SUMMA TEOLOGICA

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Obra central de Santo Tomás de Aquino, que comenzó a escribir en 1265 y redactó entre 1.266 y 1.268, pero que dejó inconclusa al morir en 1273. Parece que la diseñó después de haber hecho entre 1261 y 1264 la “Summa contra Gentiles”, tratado de Teologí­a acerca de la verdad de la fe cristiana y de sus misterios principales
La Summa, obra cumbre de la Teologí­a cristiana, en la intención del Doctor Angélico fue una especie de catecismo o manual de Teologí­a para principiantes.

En el prologo dice: “El que enseña Teologí­a debe instruir no sólo a los aprovechados, sino a los principiantes según las palabras del Apóstol: Como a niños en Cristo os di leche para beber, no comida sólida”. Nos proponemos en esta obra exponer todo lo que toca a la religión cristiana para instruir a principiantes” Se dice que en la mente del genial autor iba a tener siete partes, pero quedó en la mitad de la tercera cuando le sorprendió la muerte en casa ajena camino del Concilio de Lyon. Con todo, a juzgar por el prólogo de la tercera parte, parece que sólo pensaba en tres partes y que, por lo tanto, casi la terminó del todo antes de su muerte. La diseñó en forma de recopilación erudití­sima de temas, muchos inspirados en los Cuatro libros de las Sentencias de Pedro Lombardo

En todo caso, el conjunto de temas tratados y conservados se desenvuelve en tres partes.

– La primera trata de Dios: de la esencia y acción de Dios, de las pruebas de su existencia, de la Santí­sima Trinidad y de la adoración a Dios.

– En la segunda parte trata del movimiento hacia Dios de las criaturas dotadas de razón, es decir, de la moral.

– La tercera, que quedó inconclusa por la muerte de su autor. Está dedicada a Cristo Salvador y a los sacramentos.

Cada parte tiene artí­culos y cada articulo cuestiones. Y cada cuestión se articula en tres zonas:

+ “Videtur ut” que son opiniones contrarias. Hay 3 o 4 argumentos. En algunas Qauestiones Disputatas suele haber 13 o 15 a favor y en contra.

+ En “Sed contra” expone la propia doctrina de forma sintética, clara, rigurosa y muy ordenada y progresiva.

+ En “Ita ut” o “respondeo”, se rebaten las objeciones o alternativas de la primera parte y se responde a las dudas.

En este orden perfecto discurre el proceso racional de la magní­fica “catedral teológica”, única en la Historia eclesial.

(Ver Tomás de Aquino. San. 3)
ESQUEMA Y PLAN DE LA SUMMA THEOLí“GICA

Después de haber, en una cuestión preliminar (q.1), aclarado la naturaleza, el valor y el método de la ciencia teológica, se propone el plan general de la obra:

“Puesto que el papel de la ciencia sagrada es el de hacer que se conozca a Dios, y esto, no solamente lo que él es en sí­ mismo, sino como principio y fin de la criatura razonable, trataremos:

1º) de Dios

2º) del movimiento de la criatura razonable hacia Dios

3º) de Cristo, que, en tanto que hombre, es para nosotros la ví­a por la cual debemos tender hacia Dios “.

PRIMERA PARTE El estudio de Dios, que constituye el objeto principal de la primera parte de la Suma, se divide en tres partes principales: 1º) Tratado de Dios en su esencia.

– Naturaleza de Dios: los que es, o más bien lo que no es. Pasa revista a sus atributos: simplicidad, perfección, bondad, infinidad, omnipresencia, inmutabilidad, eternidad, unidad (q.3-11).

– Conocimiento de Dios y cómo podemos nombrarle (q.12 y 13).

– Su actividad.

* Primero, sus operaciones inmanentes: inteligencia y voluntad (q.14-24).

+ La primera lleva a la Ciencia de Dios (q.14-17).

+ La segunda presenta la ví­a de Dios (q.18) y la voluntad divina y sus propiedades: amor, justicia y misericordia.

* Luego trata los actos que provienen de inteligencia y de voluntad: providencia, predestinación, reprobación (q.19-24).

+ Al fin mira la omnipotencia de Dios que se ve en el mundo creado (q.25).

El tratado “De Deo” termina con cuestiones sobre la beatitud divina (q.26) y su dimensión eterna.

2º) Tratado de la Trinidad
Habla de la distinción de las Personas en Dios. Se divide en tres secciones:

– El estudio de las procesiones intertrinitarias (q. 27).

– Cómo las Personas se distinguen por su relación de origen, el estudio de las relaciones divinas, centro de la doctrina trinitaria de santo Tomás (q. 28).

– Y visión de las Personas divinas consideradas absolutamente, es decir cada una en sí­ misma (q. 33-38).

+ Que es Persona (q. 29).

+ Cada Persona y sus rasgos originales y sus procesiones (q. 30-38).

+ Relación entre Personas (q. 39-43).

3º) La Creación.

Mira la procesión de las criaturas, vista con una división tripartita.

– Trata de la procesión de las criaturas (q.44-46).

– Pasa a la distinción de las cosas creadas (q.47-102). Lo desarrolla así­:

+ Presenta la distinción de las criaturas y el origen divino de su diversidad (q.47), la distinción del bien y del mal (q.48) y causas del mal (q.49).

+ Habla de los cuerpos y expone datos del hexamerón bí­blico (q. 65-74).

+ Desarrolla un vasto tratado del hombre, sí­ntesis de espí­ritu y de cuerpo, y que maniPropuesta de la posición filosófica y aristotélica de Santo Tomás (q.75-102).

Trata la naturaleza del hombre: su psicologí­a y esencia (q.75-76), sus potencias (q.77-83), la actividad del alma (q.84-89), la esencia del alma como forma única del hombre. Resalta la función de la inteligencia (q. 90-102).

– Habla de la conservación y del gobierno del mundo (q.103-119).

+ Presenta el gobierno divino en general y en particular (q.103-105): conservación, moción, concurso divino. Estudia la influencia de los ángeles, tanto entre ellos como en los hombres (q.106-114).

+ Termina con tres cuestiones relativas a la causalidad humana: la influencia intelectual del hombre sobre el prójimo (Psicologí­a de la enseñanza q.117), su acción sobre los objetos materiales y la propagación del hombre (q.117-119).

SEGUNDA PARTE

1. Primera Parte
Es sección que trata de materias generales de la moral.

1. Teleologí­a

Tratado del fin último y de los fines de los seres (q.1-5)

2. Los actos humanos.

Habla de los actos humanos y su relación con la bienaventuranza y sus exigencias (q.6-114).

a) Primera parte estudia las acciones en si mismas (q.6-22) b) Luego vienen los actos comunes con los animales: las pasiones (q. 23-48) c) la otra analiza los principios de estas acciones (q.49-54).

d) Y entra luego en el magní­fico estudio de las virtudes (q.55-70) e) Para terminar con el análisis de los vicios y pecados. (q. 71-89).

f) La última sección estudia los principios de los actos humanos (q. 90-114).

– El primer principio es Dios que mueve hacia el bien. Mueve por la ley y por la gracia. De ahí­ los dos tratados de la ley y de la gracia que se ofrecen.

– En el tratado de la ley se habla de la ley en general y de sus fundamentos metafí­sicos, psicológicos o morales (q.90-97).

– Se habla de la ley eterna, de la moral natural y de la ley positiva humana

– Se citan en particular las diversas leyes, se hace referencia al Antiguo Testamento y a sus prescripciones morales, rituales y jurí­dicas (q.98-105).

– Se pasa al Nuevo Testamento, la “lex nova” base del cristianismo (q.106-108).

– Se termina con el tratado de la Gracia (q.109-114) y la orientación sobrenatural de la moral, la necesidad de la gracia divina, su naturaleza í­ntima y sus efectos en la justificación y en el mérito.

3. Las virtudes
En la primera sección trata de las virtudes y de los vicios en particular
A. Las virtudes teologales.

Se presentan en la primera parte de la “Secunda secundae” (q.I-170).

Las tres virtudes teologales (q.1-46) se desarrollan según reglas desarrolladas en el prólogo,
* La Fe.

Primera virtud teologal. Se estudia en primer término la fe misma (q.1-7): el acto de fe interior y exterior (q.2 y 3), el “habitus” de fe, su causa y en sus efectos (q.4-7) + Luego mira los dones del Espí­ritu Santo que corresponden a la fe: los de inteligencia y de ciencia (q.8 y 9) + Vienen los pecados opuestos a la fe: el descreimiento, la herejí­a, la apostasí­a, la blasfemia y los pecados contra el Espí­ritu Santo: la ceguera espiritual y la ignorancia religiosa (q.15)

+ Y por último los mandamientos que conciernen a la fe (q.16).

* La Esperanza.

Se trata en sí­ misma y en el sujeto que la posee (q.17-18).

+ Don de temor que se sigue (q. 19) + Los pecados de desesperación y de presunción opuestos (q.20 y 21).

+ Los preceptos divinos que se le relacionan (q.22).

* La Caridad
Se presenta como amistad divina. Son expresiones bellas y profundas sobre el amor de Dios. (q. 23-46).

+ Su sujeto y su lugar en la vida del alma (q.23-24). Explica con claridad escolástica y con mí­stica emoción el modo de acrecentar el amor a Dios.

+ La naturaleza del amor y las cuestiones sobre el objeto y el orden de la caridad (q. 25-26).

+ Los efectos interiores del amor: alegrí­a, paz y piedad; y sus efectos exteriores: beneficencia, limosna y corrección fraternal (q. 27-33).

+ Los pecados contra la caridad se oponen contra estos actos (q.34-43): – al amor se opone el odio, – a la alegrí­a, la languidez espiritual o tibieza y la envidia, – a la paz, la discordia y la contienda, el cisma, la guerra.

– a la beneficencia, el escándalo.

+ El tratado de la Caridad termina por la exposición de los mandamientos relativos a la virtud (q. 44) y con la explicación del don de la sabidurí­a (q.45).

B. Las virtudes morales.

Son las virtudes cardinales y su división. Las divide con lógica admirable. Emplea las nociones de partes integrantes (integrales), partes subjetivas (interiores), y partes potenciales (relacionadas).

* La Prudencia
Está estudiada en su esencia, en sus partes integrantes, subjetivas y potenciales, en el don de Consejo, por último en los pecados opuestos y en los mandamientos relacionados (q. 47-56).

* La Justicia Es el estudio más extenso (q. 57-122). Se inicia con investigaciones sobre el derecho, la justicia y sus formas. Mira los conceptos básicos, que son ante todo aristotélicos. (q. 57-60). Y luego explora las partes de la justicia, y vincula a cada virtud relacionada un grupo correspondiente de pecados.

+ Ante las partes subjetivas: justicia distributiva y justicia conmutativa, coloca pecados contra el prójimo en su persona, en sus bienes o en su fama. (q. 61-78).

+ Entre las partes potenciales coloca la virtud de la religión, con sus contrarios (q.79 a 100). Desarrolla una teorí­a completa de la religión y de sus manifestaciones interiores o exteriores: meditación, plegaria, sacrificio, juramento, etc. Entre los contrarios trata la superstición, el perjurio, el sacrilegio y la simoní­a.

+ Coloca entre las partes potenciales la piedad filial y los deberes hacia el Estado y la sociedad. (q. 101-105).

+ A propósito de los pecados contra la sociedad, estudias los pecados contra la verdad (q. 109-113).

+ Y explora el sentido de la amistad y la generosidad (q.114-120).

+ Y termina estudiando el don del Espí­ritu Santo de la piedad y los mandamientos de Dios que la rigen (q.121-122).
* La Fortaleza
Analiza su naturaleza y con interés comienza explorando el acto más excelente, el martirio (q. 123-140).

+ Las partes subjetivas son la capacidad para emprender, la iniciativa, y luego la capacidad mantener, la resistencia o constancia. Para ello explora la magnanimidad, la paciencia y perseverancia.

+ El don relacionado del Espí­ritu Santo es el “don de fortaleza” (q. 137-140)
* Templanza
Tiene numerosas ramificaciones en virtudes parciales. (q. 141-170).

+ Las partes integrales son la vergüenza y la honestidad (q. 144 y 145).

+ Sus partes subjetivas rigen el goce de la alimentación y de la bebida con las virtudes de sobriedad y abstinencia (q. 146 – 150). Y el placer sexual, que está regulado por la castidad y la virginidad. Al mismo tiempo trató de la lujuria y de sus especies (q.151-154).

+ Las partes potenciales de la templanza son la continencia, la mansedumbre y la clemencia, y la humildad (q.155-169).

+ Trata con amplitud la moderación en general y la humildad en especial (q.161)

+ Refleja su visión de la cultura al analizar el estudio y la curiosidad. (q. 166 y 167). Cita la “Eutrapelia”, que ordena los movimientos del cuerpo, el juego y el adorno (q.168 y 169). 2. Segunda parte

Explora cuestiones complementarias, sobre todo de naturaleza social.

+ Estados y formas de vida

Los diversos géneros de vida se tratan en esta sección (q. 171-189). Se distingue una triple diversidad de estados.
* El estado de gracia

Se analizan los dones divinos que se reciben en la vida de forma extraordinaria, “gratiae gratis datae” (q.171-178). También la profecí­a y el éxtasis.

* La actividad cristiana

Que se agrupa en acciones correspondientes a la vida activa y a la vida contemplativa (q. 179-182). Sobresale su estudio sobre la vida contemplativa que es un verdadero tratado de Mí­stica. Y Luego explora el sentido de la vida activa o ministerial
* La perfección cristiana

La realidad ascética y los afanes por llegar a ella se vinculan con la caridad. Se diferencia el estado de perfección de la perfección personal. Por eso habla del estado religioso. Las cuestiones sobre el estado religioso terminan la “Secunda parte” (q. 183-189). Esta visión de los estados de perfección y de sus formas serán la guí­a de la Iglesia a lo largo de siete siglos.

TERCERA PARTE

La tercera parte trata de los Sacramentos y de la Encarnación del Verbo. Es la culminación cristológica de todo lo que el Doctor angélico escribió. Sus palabra son claras: “Puesto que nuestro Salvador Jesucristo nos mostró el camino de la Verdad, que puede conducirnos a la beatitud de l a vida eterna, es necesario, para terminar el sistema teológico, después de haber considerado el fin último, las virtudes y los pecados, hablar del Salvador y de los beneficios que aportó al género humano. Este tratado se divide en dos partes, una de las cuales tiene por objeto el Salvador mismo, la otra los Sacramentos por los cuales obtenemos la gracia y la vida eterna a la cual llegamos por el Cristo” 1. Sobre Jesucristo Salvador.

– Esta parte (q.1-59) comprende dos secciones principales.

* La Encarnación
En este misterio se asume que el Hijo de Dios, el Verbo se hizo hombre por nuestra salvación “y solo por nuestra salvación” (q.1-26). Tres centros de atención ocupan la reflexión (q. 1-26)

+ Conveniencia de la Encarnación.

Es conveniente para salvar a los hombres de su estado de caí­dos. (q. 1)

– El carácter hipostático (q. 2) se basa en el concepto de Persona divina del Logos, que asume naturaleza humana (q. 3), lo cual hace la humanidad adorable.

– Elementos y consecuencias de la asunción, no absorción, de la humanidad por la divinidad en Jesús (q.4-6).

– Explora las perfecciones derivadas y también las indigencias (q.7-15). Estas perfecciones son la gracia que el mismo Cristo es y que vuelve a El como jefe del género humano, como gracia de salvación (q.7 y 8).

– También se analiza la ciencia del alma de Cristo, con una triple intuición de Dios (Ciencia infusa, Ciencia adquirida (q.9-12) y poder de Cristo hombre (q.13).

– Las indigencias de la naturaleza humana de Cristo son su capacidad de sufrir en su cuerpo y en su alma (q. 14 y 15).

+ Modo de unión
El Verbo hecho carne tiene naturaleza humana (q. 15). Aclara la unión que existe en el Verbo hecho carne, es decir de la unión hipostática con terminologí­a clara y precisa.

+ Consecuencias de la Encarnación Para Cristo la unión hipostática tiene diversas consecuencias (q.16-26).

Cristo, Dios y hombre, está afectado por tres maneras:
– Con relación a sí­ mismo Las consecuencias y los efectos en cuanto al Cristo mismo se relacionan con el ser y el devenir (q.16, teorí­a de la commucatio idiomatum) y a la unidad en el Cristo: unidad de ser (q.17), unidad de voluntad, es decir conformidad de la voluntad humana con la voluntad divina (q.18), y unidad de acción del hombre-Dios, en el sentido de que la humanidad obra como instrumento del Logos (q.19). Las páginas que S. Tomás escribió aquí­ sobre la unidad del ser y de la operación en el Cristo se hallan entre las más profundas y difí­ciles que hayan caí­do de su pluma; nos permiten entrever la concepción elevada que tiene de la unión hipostática.

