SENO DE ABRAHAM

expresión hebrea empleada por Jesús en la parábola de el rico malo y Lázaro el pobre. Al morir los personajes de la parábola, Lázaro es llevado, por los ángeles al s. de A., lo que corresponde a la expresión †œreunirse con sus padres†, como se dice en Jc 2, 10; esto es, con los patriarcas, Lc 16, 22. La expresión tiene que ver con la manera judí­a de describir los regocijos de la era mesiánica con la imagen de un banquete: †œY os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos†, Mt 8, 11.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Indica bienaventuranza después de la muerte, ya que estar cerca al fundador de la nación hebrea se consideraba el honor más alto (Luk 16:22-23).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

tip, TIPO

vet, Expresión empleada por el mismo Señor Jesús en Lc. 16:22, designando la morada de las almas rescatadas después de la muerte, es decir, el Paraí­so. Los judí­os pensaban en la felicidad de la acogida que les harí­an Abraham, Isaac y Jacob en este Paraí­so (cfr. 4 Mac. 13:17). Se regocijaban ante la perspectiva de entrar en comunión con él y se veí­an, por así­ decirlo, reposando sobre su seno. En el lenguaje rabí­nico del siglo III d.C., la expresión “estar en el seno de Abraham” significa: “haber entrado en el Paraí­so”. El concepto de “reposar sobre el seno” viene, a su vez, de la costumbre oriental de comer reclinados hacia la mesa. De esta manera, la cabeza de la siguiente persona estaba muy cerca del seno de la antecedente. Los puestos eran asignados de manera que el que recibí­a más honor era el que quedaba más cerca del anfitrión. Es en este sentido de cercaní­a y comunión que se entiende la expresión.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

[291]

Expresión basada en la metáfora de Lucas (Lc. 16.22) alusiva al seno de Abraham (regazo, en griego kolpon) a donde fue el mendigo Lázaro. Se designó así­ al estado, lugar o situación, en que se suponí­an las almas justas antes de la Redención de Jesús. A él llegó el alma del Señor, pues el cuerpo quedó en el sepulcro, y de él liberó a las almas de los justos y las llevó consigo.

Evidentemente son expresiones metafóricas y antropomórficas, ya que todo lo del “más allá” no se puede entender con teorí­as de espacio y tiempo. “Bajar”, “lugar”, “seno,” y “Abraham” son formas simplificadas de aludir al misterio de la vida trascendente.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

En Lucas 16:22s. se narra que Lázaro es llevado por los ángeles al seno de Abraham. Es natural y en armonía con el pensamiento del NT en otro lugar, que pensemos en el banquete celestial en el que ahora Lázaro es admitido. Reclinado en la mesa al lado de Abraham (cf. Jn. 13:23), Lázaro goza en esta manera de los privilegios de un invitado de honor (cf. Mt. 8:11). El judaísmo rabínico usaba la expresión en un sentido diferente, esto es, para referirse al descanso de los sufrimientos y necesidades de la vida terrenal y en comunión íntima con el padre de la raza, el cual todavía vive y está bendecido en muerte.

El Hades y el seno de Abraham son dos lugares distintos, y no dos compartimentos del mismo lugar. Si el seno de Abraham hubiera querido significar uno de los compartimentos del Hades, en ese caso la otra división hubiera sido mencionada con igual precisión. El Hades sólo se menciona en conexión con el rico; el otro lugar está separado por «una gran cima». El Hades se asocia con la idea de estar en tormento, así que el tormento es la consecuencia de estar en el Hades. Si el Hades aquí fuera un concepto neutral, en este caso no se hubiera expresado este contraste con la vida suntuosa que el rico tenía anteriormente.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Meyer en kolpos en TWNT; SBK, II, pp. 225ss.

Marten H. Woudstra

TWNT Theologisches Woerterbuch zum Neuen Testament (Kittel)

SBK Kommentar zum Neuen Testament aus Talmud und Midrasch (Strack and Billerbeck)

Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (568). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.

Fuente: Diccionario de Teología

En la Sagrada Biblia, la expresión “el seno de Abraham” se encuentra sólo en dos versículos del Evangelio de San Lucas (16,22-23). Aparece en la parábola del hombre rico y Lázaro, cuyo lenguaje figurado claramente se extrae de las representaciones populares del mundo invisible de los muertos que eran corrientes en la época de Nuestro Señor. Según las concepciones judías de ese tiempo, las almas de los muertos se reunían en un lugar de espera general, el Seol de la literatura del Antiguo Testamento, y el Hades de los escritos del Nuevo Testamento (cf. Lucas, 16 22, en el griego 16,23). Sin embargo, existía entre ellos una separación local, según sus actos durante su vida mortal. En el mundo invisible de los muertos las almas de los justos ocupaban una morada o compartimiento propio que estaba claramente separado por un muro o un abismo de la morada o compartimento al que eran enviadas las almas de los réprobos. Esta última era un lugar de tormentos habitualmente llamado Gehenna (cf. Mt. 5,29-30; 18,9; Mc. 9,42 ss. en la Vulgata latina) – la otra, un lugar de felicidad y seguridad conocido bajo los nombres de “Paraíso” (cf. Lucas, 23,43) y “el seno de Abraham” (Lucas, 16, 22-23). Y en concordancia con estas concepciones judías Nuestro Señor pintó el terrible destino del egoísta hombre rico, y por el contrario, la gloriosa recompensa del paciente Lázaro. En la vida futura Dives se encuentra en la Gehenna, condenado a los más atroces tormentos, mientras que Lázaro fue llevado por los ángeles al “seno de Abraham” donde los justos muertos compartían el reposo y la felicidad de Abraham, “el padre de los fieles”.

Pero mientras los comentaristas generalmente concuerdan sobre el significado de la expresión figurada “el seno de Abraham”, como designando la morada bienaventurada de las almas de los justos después de la muerte, están en desacuerdo respecto a la forma en que se originó la propia frase. Hasta la época de Juan Maldonado (1583 d.C), su origen se remontaba a la costumbre universal de los padres de tomar en sus brazos, o colocar sobre sus rodillas a sus hijos cuando estaban fatigados, o cuando volvían a casa, y hacerles acostarse a su lado durante la noche (cf. 2 Sam. 12,3; 1 Rey. 3,20; 17,19; Lc. 11,7ss.), haciéndoles así disfrutar de descanso y seguridad en el seno de un padre amoroso. De la misma manera se suponía que actuara Abraham con sus hijos tras las fatigas y dificultades de la vida presente, de ahí la expresión metafórica “estar en el seno de Abraham”, significando estar en reposo y felicidad con él.

Pero según Maldonado (In Lucam, XVI, 22), cuya teoría ha sido desde entonces aceptada por muchos estudiosos, la metáfora “estar en el seno de Abraham” deriva de la costumbre de reclinarse en sofás en la mesa de uso general entre los judíos antes y durante la época de Cristo. Como en un banquete cada invitado se apoyaba sobre su codo izquierdo para dejar su brazo derecho libre, y como dos o más se ponían en el mismo sofá, la cabeza de un hombre estaba cerca del pecho del hombre que estaba detrás, y por tanto se decía que “reposaba en el seno” del otro. También los judíos de antaño consideraban una señal de especial honor y favor hacia uno el que se le permitiera recostarse en el seno del dueño de la casa (cf. Jn. 13,23). Y es mediante esta ilustración como pintaban ellos el mundo futuro. Concebían la recompensa de los justos muertos como la participación en un banquete dado por Abraham, “el padre de los fieles” (Cf. Mt. 8,11ss.), y como la recompensa más elevada el reposar en el “seno de Abraham”.

Desde la venida de Nuestro Señor, “el seno de Abraham” dejó gradualmente de designar un lugar de felicidad imperfecta, y se convirtió en sinónimo del propio Cielo. En sus escritos los Padres de la Iglesia con esa expresión denotan a veces la morada de los justos muertos antes de que fueran admitidos a la Visión Beatífica tras la muerte del Salvador, a veces el Cielo, en el que los justos de la Nueva Ley son introducidos inmediatamente tras su fallecimiento. Cuando en su liturgia la Iglesia ruega solemnemente que los ángeles transporten el alma de uno de sus hijos difuntos al “seno de Abraham”, emplea la expresión para designar el Cielo y su bienaventuranza eterna en compañía de los fieles de ambos Testamentos, y en particular con Abraham, el padre de todos ellos. Este paso de la expresión “el seno de Abraham” de un sentido imperfecto y limitado a uno más completo y superior es muy natural y está en plena armonía con el carácter general del designio del Nuevo Testamento como complemento y plenitud de la revelación del Antiguo Testamento.

Fuente: Gigot, Francis. “The Bosom of Abraham.” The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907.

http://www.newadvent.org/cathen/01055a.htm

Traducido por Francisco Vázquez.

Revisado y corregido por Luz María Hernández Medina.

Fuente: Enciclopedia Católica