundo hijo de Ismael. Dio origen a una tribu del mismo nombre, Gn 25, 12-13. Los Q. eran nómadas del desierto sirio-arabigo, y que se contaban entre los habitantes de Oriente, Jr 49, 28. Sus comerciaban con los fenicios, pagaban con corderos, carneros y machos cabrí­os, Ez 27, 21, y eran famosos como arqueros, Is 21, 16.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

(heb., kedhar, probablemente poderoso u oscuro).
1. Uno de los 12 hijos de Ismael, hijo de Abraham y Agar (Gen 25:13). Estos hijos fueron llamados jefes (tribales). De ellos surgieron los pueblos árabes.
2. La tribu que descendió de Quedar (Jer 49:28-33) y su territorio. Eran nómadas en su mayorí­a (Psa 120:5; Cantar de los Son 1:5), criaban ovejas (Isa 60:7), pero a veces se metí­an en las aldeas (Isa 42:11). Su territorio quedaba en la parte norte del desierto de Arabia.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

(de una raí­z que significa: †œser oscuro†).

1. Uno de los doce hijos de Ismael. (Gé 25:13-15; 1Cr 1:29-31.)

2. Tribu árabe que descendió de Quedar, el hijo de Ismael, y a la que se clasifica con †œlos hijos de Oriente†. Su paí­s también se llamó Quedar. (Jer 2:10; 49:28, 29.) Era un pueblo nómada que pastoreaba rebaños de ovejas, cabras y camellos (Isa 60:7; Jer 49:28, 29), y probablemente moraba en el desierto siroarábigo, al E. de Palestina, en la parte noroccidental de la pení­nsula arábiga. Aunque la expresión †œlos poblados que Quedar habita† (Isa 42:11) posiblemente se refiera a campamentos temporales, sin embargo, puede indicar que algunos de ellos eran más o menos fijos. Quizás debido a su importancia entre las tribus árabes, en tiempos posteriores el nombre Quedar se aplicó a las tribus del desierto en general. En los targumes y en la literatura rabí­nica a veces se llama †œQuedar† a la propia Arabia.
La doncella sulamita de El Cantar de los Cantares asemejó su apariencia morena a †œlas tiendas de Quedar† (Can 1:5, 6; compárese con Sl 120:5), que probablemente estaban hechas de pelo negro de cabra, como las tiendas de muchos beduinos de tiempos modernos. Según la profecí­a de Ezequiel, †œlos principales de Quedar† y los árabes vendí­an corderos, carneros y machos cabrí­os en la ciudad comercial de Tiro. (Eze 27:21.)
Durante el tiempo de la dominación asiria en el Oriente Medio, el profeta Isaí­as predijo la repentina decadencia que experimentarí­a la gloria de Quedar, y que sus poderosos †œque manejan el arco† quedarí­an reducidos a un simple resto. (Isa 21:16, 17.) Los quedaritas probablemente sean los qidri o qadri a los que se alude en los registros asirios de campañas bélicas. El rey asirio Asurbanipal los menciona junto con los aribi (árabes) y los naturales de Nebayot (compárese con Isa 60:7) en el relato de una campaña en el que se jacta de haberles tomado como botí­n asnos, camellos y ovejas.
Posteriormente, el rey Nabucodonosor de Babilonia abatió Quedar. (Jer 49:28, 29.) El historiador babilonio Beroso, según la cita de Josefo, menciona la conquista de la zona N. de Arabia por este monarca. (Contra Apión, libro I, sec. 19.)
Un tazón de plata (fechado del siglo V a. E.C.) hallado en Tell el-Maskhuta (Egipto) lleva la inscripción aramea: †œQanu el hijo de Guésem, el rey de Quedar†. El Guésem que se menciona en este caso puede ser †œGuésem el árabe†, quien se opuso a la obra de reedificar el muro de Jerusalén en los dí­as de Nehemí­as. (Ne 2:19; 6:1, 2, 6.)
Las inscripciones asirias muestran que en el santuario del rey Hazail de Quedar se rendí­a culto a deidades como Atarsamain (que los asirios relacionaban con Istar Dilbat), Dai, Nuhai, Ruldaiu, Atarquruma y Abrilly. El sí­mbolo de la diosa Atarsamain era una estrella de oro con piedras preciosas engastadas. El Talmud de Babilonia (Taanit 5b) menciona que la gente de Quedar también adoraba el agua.

Fuente: Diccionario de la Biblia

A. VERBOS 1. apoleipo (ajpoleivpw, 620), dejar atrás (apo, de, desde; leipo, dejar). Significa, en la voz pasiva, ser reservado, quedar. Se traduce “queda” en Heb 4:9; 10.26 (RV, RVR); véanse DEJAR, Nº 3, ABANDONAR, Nº 2, FALTAR bajo FALTA, B, Nº 4. 2. jupoleipo (uJpoleivpw, 5275), dejar permaneciendo, lit., dejar bajo (jupo). Se utiliza en la voz pasiva en Rom 11:3, de un superviviente: “solo yo he quedado”; VM traduce: “yo soy dejado solo”; Besson: “yo me quedé solo”.¶ 3. kataleipo (kataleivpw, 2641), forma intensificada de leipo, dejar (con kata, abajo, en sentido intensivo), significa: (a) dejar, dejar atrás (p.ej., Mat 4:13 “dejando”); (b) dejar permaneciendo, reservar (p.ej., Luk 10:40 “me deje”); (c) dejar, en el sentido de abandonar (p.ej., Luk 5:28); (d) utilizado en la voz pasiva, con sentido de media, de quedarse (Joh 8:9 “quedó”; 1Th 3:1 “quedarnos”). Véanse DEJAR, Nº 15, PERMANECER, RESERVAR. 4. perileipo (perileivpw, 4035), dejar, utilizado en la voz media, se traduce “que habremos quedado” (1Th 4:17 “que hayamos quedado”; RV: “que quedamos”), donde se usa de los creyentes vivos a la venida (el inicio de la parusí­a) de Cristo.¶ 5. diatribo (diatrivbw, 1304), para lo cual véase CONTINUAR, A, Nº 1, se traduce “se quedó” en Joh 11:54; Act 12:19; “se quedaron” (14.28); “nos quedamos” (20.6; RV: “estuvimos”). Véanse también DETENER(SE), ESTAR. 6. epeco (ejpevcw, 1907), tiene el significado de esperar en un lugar, quedarse. En Act 19:22 “se quedó” (RV: “se estuvo”). Véanse ASIR, ATENTO, CUIDADO, OBSERVAR, TENER CUIDADO. 7. epispaomai (ejpispavomai, 1986), lit., estirar cubriendo, venir a ser incircunciso, como para borrar el judaí­smo. Se utiliza en 1Co 7:18, donde VM traduce “no se haga incircunciso”; RV, RVR y RVR77 incluyen la negación en la traducción que dan: “quédese circunciso”.¶ 8. kathezomai (kaqevzomai, 2516), sentarse. Se utiliza en Joh 11:20 “se quedó” (RV: “se estuvo”). Para el tratamiento de este verbo, véase SENTAR(SE). 9. kathizo (kaqivzw, 2523), hacer sentar, o, intransitivamente, sentar(se). Se traduce “quedaos” en Luk 24:49 (RV: “asentad”). Véase SENTAR(SE); véanse también ASENTAR, DETENERSE, etc. 10. meno (mevnw, 3306), quedarse, permanecer. Se traduce frecuentemente con el verbo quedar(se), p.ej., Mat 26:38; Mc 14.34 (RV: “esperad”); Luk 1:56; 9.4; 24.29; Joh 4:40, dos veces; 7.9; 10.40 (RV: “estúvose”); 11.6, 54 (RV: “estábase”); Act 5:4 “Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti?”, dos veces; 18.3 (RV: “posó”); 27.41 (RV: “estaba”). Véase PERMANECER, A, Nº 1, y también DURAR, ESCALA, ESPERAR, ESTAR, HACER ESCALA, MORAR, PERDURABLE, PERSEVERAR, PERSISTIR, POSAR, RETENER, VIVIR. 11. diameno (diamevnw, 1265), permanecer a través (dia, a través, y Nº 10). Se traduce “quedó” mudo en Luk 1:22 (RV; RVR: “permaneció”; RVR77: “permanecí­a”; VM coincide con RVR). Véase PERMANECER, A, Nº 3. 12. emmeno (ejmmevnw, 1696), véase PERMANECER, A, Nº 4, aparece en los textos más comúnmente aceptados en Act 28:30 en lugar de meno en TR, y se traduce “quedó” en RV (RVR: “permaneció)”. Véase PERMANECER, A, Nº 4. 13. epimeno (ejpimevnw, 1961), morar, continuar, permanecer; forma intensificada del Nº 10. Se traduce con el verbo quedarse en Act 10:48 “se quedase”; 15.34 (TR), omitido por los textos más comúnmente aceptados, traducido “quedarse”; 21.4: “nos quedamos”; 28.14: “nos quedásemos” (RV: “quedásemos”); Phi 1:24 “quedar”; véase PERMANECER, A, Nº 2, y también ESTAR, INSISTIR, PARAR, PERSEVERAR, PERSISTIR. 14. jupomeno (uJpomevnw, 5278), lit., morar bajo (jupo, bajo, debajo), significa permanecer en un lugar en vez de abandonarlo, quedarse atrás (p.ej., Luk 2:43 “se quedó”; Act 17:14 “se quedaron”); o perseverar (Mat 10:22; 24.13; Mc 13.13, en los tres pasajes: “el que persevere hasta el fin”); o soportar algo con valentí­a y confianza (p.ej., Heb 12:2, 3: “sufrió”; v. 7: “soportáis”; RV: “sufrí­s”). En estos tres pasajes se sugiere perseverancia bajo una pesada carga. Véase también Jam 1:12; 5.11; 1Pe 2:20: Cf. makrothumeo, ser paciente, longánime; véanse PACIENCIA, B, Nº 2, SUFRIDO. Véanse PERSEVERAR, SOPORTAR, SUFRIR. 15. katameno (katamevnw, 2650), véase MORAR, C, Nº 10. Se traduce “me quede” en 1Co 16:6 (VM: “permanezca”).¶ Véase Nº 16. 16. parameno (paramevnw, 3887), véase CONTINUAR, A, Nº 2, etc. Se traduce “me quede” en 1Co 16:6, como lectura alternativa a Nº 15 en ciertos textos. 17. prosmeno (prosmevnw, 4357), quedarse todaví­a, continuar. Se traduce “que te quedases” (1Ti 1:3); en Act 18:18 se traduce “habiéndose detenido”, donde se sugiere paciencia y firmeza al quedarse allí­ tras las circunstancias que se habí­an dado anteriormente. Véanse DETENER(SE), Nº 7, DILIGENTE bajo DILIGENCIA, B, Nº 3, ESTAR, PERMANECER, A, Nº 6, PERSEVERAR, Nº 4. 18. monoo (monovw, 3443), dejar solo (relacionado con monos, solo). Se utiliza en la voz pasiva en 1Ti 5:5 “ha quedado sola” (RV: “solitaria”; VM: “desamparada”).¶ 19. parabiazomai (parabiavzomai, 3849), se traduce “obligaron a quedarse” en Luk 24:29 (RV: “detuvieron por fuerza”); y como “nos obligó a quedarnos” en Act 16:15 (RV: “constriñó “); en VM se traduce “a fuerza de ruegos le obligaban” y “nos obligó”, respectivamente. Véase OBLIGAR, A, Nº 3.¶ 20. perisseuo (perisseuvw, 4052), abundar, estar por encima, sobrar, quedar. Se traduce “que han quedado” en Joh 6:12 (RV: “que sobraron”); Véase ABUNDAR bajo ABUNDANCIA, B, Nº 1, y también SOBRAR, etc. 21. steko (sthvkw, 4739), véase FIRME, C. Se traduce con el verbo quedarse en Mc 3.31: “quedándose” (RV: “estando”), donde aparece en los textos más comúnmente aceptados en lugar de jistemi en TR. Notas: (1) Afiemi, enviar, remitir, se traduce quedar: “no quedará aquí­ piedra” en Mat 24:2; Mc 13.2; Luk 21:6, donde VHA y VM traducen “no se dejará”; RV coincide con VHA y VM en Mat 24:2; véase DEJAR, Nº 6, etc.; (2) ginomai, devenir, venir a ser, se traduce con el verbo quedar en Mat 28:4 “se quedaron como muertos” (RV: “fueron vueltos”); Mc 9.26: “quedó como muerto” (RV, RVR); lit., “vino a ser como muerto”; Joh 5:4 (TR: “quedaba sano”; RV: “era”; omitido en los textos más comúnmente aceptados); Rom 11:5 “ha quedado” (VHA: “ha llegado a haber”) un remanente; Heb 7:18 “Queda pues, abrogado el mandamiento” (VM: “hay abrogación”; Besson: “se hizo”); véase VENIR A SER, etc.; (3) jistemi, poner en pie o estar en pie, se utiliza en Mc 3.31 en TR en lugar de steko (véase Nº 21 más arriba), y se traduce “quedándose” afuera (RV: “estando”); véase ESTAR EN PIE, etc.; (4) para katharizo, traducido “quedó limpio” en Mc 1.42 (RV: “fue limpio”), véanse LIMPIAR, A, Nº 3, PURIFICAR, B, Nº 2; (5) para fero, que se traduce “quedaron a la deriva” en Act 27:17 (RV: “eran †¦ llevados”; VM: “se dejaron llevar”), véanse LLEVAR, Nº 2, y TRAER; véase también INSPIRAR, etc.; (6) sozo, traducido “quedaban sanos” en Mc 6.56 (RV, RVR), se trata bajo SALVAR, SANAR, etc.; (7) diasozo, con un significado más intenso que (6), se traduce “quedaron sanos” en Mat 14:36 (RV, RVR); en la VM se expresa el sentido intensivo aportado por la preposición prefijada (dia, a través) mediante la traducción “quedaron perfectamente sanos”; véanse SALVAR, SANAR; (8) para zumoo, fermentar, leudar, traducido “quedó leudo” en Mat 13:33 (RV; RVR: “fue leudado”), véase LEUDAR, bajo LEVADURA, B. B. Adjetivo epiloipos (ejpivloipo”, 1954), adjetivo que significa aun restante, sobrante (epi, sobre, y loipos, véase ), usándose en forma neutra, con el artí­culo, en 1Pe 4:2, traducido en la RV: el tiempo “que queda”; véase (QUE) RESTA.¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento

(Hebreo Qedar; Griego, Kedar)

Nombre del segundo hijo de Ismael (Gén. 25,13; 1 Crón. 1,29), también de una tribu árabe descendiente de él, y del territorio ocupado por ella. Esta tribu se menciona repetidamente en la Biblia y en las inscripciones asirias; en estas últimos el pueblo se llama Qidrai y el país Qidri. Los quedarenos son representados como un pueblo nómada que difiere poco de los modernos árabes residentes del desierto. Vivían en tiendas de campaña, llamadas negras porque, sin duda, como las de los beduinos, eran tejidas con pelos de cabra y de camello (Jer. 49,29; Cant. 1,4-(heb.)5), se reunían en hacerim o campamentos protegidos sólo por un vallado tosco como los aduares de las tribus del norte de África (Is. 42,11, Heb.). Poseían muchos camellos y muchas otras categorías de ganado, con los que realizaban el trueque con Tiro (Jer. 49,29; Ez. 27,21); eran un pueblo inquieto, guerreros y arqueros diestros (Sal. 120(119),5; Is. 21,17).

Estas referencias frecuentes así como el uso de Quedar para llamar a Arabia y a los árabes en general (Cant. 1,5; Sal. 119,5) muestran que antes de ser aniquilados por el poder asirio los quedarenos eran un pueblo de considerable importancia. En las inscripciones asirias se les asocia con ciertos reyes de los árabes (Aribi). Del hecho que a Hazael, uno de ellos, se le llame el rey de Quedar en el cilindro B de Asurbanipal, se ha sacado la conclusión de que estos reyes eran quedarenos, y que hacia mediados del siglo VII a.C. Quedar mantenía la hegemonía entre las tribus del desierto siro-árabe —los árabes de la Biblia y de las inscripciones. Sin embargo, como un tal Ammuladi es llamado rey de Quedar, mientras que su contemporáneo Ya’uta’ ‘o Uaite’ es llamado rey de los árabes, es probable que los quedarenos no fuesen más que aliados de esos reyes. La profecía de Isaías, “Al cabo de un año… se habrá consumido toda la gloria de Quedar” (31,16), probablemente se refiere a una expedición de Senaquerib contra Hazael, cuando el conquistador de Nínive se llevó los dioses de este último. Sin embargo, Quedar posiblemente puede ser como un sinónimo de los árabes, en cuyo caso la profecía puede referirse a un severo castigo infligido por Sargón a algunas tribus árabes.

Sea como fuese, los quedarenos se enfrentaron a desastrosos reveses a manos de Asurbanipal. Cuando Samas-sum-ukin se rebeló contra su hermano, Ya’uta ‘o Uaite’, el hijo de Hazael, se alió con él y envió una fuerza en su ayuda bajo el mandato de los generales quedarenos Abiyate’ y Aimu, mientras que él y Ammuladi, rey de Quedar, invadieron y saquearon a Siria. Después de la toma de Babilonia y la muerte de Samas-sum-ukin, Asurbanipal dirigió su atención a los árabes. Uaite’ y Ammuladi fueron derrotados en una serie de combates. Uaite’ huyó y se refugió entre los nabateos, pero fue entregado a los asirios; Ammuladi fue capturado en Moab. Ambos fueron llevados a Nínive y encadenados con barriletes cerca de la puerta principal. Para ocupar el puesto de Uaite’, Asurbanipal nombró a Abiyate’, que había dirigido el contingente árabe enviado a ayudar a Samas-sum-ukin, pero que, después de ser derrotado, se había rendido y obtenido el perdón. Abiyate’, sin embargo, en conjunto con otro Uaite’, a favor de quien él renunció, pronto organizó una nueva revuelta, a la que se unieron también los nabateos. Asurbanipal, se apresuró a la escena de la rebelión por el camino más directo y difícil a través del desierto de Siria, y aplastó y casi aniquiló a las tribus rebeldes. Llevó con él a Nínive una multitud de prisioneros, entre ellos Abiyate’, Aimu y Uaite’, y un inmenso número de camellos, bueyes y otro ganado.

Los quedarenos sufrieron más reveses bajo el gobierno de Nabucodonosor (Jer. 49,28). Ellos nunca se recuperaron completamente de esos fuertes golpes y en adelante la historia no dice nada respecto a ellos, aunque su nombre es mencionado hasta el siglo V d.C. Si bien no hay duda de que los quedarenos habitaron en el desierto siro-árabe, conocido por los antiguos como Arabia Deserta, hay alguna diversidad de opinión sobre su localización exacta. Dado que tanto en la Biblia como en las inscripciones de Asurbanipal se les menciona en relación con los nabateos ( Heb., Nebaioth; Asir., Nabaite), muy probablemente eran vecinos de éstos. Plinio, de hecho, afirma (Hist. Nat., V, 12) que el quedrei, que sin duda son los quedarenos, eran vecinos de los nabateos. Ahora bien, antes del período persa los nabateos se habían asentado al sureste de Idumea, en el límite norte del Hidjaz, con Egra como su capital.

Por tanto, podemos concluir que los quedarenos estaban localizados en la parte suroeste del desierto de Arabia, o de la moderna Hamad, que se extiende tal vez hasta Arabia propiamente dicha. Así debieron haber estado lo suficientemente lejanos como para que una residencia entre ellos expresara la idea de un exilio distante (Sal. 120(119),5) y suficientemente cercanos para ser bien conocidos por los hebreos. Teodoreto menciona (Patr. Lat., LXXX, 1878) que en su tiempo (siglo V d.C.) vivían cerca de Babilonia. La religión de los quedarenos, como la de todos los árabes preislámicos, fue el sabianismo, o culto a los cuerpos celestes. Su divinidad principal era Atarsamaim, es decir, “Atar [Athar-Astarté] de los cielos”. En Judit 1,8, en lugar de “Quedar” probablemente debe leer “Galaad” como en la Versión de los Setenta.

Bibliografía: SMITH, Hist. Of Assurbanipal (Londres, 1871); 256 ss., 283 ss.; cuneif. Inscript. Of West Asia, III, pl. 24 -28; Records of the Past (ser. I), I, 93 ss., III, 115; VIGOUROUX, La Bible et les découv. Mod. (París, 1889), IV, 293 sq.; DELITZSCH, Wo lag das Paraies, 296 ss., GLASER, Sizze der Gesch. Arabiens (Berlín, 1901); II, 267 ss.; MARGOLIOUTH en HAST., Dict. Bib., II, 832; HALEVY en Dict. De la Bible, I, 862; LEGENDRE, IBID., II, 357.

Fuente: Bechtel, Florentine. “Cedar.” The Catholic Encyclopedia. Vol. 3. New York: Robert Appleton Company, 1908.
http://www.newadvent.org/cathen/03474a.htm

Traducido por Luz María Hernández Medina.

Fuente: Enciclopedia Católica