TIBERIO

segundo emperador romano, sucesor de Augusto, su padre adoptivo, 14-37 d. C., en tiempos de Juan Bautista y del ministerio público de Jesús. Ascendió al trono, no por su preferencia sino por ser el último heredero del trono; por su avanzada edad, su carácter se tornó difí­cil y perdió la confianza del pueblo. Renunció al imperio y pasó sus últimos dí­as asilado en Capri. El nombre de T. aparece en la Biblia únicamente cuando se hace mención a que en el decimoquinto año de su gobierno, Juan el Bautista empezó a predicar, Lc 3, 1-4.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Tiberio Julio César Augusto sucedió al principado al morir Augusto el 14 d. de J.C., llegando así­ a ser el segundo emperador romano. Tiberio tení­a gran habilidad y una medida de magnanimidad; porque, a pesar de sus muchas memorias infelices, buscó lealmente continuar con la polí­tica de Augusto, tanto extranjera como doméstica. Los rumores de libertinaje senil en Capri pueden mencionarse con las calumnias de los primeros años, aunque hay alguna evidencia de perturbación mental en el último perí­odo del principado. Tiberio murió el 16 de marzo del año 37 d. de J.C. El era el emperador reinante al tiempo de la muerte de Cristo.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

El segundo de los emperadores romanos, después de Augusto César, de quien fue hijo adoptivo. Se le menciona por nombre en Lc. 3:1 para señalar que en el decimoquinto año de su reinado comenzó la predicación de †¢Juan el Bautista. T. gobernó en los años 14 al 37 d.C. Por lo tanto, gran parte de la vida y del ministerio público del Señor Jesús tuvieron lugar cuando este hombre ocupaba el trono de Roma. En los Evangelios se le llama por el tí­tulo de †œCésar† en varias ocasiones: 1) Cuando el Señor Jesús contestó la pregunta sobre si se debí­a dar tributo, pidió una moneda que contení­a una imagen de T. (Mar 12:14-17). 2) En la acusación que hací­an los sacerdotes y la muchedumbre ante Pilato, diciendo que †œeste prohí­be dar tributo a César† (Luc 23:2). 3) En la amenaza que los mismos hicieron a Pilato al decirle: †œSi a éste sueltas, no eres amigo de César† (Jua 19:12). 4) En la afirmación de los principales sacerdotes: †œNo tenemos más rey que César† (Jua 19:15).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, BIOG REYE HOMB HONT

vet, Segundo emperador de Roma (Mt. 22:17; Mr. 12:14; Lc. 3:1; 20:21, 22; Jn. 19:12). Nació en el año 42 a.C. Era yerno de Augusto. De carácter sombrí­o y desconfiado, se exilió voluntariamente en la isla de Capri, donde pasó la mayor parte de su reinado. Judea estaba entonces gobernada por Valerio Grato y por Poncio Pilato. Tiberio expulsó a los judí­os de Roma, y después revocó este edicto, y rectificó los males que les habí­an causado los procuradores romanos. Herodes Antipas construyó Tiberias sobre el mar de Galilea, dándole este nombre en honor del soberano. Tiberio se manifestó como un tirano sanguinario en los últimos años de su reinado. Sus temores y sospechas le llevaron a ordenar la muerte de muchos de sus más allegados. Según Suetonio, se entregaba desenfrenadamente a una sensualidad irracional. Después de haber sembrado el terror en sus últimos años, habiendo caí­do enfermo, fue asesinado en el año 37.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Tiberio Julio César fue el segundo emperador romano (años 14-37); hijo de Tiberio Claudio Nerón y de Livia; hijo adoptivo de Augusto. Sólo es mencionado una vez en el N. T. Juan comienza su ministerio en el año 15 de su reinado (Lc 3,1).

