SABELIANISMO
Movimiento teológico del siglo III. Doctrina preferida de los seguidores de Sabelio (residente en Roma alrededor del año 215), que enseñaba que la Trinidad forma una sola persona manifestada bajo tres aspectos sucesivos: Padre, Hijo y Espíritu Santo. En cierta forma era una versión de un movimiento teológico anterior, el monarquianismo del siglo II en Asia Menor y Roma.
A pesar de ciertas apariencias de ortodoxo, el término ® MONARQUIANISMO se aplicó a partidarios de un punto de vista unipersonal y no trinitario. La palabra «monarquía», utilizada por algunos para describir esta posición, tiene relación con la primacía de Dios como Padre, mientras que el Hijo y el Espíritu Santo serían modos reveladores y temporales de la autorrevelación del Padre. Fueron objeto de fuertes críticas por parte de Tertuliano.
En la versión de Sabelio, este insistió en aceptar la deidad de Cristo a la vez que se mantenía la unidad de Dios. Las personas de la Trinidad eran en realidad modos o manifestaciones de Dios. (® MODALISMO; PATRIPASIANISMO.)
Fuente: Diccionario de Religiones Denominaciones y Sectas
[929]
Herejía de Sabelio, presbítero de Roma del siglo III, que vivió y enseñó bajo el Papa Ceferino. Fue condenado por el Papa S. Calixto (217-222) y más contundentemente por el Papa San Dionisio (259-268) en su carta el año 260.
El error de Sabelio era trinitario. Negaba la Trinidad en la práctica y sólo admitía en Dios tres nombres o formas de hablar del mismo Dios.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa
La palabra se deriva del nombre de un teólogo del tercer siglo, Sabelio. El término indica un concepto inadecuado de la Trinidad. Sabelio trató de evitar el triteísmo reduciendo a las tres personas del Padre, Hijo y Espíritu Santo respectivamente a tres formas, modos o relaciones que la Deidad toma en sus tratos con el hombre. De esta forma, Dios es eterna y esencialmente uno, pero económicamente, esto es, para propósitos específicos, toma la forma de Padre, Hijo y Espíritu Santo, y se puede confesar y adorar como tal. Esta solución simplista del misterio de la triunidad atrajo a muchos seguidores, pero pronto se notó que, a pesar de que Cristo es del todo Dios, no es un mero modo o función, sino que el Hijo eterno y preexistente (Jn. 17:3, 5, 24), demandando así una confesión de una trinidad o triunidad esencial. A causa de la oposición de Dionisio de Alejandría, Sabelio y su enseñanza fueron condenados en un concilio en Roma (bajo el Papa Dionisio) en 263 d.C.
William Kelly
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (547). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología