SAGRADA FAMILIA
Jesús, María y José forman la primera «Iglesia doméstica», es decir, la comunidad en torno a Jesús (cfr. LG 11). Todo giraba en torno a un «sí» a los planes salvíficos del Padre. En la casita de Nazaret, el Verbo de hizo carne en el seno de María Virgen, ofreciéndose al Padre en sacrificio redentor (cfr. Heb 10,5-7). María dijo el «sí» de respuesta a la nueva Alianza (cfr. Lc 1,38). José , el «varón justo», el «esposo» de María, «hizo lo que el ángel le había mandado» y «recibió a su esposa» (Mt 1,19-24).
María y José forman una unidad esponsal y virginal al servicio de Jesús, según los nuevos planes salvíficos de Dios. Ambos dan el nombre a Jesús (cfr. Mt 1,21; Lc 1,31). Corren la misma suerte de pobreza, puesto que «no había lugar para ellos en el mesón» (Lc 2,7). Los pastores encuentran a Jesús con «María y José» (Lc 2,16). Ambos «ofrecen» a Jesús en el templo y «se admiran» de las palabras de Simeón (Lc 2,22.33). Ambos, siempre con Jesús, correrán la misma suerte del exilio y de vida escondida en Nazaret (Lc 2,14.21).
La Sagrada Familia se guiaba por los signos de la voluntad de Dios que dirige la historia de Nazaret a Belén, de Belén a Egipto y de nuevo a Nazaret, siempre con plena confianza en la Providencia. Se movía según los planes de Dios, en un caminar anual hacia la Pascua (cfr. Lc 2,41). María y José estaban dedicados al crecimiento integral de Jesús (cfr. Lc 2,40.52), dispuestos a ser también, para él, signo de la voluntad del Padre (cfr. Lc 2,51). El influjo espiritual y psicológico fue decisivo, teniendo en cuenta la receptividad plena de Jesús.
A Jesús le llamarán indistintamente «hijo de María» (Mc 6,3), «hijo de José» (Jn 1,45), o también «hijo del carpintero» (Mt 13,55) y «carpintero» o trabajador a secas (Mc 6,3). Aquel oficio Jesús lo había aprendido (lo mismo que todos los aspectos de su educación) junto a María y José, en la vida escondida de Nazaret (cfr. Jn 1,46), en dependencia de ellos, puesto que «les estaba sujeto» (Lc 2,51).
Hablar de «Sagrada Familia» equivale, pues, a hablar de familia cristiana, confianza en la Providencia, vida oculta, fidelidad a los planes de Dios, trabajo honesto, vida ordinaria efectuada con amor perfecto y servicio humilde. Tal vez podría ser un símbolo de toda esta realidad, tan rica en contenido, la «túnica inconsútil» (Jn 19,23-24), que ciertamente la tejió María. Aquella túnica desapareció en el mercado, como todos los detalles y trabajos de Nazaret; pero el amor con que se hizo esa túnica y se vivió la vida familiar de Nazaret, queda para siempre transformado en vida eterna, en «nuevo cielo y nueva tierra», gracias a Cristo Redentor (cfr. Apoc 21,1). Es el símbolo de la fecundidad espiritual y apostólica, que corresponde a «una vida escondida con Cristo» (Col 3,3).
Referencias Anunciación, familia, matrimonio, Navidad, Nazaret, Presentación de Jesús, Providencia divina, San José, Virgen María.
Lectura de documentos CEC 531-534.
Bibliografía AA.VV., Tiempo de Navidad, en Asambleas del Señor (Madrid, Marova, 1965) 9; R.E. BROWN, The Birth of the Messiah A Commentary on the Infancy Narratives in Matthew and Luke (Garden City, Doubleday, 1977); A. FEUILLET, Jésus et sa Mère, d’après les récits lucaniens de l’enfance et d’après Saint Jean (Paris, Gabalda, 1974); I. GOMA, El evangelio según San Mateo (Madrid, Edic. Marova, 1976) vol.I; J. LOPEZ MARTIN, El año litúrgico ( BAC, Madrid, 1984) cap.V; S. MUí‘OZ IGLESIAS, Los evangelios de la infancia (Madrid 1983 1987); A. NOCENT, Celebrar a Jesucristo Navidad y Epifanía (Santander, Sal Terrae, 1979) cap. V; J. SCHMID, El evangelio según san Lucas (Barcelona, Herder, 1973); F.M. WILLAM, La vida de Jesús en el país y pueblo de Israel (Madrid, Espasa-Calpe, 1954); Idem, Vida de María, la Madre de Jesús (Barcelona, Herder, 1956) cap. IV.
(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)
Fuente: Diccionario de Evangelización