Biblia

Disciplinando a nuestros hijos

Disciplinando a nuestros hijos

Por: pastor Daniel Brito

Título: Disciplinando a nuestros hijos

Texto: Proverbios 15:32-33 «Rechazar la corrección es despreciarse a sí mismo; atender a la reprensión es ganar entendimiento. 33 El temor del Señor es corrección y sabiduría;[e] la humildad precede a la honra.»

Introducción

En esta segunda noche de CAMPAÑA DE NIÑOS, seguimos con nuestra lección sobre la crianza de los hijos/as. Anoche estuvimos hablando de la parte que los padres, madres y adultos en general deben desempeñar como buen ejemplo para los niños y adolescentes. Recordemos que para poder “instruir”, uno tiene que haber sido “instruido”. Ahora seguimos con los siguientes puntos:

    1. El origen de la Disciplina está en DIOS
    2. ¿Es necesario disciplinar a nuestros hijos/as?
    3. La necedad en el niño es quitada con la disciplina
    4. Una Promesa y una Advertencia
    5. Mientras haya tiempo

Lección

  1. El origen de la Disciplina está en DIOS. – (Hebreos 12:5-6). Debemos notar que hay una gran comparación entre la disciplina de los padres/madres, y la DISCIPLINA de DIOS hacia Sus hijos/as.
    1. DIOS nos disciplina porque somos Hijos/as. En otras palabras, si no nos disciplinara, no seríamos hijos/as.
    1. La disciplina de DIOS hacia nosotros, tiene como propósito la SANTIFICACIÓN (Hebreos 12:10).
  1. ¿Es necesario disciplinar a nuestros hijos/as? – La pregunta se responde a sí mismo, y es que pienso que todos estamos de acuerdo que los hijos e hijas, deben ser disciplinados. Ahora, la pregunta no responde hasta donde se necesita disciplinar a nuestros hijo/as, y la forma que se debe usar.
    1. Es importante entender que “la rebeldía” es parte de todo ser humano por causa de la caída de nuestros padres Adán y Eva. Esa rebeldía los padres y madres deben “corregir” en sus hijos para llevarlos por el buen camino.
    1. Ya hemos visto en nuestro Texto que la persona que desprecia la “instrucción” o “corrección”, se desprecia a sí mismo. Incluso, puede llevar a esa persona a la tumba antes de su tiempo. Sabemos que el Texto se está refiriendo a un adulto, pero lo podemos aplicar a la importancia de la corrección a su debido tiempo.
      1. Es por eso que el niño y adolescente, deben ser corregidos a su tiempo, para que aprendan no solamente el buen camino, sino también a “aceptar” la “corrección” a su tiempo de los de afuera.
        1. Como ejemplo: el niño y adolescente, tienen que ir a la escuela, y ahí tienen que someterse a reglas, a instrucción, y a corrección también.
        1. Lo mismo es con las leyes civiles, a las que los niños y adolescentes tienen que aprender a respetar desde la niñez.
    1. EJEMPLO: Recuerdo cuando nuestra querida hermana Valentina Rodríguez que ahora está con el SEÑOR, me contaba que cuando ella era niña, ella le tenía miedo a los policías, hasta que su padre se sentó con ella y le aclaró que los policías son la “autoridad civil”, y están para ayudarnos. Ella me contaba que desde ese momento dejó de temer a los policías.
      1. Ese es un buen ejemplo de lo que los padres y madres cristianos deben hacer, y es enseñar a sus hijos a respetar a las autoridades civiles como en este caso, los policías.
      1. Lo mismo podemos decir de la instrucción o corrección de los padres a los hijos sobre el comportamiento con los demás.
    1. Por eso el Texto Sagrado nos muestra que quien no corrige a su hijo, lo desprecia. Eso es porque la falta de corrección, lo puede llevar a la muerte antes de tiempo, o aun, a darle muerte a otra persona.
      1. (Proverbios 13:24) «No corregir al hijo es no quererlo; amarlo es disciplinarlo.»
  1. La necedad en el niño es quitada con la disciplina. – (Proverbios 22:15) «La necedad es parte del corazón juvenil, pero la vara de la disciplina la corrige.»
    1. Los niños y adolescentes, buscan hacer lo que quieren. Muchas veces son cosas pequeñas, pero llevan a la desobediencia.
    1. ¿Se debe corregir usando castigo corporal?
      1. RESPUESTA: En el estado de California, hasta ahora se puede corregir al niño con castigo corporal, siempre que sea en el “trasero” del niño.
        1. Las leyes estatales buscan proteger a los niños del abuso infantil, y eso es bueno, pero se han ido también al extremo.
      1. Siguiendo nuestra lectura en Proverbios, podemos ver que el castigo corporal es provechoso.
        1. (Proverbios 23:13-14) «No dejes de disciplinar al joven, que de unos cuantos azotes no se morirá. 14 Dale unos buenos azotes, y así lo librarás del *sepulcro.»
  1. Una Promesa y una Advertencia. – (Efesios 6:1-3) «Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo.2 «Honra a tu padre y a tu madre —que es el primer mandamiento con promesa—3 para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra.»[a] 4 Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.»
    1. El primero es una PROMESA para toda persona, ya que TODOS somos hijos e hijas. La promesa va condicionada a la “Honra” que el hijo y la hija le otorgan a sus padres y madres.
      1. Honrar al padre y a la madre no es solamente para niños y adolescentes, porque ellos lo tienen que hacer por obligación, sino también a los adultos, que deben honrar a sus padres.
      1. Para el adulto, se honra a sus padres con el respeto, el cariño, y el cuidado.
    1. El segundo es CUIDADO con la IRA. Muchos padres no disciplinan a sus hijos debidamente, o mejor dicho, a tiempo, pero cuando lo hacen, lo hacen llenos de ira, y los golpean por todo lado. Eso no es correcto, y puede llevar al “abuso de menores”.
      1. La disciplina debe ser aplicada a su debido tiempo por los padres y madres, sin esperar a llenarse de ira.
  1. Mientras haya tiempo. – (Efesios 6:4) «Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.»
    1. Como podemos ver, la “disciplina” va ligada a la “instrucción”. Como cristianos, corregimos a nuestros hijos/as según la “disciplina del SEÑOR”.
      1. Eso quiere decir que “Instruimos” a nuestros hijos en el TEMOR DEL SEÑOR, y luego los corregimos cuando sea necesario, BASADO en la misma INSTRUCCIÓN del TEMOR DEL SEÑOR.
    1. Los hijos e hijas, deben “escoger” si quieren seguir al SEÑOR JESUCRISTO, o si no quieren. Los hijos/as no heredan la salvación, porque es solamente por la FE EN JESUCRISTO que una persona puede ser salva.
      1. Los padres y madres no podemos escoger por ellos, pero sí debemos INSTRUIRLOS y GUIARLOS a los PIES de nuestro SEÑOR y Salvador JESUCRISTO.
    1. Cifras preocupantes: Hace unos cuatro años que se hizo un estudio por Lifeway Research, el cual dice que el 70 por ciento de jóvenes adultos de 23 a 30 años de edad no asisten a la iglesia de una forma regular, y los estudiantes Protestantes en la High School (preparatoria como le llaman algunos), que asistían a la Iglesia por lo menos dos veces al mes, dejan de asistir a la Iglesia después de su graduación de High School, y comenzar su primer año de Universidad.
      1. Las Asambleas de Dios muestran una pérdida del 66% de los que se gradúan de High School, y los Bautistas del Sur pierden el 82% de los graduados.
      1. Como dijo un pastor, el estudio dice más sobre la familia que sobre la Iglesia.
      1. También dice mucho de los programas de las Iglesias que se basan en entretener, los cuales fracasan en su propósito. Y podemos decir que fracasan, porque el entretenimiento por sí solo no cambia las vidas. Los adolescentes son un campo misionero para nosotros, y necesitan la conversión y el nuevo nacimiento.
    1. Regresamos otra vez a la INSTRUCCIÓN en el hogar, porque la responsabilidad una vez más recae sobre los padres. Es en el hogar donde los niños y después adolescentes, aprenden el Camino de DIOS.
      1. Es en el hogar donde ellos aprenden el TEMOR DEL SEÑOR.
      1. Es en el hogar donde ellos deben aprender a CONGREGARSE, y vivir vidas ENTREGADAS a DIOS.

PREGUNTAS: Otra vez damos oportunidad a preguntas, y a respuestas de ustedes los padres y madres, o de algún otro adulto aquí presente.

Conclusión

Oremos….

*Toda referencia Bíblica ha sido tomada de la Biblia, Nueva Versión Internacional.