Biblia

SENTIDOS DE LA ESCRITURA

SENTIDOS DE LA ESCRITURA

(v. Escritura)

(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)

Fuente: Diccionario de Evangelización

Desde el comienzo de su historia, los cristianos se plantearon el problema de la determinación precisa del verdadero sentido de un pasaje bí­blico y de la forma de descubrirlo, es decir, de las reglas hermenéuticas para su comprensión exacta.

Los Padres de la Iglesia Orí­genes (t 253), Jerónimo (419) y Agustí­n (t 450) fueron los principales artí­fices de la doctrina del triple sentido de la Escritura: a) sentido literal o «somático» (corporal) o histórico: comprensión de la letra del texto en su significado inmediato y obvio: b) sentido psí­quico: percepción de la dimensión espiritual del enunciado bí­blico; c) sentido pneumático: interpretación de la Biblia que refiere el texto bí­blico a la Iglesia y a la Jerusalén celestial.

En la Edad Media los principios hermenéuticos de los Padres de la Iglesia se codificaron en cuatro sentidos escriturí­sticos, fáciles de memorizar en el dí­stico latino: Littera gesta docet, quid credas allegoria, moralis quid agas, quo tendas anagogia. Por ejemplo, ¿cuál es el sentido de Jerusalén? En sentido literal es la ciudad histórica, alegóricamente es la Iglesia, moralmente es el alma y anagógicamente es la ciudad celestial] La teorí­a patrí­stica y medieval de los sentidos de la Escritura responde al deseo de alcanzar la intención de un texto, su verdadero sentido o, dicho de otro modo, la verdad de la uletran.

También para los exegetas de la época patrí­stica y medieval se trataba de comprender el texto bí­blico en su propiedad. No parece impertinente afirmar que los Padres de la Iglesia y los exegetas medievales se proponí­an, en definitiva, lo mismo que se propone la exégesis cientí­fica de nuestros dí­as. La teorí­a de los sentidos de la Escritura ha quedado hoy superada por la hermenéutica bí­blica moderna en el plano metodológico, pero no ha sido arrinconada en su intención profunda de escudriñar el texto bí­blico para encontrar en él la verdad o el sentido del que es portador es decir, para comprender la totalidad del texto bí­blico o de la «letra» sin escisión alguna entre la «letra» y el «espí­ritu».
A. Bonora

Bibl.: L. Alonso Schokel, Hermenéutica de la palabra, Hemenéutica bí­blica, Cristiandad, Madrid 1986; p, Grelot, La Biblia, Palabra de Dios, Herder Barcelona 1968; W, Lohfink, Exégesis y teologí­a, Sí­guerne, Salamanca 1969, A, Artola – J M, Sánchez. Caro, Biblia y palabra de Dios, 11, en Introducción al estudio de la Biblia, Verbo Divino, Estella 1995.

PACOMIO, Luciano [et al.], Diccionario Teológico Enciclopédico, Verbo Divino, Navarra, 1995

Fuente: Diccionario Teológico Enciclopédico