E. M. N.

FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001

Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret

Segundo emperador de Roma. Nació en el año 42 a. E.C., y era hijo de Tiberio Claudio Nerón y Livia Drusila. Cuando su madre se casó con Augusto en el año 38 a. E.C., él pasó a ser el hijo adoptivo del emperador. A instancias de su padre adoptivo, se divorció de su esposa Vipsania Agripina a la edad de treinta y un años y contrajo matrimonio con Julia, la hija de Augusto.
Augusto escogió a Tiberio como sucesor después que habí­an muerto todos los demás candidatos que preferí­a. Augusto falleció el 17 de agosto del año 14 E.C. (calendario gregoriano), y el 15 de septiembre Tiberio permitió al Senado que lo nombrara emperador. Juan comenzó a bautizar †œen el año decimoquinto del reinado de Tiberio César†. Si se cuentan los años desde la muerte de Augusto, el año decimoquinto comenzó en agosto del año 28 E.C. y terminó en el mismo mes del año 29 E.C. Si se contara desde su proclamación oficial como emperador, el año decimoquinto comenzarí­a y terminarí­a en el mes de septiembre de los mismos años. (Lu 3:1-3.)
Tiberio murió en marzo del año 37 E.C., por lo que fue emperador durante todo el tiempo del ministerio de Jesús. De modo que era la imagen de Tiberio la que tení­a la moneda que le llevaron a Jesús cuando dijo: †œPaguen a César las cosas de César†. (Mr 12:14-17; Mt 22:17-21; Lu 20:22-25.) Tiberio amplió la ley de laesa majestas (Lesa Majestad) para que penalizase, además de actos sediciosos, el empleo de términos difamatorios contra el emperador, y probablemente los judí­os se basaron en esta ley para presionar a Poncio Pilato a fin de que se diese muerte a Jesús. (Jn 19:12-16.) Posteriormente Tiberio llamó a Pilato a Roma debido a las quejas de los judí­os contra su administración, pero Tiberio murió y fue sucedido por Calí­gula antes que Pilato llegase.
Como emperador, Tiberio tuvo tanto virtudes como vicios. Impidió que se gastara dinero en frivolidades y usó los fondos con generosidad en favor de la prosperidad del imperio, así­ como para paliar los efectos de desastres o tiempos adversos. Se consideró a sí­ mismo un hombre, no un dios; rehusó muchos tí­tulos honorí­ficos y, por lo general, centró la adoración del emperador en Augusto más bien que en sí­ mismo.
Sin embargo, sus vicios excedieron a sus virtudes. Era extremadamente receloso e hipócrita; durante su reinado mandó asesinar a gran cantidad de personas, y entre sus ví­ctimas estuvieron muchos de sus anteriores amigos. Consultó a astrólogos. En su villa de Capri, donde pasó los últimos diez años de su vida, se entregó a deseos lascivos y perversos de la clase más degradada con hombres que se tení­an para propósitos contranaturales.
A Tiberio no solo lo despreciaron, por ejemplo, su maestro de escuela, Teodoro de Gadara, y su propio padre adoptivo, Augusto, sino también sus súbditos en general. Después de su muerte el Senado rehusó deificarle. Por estas y otras razones, los escriturarios ven en Tiberio un cumplimiento de la profecí­a que dice que †œuno que [habí­a] de ser despreciado† se levantarí­a como el †œrey del norte†. (Da 11:15, 21.)

Fuente: Diccionario de la Biblia

Hijastro de Augusto César, con renuencia adoptado como heredero cuando toda esperanza de sucesión directa se desvaneció. Al morir Augusto en el 14 d.C., Tiberio, a los 56 años de edad, tenía ya una experiencia de gobierno tras sí que había durado toda una vida. No obstante, fue un momento decisivo cuando el senado le transfirió corporalmente los poderes de Augusto, reconociendo así que la ascendencia de Augusto de hecho constituiría en adelante un instrumento indispensable del estado romano. Durante 23 años Tiberio prosiguió lealmente pero sin imaginación la política de Augusto. Su terquedad lo fue privando gradualmente de la confianza de la nación, y optó por un retiro ingrato en la isla de Capri hasta su muerte. En su ausencia los juicios por traición y la intervención de la guardia pretoriana sentaron nuevos y peligrosos precedentes en la política romana. Se hace referencia a él en Lc. 3.1, e indirectamente dondequiera que se menciona a “César” en los evangelios.

Bibliografía. R. Seager, Tiberius, 1972; B. M. Levick, Tiberius the Politician, 1976.

E.A.J.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico

Segundo emperador romano, 14 a.C. – 37 d.C., nació el 16 de noviembre de 42 a.C., murió el 16 de marzo de 37 d.C. Hijo de Tiberio Claudio Nerón y Livia. Por el matrimonio de su madre con el emperador Augusto se convirtió en hijastro de éste que le adoptó en el año 4 a.C. En el año 10 fue nombrado corregente con Augusto. Duro e introvertido por naturaleza y amargado por la negligencia con la que su padre adoptivo permitía que se le tratase, no cultivó entusiasmos personales y durante mucho tiempo fue tratado por los historiadores como un tirano sanguinario. Desde la mitad del siglo XIX se le juzga mejor como un verdadero romano, un gobernante fiel a sus deberes, justo sabio y con autocontrol. Es uno de los más distinguidos de todos los emperadores romanos en la política interna. Al igual que Augusto, reformó y mejoró todos los departamentos del gobierno, y fomentó la prosperidad en todas partes del imperio, del cual ya Augusto había puesto los fundamentos. Desarrolló el poder imperial evitando que el senado renovara su autoridad de tiempo en tiempo, como había hecho Augusto. La fuerte oposición que creció contra él se debió a su disposición taciturna y dominante y a la influencia del prefecto de la guardia Ælius Sejano, que era el único en quien confiaba. Las persecuciones y ejecuciones por lesa-majestad, que aumentaron rápidamente en la segunda parte de su reinado, y la obscuridad que invadió a Roma indujeron a Tiberio a dejar la capital definitivamente en el año 26 para vivir parte de su tiempo en Campania y parte en la isla de Capri.

Antes de esta fecha la cuestión de la sucesión al imperio había causado una terrible tragedia familiar. Tiberio tenía un hijo, Druso, de su primer matrimonio, mientras que de su segundo matrimonio, con la inmoral Julia, hija de Augusto, no tuvo hijos. Después de la muerte de su sobrino Germánico (19 d.C.) al que había sido obligado a adoptar por orden de Augusto, excluyendo a su propio hijo, intentó asegurar la sucesión para su hijo Druso. Se formó una vil intriga contra este plan en la que participó la esposa de Druso, Livilla, que mantenía relaciones ilícitas con Sejano. En el año 23 Druso fue envenenado por Sejano y Livilla. Sin embargo cuando en el año 31 Sejano dirigió una conspiración para instalarse en el trono, Tiberio fue avisado en el último momento e hizo que ejecutaran a Sejano. Tiberio pasó los últimos años en una soledad constante, misantropía y crueldad en la isla de Capri, donde se dice que se abandonó al libertinaje. Sin embargo estos informes están influidos por prejuicios y no han sido demostrados de forma satisfactoria. Tampoco es probable que fuera asesinado.

El ministerio y muerte de San Juan el Bautista y de Jesucristo ocurrieron durante el reinado de Tiberio. Según Lucas (3,1), San Juan el Bautista fue llamado por Dios a preparar los caminos para Cristo, como su precursor, en el decimoquinto año del reinado de Tiberio. Poco antes de su muerte Tiberio llamó de Judea a su procurador Poncio Pilato. Tertuliano (Apologeticum, V, XXI), de quien toman la historia Eusebio y Paulo Orosio, relata que Tiberio recibió un informe respecto a Cristo y que reunió al senado para colocar a Cristo entre los dioses. El senado rechazó la propuesta y entonces Tiberio amenazó con castigos a los acusadores de los cristianos. La narración no es digna de crédito, pero es probable que Tiberio conociera un documento que era alegadamente un informe de Pilato.

Bibliografía: STAHR, Tiberio (2da ed., Berlín, 1873); DOMASZEWSKI, Gesch. der römisch. Kaiser, I (Leipzig, 1909), 250-319; TARVER, Tiberio el Tirano (Londres, 1902); SCHILLER, Gesch. der römisch. Kaiserzeit, I (Gotha, 1883), 238-304; HARNACK, Gesch. der altchristl. Literatur, II (Leipzig, 1897), pt. I, 604-10; BARDENHEWER, Gesch. der altkirchl. Literatur, I (Friburgo, 1902), 410-11.

Fuente: Löffler, Klemens. “Tiberius.” The Catholic Encyclopedia. Vol. 14. New York: Robert Appleton Company, 1912.
http://www.newadvent.org/cathen/14717b.htm

Traducido por Pedro Royo. L H M.

Fuente: Enciclopedia Católica