REMEDIO

Pro 6:15 de repente .. quebrantado, y no habrá r
17:22


Remedio (heb. gêhâh, refú’âh, terûfâh; términos que básicamente significan “sanamiento”, y sólo en un sentido secundario designan a los medios para producir sanidad” o los “medicamentos”). Cualquier sustancia tomada o aplicada sobre el cuerpo con el propósito de aliviar o curar una enfermedad* o herida. Aunque el hombre fue creado con perfecta salud mental y fí­sica, los resultados del pecado pronto se vieron en el deterioro y mal funcionamiento de muchos órganos del cuerpo. Dios dio a su pueblo ciertas leyes de salud que, si se observaban, disminuirí­an y, en muchos casos, evitarí­an las enfermedades que afligí­an al mundo pagano (Deu 7:9-11, 15). Las naciones gentiles, como Egipto, sintiendo la pesada maldición de la enfermedad, desde temprano desarrollaron sus propios métodos de curar. Herodoto habla de que Ciro de Persia envió a buscar a Egipto un médico para la vista, y que en tiempos de Darí­o habí­a médicos egipcios en Susa. Sabemos que existí­an parteras entre los hebreos en Egipto antes del éxodo (Exo 1:15-21). La preocupación temprana de Babilonia en cuanto a la curación es evidente por una sección del código de Hamurabi que trata de las tarifas médicas y leyes contra las malas prácticas en medicina. Se dice que la biblioteca de Usurbanipal contení­a unos 800 textos sobre ritos sacerdotales de exorcismo y acerca de la educación de los médicos. El rey Asa de Judá consultó a los médicos por una enfermedad de los pies (2Ch 16:12). Diseminadas por las Escrituras encontramos alusiones figuradas a los médicos y los medicamentos (Pro 17:22; Jer 8:22; 30:12; Mat 9:12). El oficio de perfumista* ya existí­a en los primitivos tiempos bí­blicos (Exo 30:25, 35; Neh 3:8; Ecc 10:1; etc.). Medicamentos especí­ficos que se mencionan en la Escritura incluyen el aceite o ungüento (Isa 1:6), “aceite y vino” (Luk 10:34; cf 1 Tit 5:23), cataplasmas (2Ki 20:7) y el muy estimado bálsamo de Galaad (Jer 8:22). Josefo afirma que los esenios experimentaban con “raí­ces y piedras medicinales” por sus cualidades curativas. Fuentes de agua mineral eran muy utilizadas en medicina y para baños calientes y tratamientos termales. Se dice que en las regiones alrededor del Mar Muerto y del Mar de Galilea habí­a varios baños de agua mineral muy populares entre la clase gobernante de Palestina durante el tiempo de Cristo. Bib.: Herodoto iii.1. 129; FJ-GJ ii.8.6.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

boetheia (bohvqeia, 996), se traduce “remedios”; “usaban de remedios” (Act 27:17; RVR: “refuerzos”); véase REFUERZO, y también SOCORRO.

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento