Biblia

YAHVISTA

YAHVISTA

Con este término se designa una fuente del Pentateuco (o, según M. Noth, del Tetrateuco). La palabra «fuente» corresponde a «mano de un escritor o de varios escritores», a †œtradición redactada por escrito «. Se la reconoce gracias a la historia de la crí­tica literaria que, en lo que atañe al Pentateuco, comienza con J Astruc en 1753 y alcanza su cima con la nueva hipótesis documental, formulada sobre todo por J. Wellhausen y su escuela (Prolegomena zur Geschichte Israels, Berlí­n 1878).

La redacción-tradición yahvista se llama así­ convencionalmente porque se designa a Dios con el nombre de Yahveh. Precisamente por el uso constante de este nombre, el Yahvista manifiesta una idea teológica concreta: no existe solución de continuidad entre los acontecimientos del origen, las experiencias de los patriarcas y la acción-enseñanza de Moisés. La sigla que se usa habitualmente es la fecha en que se sitúa tradicionalmente la redacción yahvista es entre el siglo x y lX a.C., es decir, la época daví­dico-salomónica; aun teniendo en cuenta la importancia de ciertas dudas y la posibilidad de discutir semejante fecha, como ha ocurrido en estudios recientes, el Yahvista puede ser considerado como el teólogo de la historia del pueblo de Dios y de la salvación universal. Estas caracterí­sticas se expresan sobre todo gracias a los dos temas de la maldición y de la bendición. Bajo el signo de la maldición (Gn 2,4b1 1,30) el hombre se deshumaniza y se autodestruye; con la bendición (Gn 12,lss), que es el obrar tí­pico y permanente de Dios, el hombre se constituye en pueblo gracias a la Palabra, al servicio que se rinde a Dios (el culto), y se convierte en mediación de la salvación para todos los pueblos. La vida de los patriarcas y luego la de Moisés está bajo este proyecto. El Yahvista orienta hacia una solución de problemas muy graves: exime a Dios de la existencia del mal; hace depender de él toda la realidad del mundo; interpreta la presencia de la infecundidad y de la no elección del primogénito; capta la presencia operante de Yahveh, Dios de los dioses, en la historia humana.

L. Pacomio

Bibl.: N. Negretti, Yahvista y Elohí­sta, en DTI, 1V 701-743. W H. Schmidt, Introducción al íntiguo testamento, Sí­gueme, Salamanca 1983: H. Cazelles, Introducción a la Biblia, Herder Barcelona 1981 : F, Garcí­aLópez, Del Yahvista al Deuteronomista, Estudio critico del Génesis, en Rev. Bibl. 87 (1980) 514-559.

PACOMIO, Luciano [et al.], Diccionario Teológico Enciclopédico, Verbo Divino, Navarra, 1995

Fuente: Diccionario Teológico Enciclopédico