SEPARAR

v. Apartar, Consagrar, Santificar
Gen 1:4 buena; y separó Dios la luz de las tinieblas
2Sa 1:23 tampoco en su muerte fueron separados
Ezr 9:1 no se han separado de los pueblos de las
Neh 13:3 separaron .. a todos los mezclados con
Mat 19:6; Mar 10:9 los que Dios juntó, no lo separe
Luk 24:51 se separó de ellos, y fue llevado arriba
Act 15:39 se separaron el uno del otro; Bernabé
Rom 8:35 ¿quién nos separará del amor de Cristo?
Rom 8:39 ni .. nos podrá separar del amor de Dios
1Co 7:10 que la mujer no se separe del marido
1Co 7:15 pero si el incrédulo se separa, sepárese
1Th 2:17 separados de vosotros por un poco de


A. Verbos parad (dr’P; , 6504), “dividir, separar”. Esta palabra y sus derivados son comunes en hebreo antiguo y moderno. Se encuentra en el texto del Antiguo Testamento solamente unas 25 veces. Parad aparece por primera vez en Gen 2:10 “Y salí­a de Edén un rí­o †¦ y de allí­ se repartí­a [dividí­a] en cuatro brazos [ramales]”. El vocablo a menudo expresa la idea de separación entre pueblos, a veces con hostilidad: “Sepárate de mí­” (Gen 13:9 rva). Al parecer una separación recí­proca está implicada en el nacimiento de Jacob y Esaú: “Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos que serán divididos desde tus entrañas” (Gen 25:23). A veces la separación se debe a la situación económica: “Las riquezas traen muchos amigos; mas el pobre es apartado de su amigo” (Pro 19:4). En términos generales, parad tiene más connotaciones negativas que positivas. nazar (rz¾n: , 5144), “separar, separarse”. Este verbo aparece unas 10 veces en el Antiguo Testamento hebraico. La raí­z nazar es un verbo semí­tico común. En acádico, nazaru, significaba “maldecir”, pero en semí­tico occidental connotaba “dedicar”. Los estudiosos de las lenguas semí­ticas a menudo relacionan el hebreo nazar con nadhar (“hacer votos”, “jurar”). “Separar” y “consagrar” no se distinguen entre sí­ en la literatura temprana del Antiguo Testamento. Por ejemplo, la primera vez que se usa nazar en el Pentateuco es en Lev 15:31 “Así­ mantendréis a los hijos de Israel separados [“apartados” lba] de sus impurezas, para que no mueran en sus impurezas por haber contaminado mi tabernáculo que está entre ellos” (rva). Aquí­ Moisés usa el término en un sentido cúltico, refiriéndose a un tipo de “consagración”. Al comparar varias traducciones modernas (sobre todo en inglés) se demostrará que nazar en Lev 22:2 a veces se traduce “separar” y otras “dedicar”. La rva traduce el verso de la siguiente manera: “Di a Aarón y a sus hijos que traten con reverencia las cosas sagradas de los hijos de Israel, para que no profanen mi santo nombre en aquello que me han consagrado. Yo, Jehová”. En los dí­as del profeta Zacarí­as, los judí­os preguntan a Dios si debí­an continuar con cierto ayuno que habí­an adoptado voluntariamente. “Entonces enviaron a Sarezer, a Reguem-melec y a sus hombres a la casa de Dios para implorar el favor de Jehovah, y para hablar con los sacerdotes que estaban en la casa de Jehová de los Ejércitos y con los profetas, a fin de preguntarles: ¿Debo hacer duelo [“¿haremos abstinencia?” rv] en el mes quinto y ayunar, como he hecho desde hace algunos años?”” (Zec 7:2-3 rva). Dios responde que el ayuno ya no era necesario y por tanto no debí­an seguir haciéndolo. En la literatura profética, el verbo nazar indica que Israel se separa de Jehová para dedicarse a dioses ajenos o í­dolos. En Hos 9:10, las diferentes versiones discrepan entre sí­ sobre la traducción de nazar: “Como uvas en el desierto hallé a Israel; como la fruta temprana de la higuera en su principio vi a vuestros padres. Ellos acudieron a Baal-peor, y se apartaron [“consagraron” rva, lba, bj y la mayorí­a de las versiones católicas] para vergüenza, y se hicieron abominables como aquello que amaron” (rvr; cf. nrv). El profeta Ezequiel usa nazar: “Porque cualquier hombre de la casa de Israel, y de los extranjeros que moran en Israel, que se hubiere apartado de andar en pos de mí­, y hubiere puesto sus í­dolos en su corazón, y establecido delante de su rostro el tropiezo de su maldad, y viniere al profeta para preguntarle por mí­, yo Jehová le responderé por mí­ mismo” (Eze 14:7). B. Nombre nazéí†r (ryzIn: , 5139), “uno que se separa; nazareo”. En el Antiguo Testamento se encuentran 16 casos de la palabra. El primer uso de nazéí†r se halla en Gen 49:26 “Las bendiciones de tu padre †¦ serán sobre la cabeza de José †¦ que fue apartado [“nazareo” rv] de entre sus hermanos” (rvr; cf. Deu 33:16). Algunos traductores de versiones modernas traducen nazéí†r en esta cita como “prí­ncipe” (rva). La bj y lba lo traducen como “consagrado” (cf. “escogido” lvp; “elegido” nbe, bla, bpd, sbp). Esta traducción puede justificarse si se da por sentado que José fue separado de sus hermanos para ser el salvador de su padre y hermanos con sus familias. Con mayor frecuencia en el uso veterotestamentario, nazéí†r, sirve para denominar a alguien que ha hecho votos de abstenerse de ciertas cosas por determinado perí­odo: “Estas son las instrucciones acerca del nazareo para el dí­a en que se cumpla el plazo de su nazareato. Vendrá a la entrada del tabernáculo de reunión” (Num 6:13 rva). De acuerdo con Num_6, un laico de cualquier sexo podí­a hacer votos especiales de consagración al servicio de Dios por determinado tiempo. Por lo general, un “nazareo” hací­a sus votos voluntariamente; no obstante, en el caso de Sansón (Jdg 13:5, 7) sus padres lo dedicaron para siempre. Se debate si este concepto de dedicarse al servicio de Dios era caracterí­stico solamente de Israel. En Num 6:1-23 se establecen leyes prescriptivas respecto al nazareato. Habí­an dos clases de “nazareato”: temporal y los vitalicio. La primera clase era mucho más frecuente que la segunda. En la Biblia encontramos únicamente tres casos de nazareato perpetuo: Sansón, Samuel y Juan el Bautista. Según la Mishnah, el perí­odo normal para cumplir con un voto “nazareo” era treinta dí­as; aunque algunas veces se hací­an dobles votos que duraban sesenta dí­as. En ciertos casos, los votos se extendí­an hasta los cien dí­as. Durante el perí­odo de su voto, un “nazareo” debí­a abstenerse de vino y de cualquier otra bebida intoxicante. Se le prohibí­a además cortarse el cabello o acercarse a un cadáver, aunque fuese su pariente más cercano. Si un “nazareo” se contaminaba accidentalmente, debí­a someterse a ciertos ritos de purificación y luego repetir todo el perí­odo de consagración. El “nazareo” era “santo para el Señor” y llevaba su consagración sobre su frente como diadema. En la literatura profética hay una sola mención de “nazareos”: el profeta Amós se queja de que el Señor habí­a dado a Israel a los nazareos y profetas como sus guí­as espirituales, pero el pueblo dio “de beber vino a los nazareos y a los profetas mandasteis diciendo: ¡No profeticéis!” (Am 2.11–12). El Nuevo Testamento menciona a veces lo que parecen ser votos nazareos. Por ejemplo, Act 18:18 dice que Pablo zarpó con Priscila y Aquila en Cencrea, en donde “se rapó la cabeza, porque habí­a hecho un voto” (cf. Act 21:23-24).

Fuente: Diccionario Vine Antiguo Testamento