– Con relación al Padre.

Las consecuencias son de dos clases, según sean vistas las relaciones del Hijo con el Padre o del Padre con el Hijo.

+ Desde las primeras, explica la obediencia del Hijo con relación al Padre (q. 20), la plegaria de Jesús (q.21) y el sacerdocio de Cristo (q.22).

+ Desde el segundo ángulo, explica la filiación divina de Jesucristo hombre (q. 23) y la predestinación de Cristo (q.24) – Con relación a nosotros.

La primera consecuencia es que Cristo merece nuestras oraciones, incluso como hombre (q.25), pues es Mediador (q.26).

* Sobre Jesús sufriente
Es un tratado rico y afectuoso. Estudia aspectos entrañables (q. 27 a 59:
– los misterios de su vida, los sufrimientos y de la glorificación de Cristo, de modo que toda la vida y realidad de Cristo merecen una atención singular
– Resalta el valor de la vida del Salvador para el perdón de los hombres.Y esa consideración se organiza en cuatro partes: + La entrada de Cristo en el mundo (q.27-39) y los sucesos que llegaron + La vida terrenal de Jesús, sobre todo en los años de su predicación (q.40-45).

+ El hecho de su pasión y de su muerte en la cruz (q.46-52)

+ Las formas de la elevación y de la glorificación del salvador (q.53-59).

* Complementos

– Mariologí­a Los estudios de Jesús van acompañados de referencias a su Madre: la anunciación (q.27-34), el nacimiento (q. 35 y 36), la circuncisión (q. 37), el bautismo (q. 38-39).

– Vida de Jesús La segunda parte está consagrada a la carrera terrestre (q.40), a la tentación, a la enseñanza y a los milagros de Jesús (q.40-46).

– Sufrimientos de Jesús El estudio de la Pasión (q 46-52) está impregnado de tierna piedad cristiana.

+ Los sufrimientos de Cristo con mirados en su esencia, en sus causas y en sus efectos (q.46-49)

+ Su muerte y la sepultura del Salvador, así­ como de su descenso a los infiernos se relatan con palabras emocionadas pero serenas (q.50-52).

+ La eficacia de la pasión y de sus efectos (q. 46-49) constituyen un modo original de entender a Jesús.

– La resurrección
La cuarta parte habla de la Resurrección (q.53-56), de la Ascensión (q.57-58) y del poder de Cristo como juez (q.59).

Abunda en pruebas y en citas de los Padres, en las decisiones de la Iglesia y argumentos claros y contundentes.

2. Los sacramentos Son mirados como fruto de la obra de Cristo que quiso dejarlos a sus seguidores.

– Se plantea una visión global de la sacramental en seis ideas básicas: esencia, necesidad, efectos, gracia, causa, materia, número (q.60-65).

– Luego trata cada sacramento en particular con una visión lógica admirable.

+ El bautismo (q. 66-71), la Confirmación (q. 72), la Eucaristí­a (q. 73-83) y parte de la penitencia (q.84-90).

+ En la Eucaristí­a, brilla su explicación sobre la Transubstanciación y su devoción sobre la comunión (q. 79 a 81).

+ En la Penitencia deja brotar la estrecha vinculación con el perdón de Cristo. Su idea quedó paralizada por su muerte. Se disponí­a a abordar la teorí­a de la contrición, pero ya no tuvo tiempo. Dios le llamó para darle el descanso merecido a sus trabajos y a su piedad.

Al final de un viejo manuscrito de la “Tertia pars”, conservado en la Biblioteca capitular de Toledo (Cod. 19-13), se pueden leer estas palabras: “Hic moritur Thomas, ecclesiae lumen, orbis decus, theologorum gemma”.

Dejaba escritas 512 cuestiones, 2.669 artí­culos, cerca de 10.000 objeciones con sus respuestas. Apenas si habí­a una repetición de lo ya dicho en una obra ingente y portentosa.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa