Biblia

VERITATIS SPLENDOR

VERITATIS SPLENDOR

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Encí­clica de Juan Pablo II sobre los derechos y la necesidad de la verdad en el mundo de hoy. Se publicó en la Transfiguración, el 6 de Agosto de 1993.

La verdad se centra en los aspectos morales y se reclama la sinceridad para no engañarse, con el pretexto de la libertad, del progreso o de la pluralidad, que parecen ser valores máximos del mundo moderno.

1. Pregunta evangélica: (Mt. 19.16) 2. No conformarse al mundo.

3. No desvirtuar la cruz de Cristo.

4. Defender la verdad siempre.

5. El bien moral en la Iglesia hoy.

Se resalta el valor de la verdad en sí­ misma y no en función de las circunstancias. La Iglesia tiene el deber de anunciar la verdad, no suya, sino la recibida de Cristo. Ello reclama valor, sinceridad y claridad ante todo. La verdad se halla en el Evangelio. Allí­ brilla por excelencia. La Iglesia ha ido siempre a esta fuente segura. Eso deben hacer los cristianos en los tiempos actuales.

Es un buen texto para una catequesis sistemática y clara sobre la moral cristiana y para hallar luz en los diversos problemas éticos que afectan a la cultura moderna.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa

El 6 de agosto de 1993 el Papa Juan Pablo II publica una encí­clica sobre algunas cuestiones fundamentales de la enseñanza moral de la Iglesia. Está dividida en tres partes. Así­, la primera parte, tomando como hilo conductor el pasaje de Mt 19, en el encuentro de Jesús con el joven, refiere el versí­culo tengo que hacer?». La respuesta de Jesús es clara: guarda los mandamientos, ven y sí­gueme. Aunque parezca una empresa difí­cil, para Dios todo es posible porque El estará con nosotros hasta el final de los tiempos. Se puede afirmar que esta parte asienta los fundamentos de toda moral cristiana: el seguimiento y configuración con Jesucristo.

En la segunda parte, el pasaje evangélico es Rom 12,2: «No os conforméis a la mentalidad de este mundo». Se hace un discernimiento de algunas tendencias de teologí­a moral actual. En concreto sale al paso, para equilibrar, libertad y la ley, conciencia y verdad, opción fundamental y comportamientos concretos.

Finalmente, en el tercer capí­tulo, el pasaje es 1 Cor 1,17: «Para no desvirtuar la cruz de Cristo». Es un aliento para reforzar el bien moral como parte importante de la vida de la Iglesia y del mundo. Desde la moral cristiana se debe renovar la vida personal y social aunque suponga incluso el martirio. El Papa hace una llamada a los obispos como responsables de que la enseñanza sea correcta.

BIBL. -JuAN PABLO II, Encí­clicas, Edibesa, Madrid 1995.

Raúl Berzosa Martí­nez

Vicente Mª Pedrosa – Jesús Sastre – Raúl Berzosa (Directores), Diccionario de Pastoral y Evangelización, Diccionarios «MC», Editorial Monte Carmelo, Burgos, 2001

Fuente: Diccionario de Pastoral y Evangelización

Es el tí­tulo de la encí­clica de Juan Pablo II (6 de agosto de 1993) sobre algunas cuestiones fundamentales de la enseñanza moral de la Iglesia. Su interés radica en el doble hecho de ser la primera vez que en un documento de esta categorí­a se tratan los problemas de moral fundamental y de que se percibe en él muy directamente la mano de un papa que, si por sus posturas restrictivas en el terreno de la bioética y de la moral conyugal y sexual ha recibido fuertes crí­ticas incluso en el mundo católico, en el terreno de la moral social ha presentado ideas avanzadas respecto a muchos moralistas.

En la introducción se reconoce la discrepancia existente entre la postura tradicional de la Iglesia y ciertas posiciones teológicas sobre cuestiones de máxima importancia para la Iglesia y la convivencia humana. En esta crisis, el papa intenta precisar algunos puntos doctrinales decisivos.

El capí­tulo 1 presenta la respuesta de Cristo a la pregunta moral de los hombres, brindándoles su ayuda y su presencia siempre viva en la Iglesia para que alcancen responsablemente su madurez humana y su realización como hijos de Dios.

El capí­tulo 11 ofrece el discernimiento de la Iglesia sobre algunas tendencias en la teologí­a moral actual: a) la interpretación de la autonomí­a de la razón humana en la determinación de las normas morales, negando la universalidad y la permanencia de una ley natural; b) el menosprecio de la ayuda de la Iglesia en la formación de la conciencia moral del individuo; c) la posibilidad de separar en la valoración moral la opción fundamental de los comportamientos concretos; d) el teleologismo (proporcionalismo, consecuencialismo), más bien que la ordenación radical del acto humano hacia el bien en toda su verdad.

El capí­tulo III insiste en la responsabilidad de la Iglesia, sus pastores y sus teólogos, por la educación moral de los fieles, como un servicio a la persona y a la sociedad.

La encí­clica termina presentando a Marí­a, madre de misericordia, como signo luminoso de la vida moral cristiana.

A. Ortiz Garcí­a

Bibl.: Juan Pablo II, El esplendor de la verdad, BAC 199, Madrid 1993: 61, Moralia XVI (1994), dedicado totalmente al estudio de la encí­clica.

PACOMIO, Luciano [et al.], Diccionario Teológico Enciclopédico, Verbo Divino, Navarra, 1995

Fuente: Diccionario Teológico Enciclopédico