VENERACION

1. V. a los antepasados ® culto a los muertos. 2. V. y prohibición de imágenes. Una de las leyes del Decálogo dice: †œNo te harás escultura ni imagen alguna, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra†, Ex 20, 4.

Siempre se representaron en imágenes las divinidades en los pueblos de la Antigüedad, costumbre contraria a los preceptos de la religión de los israelitas.

El cristianismo rechazó el culto a las imágenes pero a pesar de ello, las viviendas y en las tumbas, los sarcófagos y los utensilios, figuraban sí­mbolos cristianos tales como la cruz, el cordero, el pez, el barco, la palma, el fénix, la paloma, etc. Aunque sólo se podí­a adorar a Dios, partir del siglo IV surgió la polémica sobre la legalidad de la v. y la adoración de las imágenes. Sólo se podí­a adorar a Dios, y las imágenes, en cambio, podí­an veneradas. La v. se hací­a por genuflexión o postración, aplicando incienso o colocando velas encendidas. La v. se acrecentó con la aparición de las llamadas imágenes religiosas que con frecuencia adquirieron un auténtico carácter mágico y supersticioso. Según san Basilio el Grande, el padre de la iglesia, se veneraba al modelo o a quien representaba la imagen.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

[480]
Acción y efecto de tributar culto de admiración y respeto a una persona, figura, recuerdo, lugar o actividad. Es una forma de culto religioso primario que supone admiración y reconocimiento de superioridad. No llega a la adoración, pero implica cierta dosis de misteriosa superioridad y de alcance espiritual.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa