¿Qué te mueve hacer lo Bueno?
Mateo 19
Para nadie es fácil obedecer, en este mundo todos estamos obligados a obedecer. En el trabajo obedecemos porque tenemos un jefe, en el colegio porque hay profesores, no se roba por miedo a ir a la cárcel, muchos cristianos se portan bien por no ir al infierno.
Es decir muchos somos obedientes por nuestro propio bienestar, porque tenemos interés de recibir algo a cambio.
Dios quiere que le obedezcamos pero de todo corazón, no motivados por el miedo o por la necesidad. Hebreos 8: 10 “Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo;”
El pueblo de Dios se acostumbro hacer lo bueno pero de manera automática. Es mas ahora ya le parecía que obedecer a Dios era muy fácil. Mateo 19: 16-20 “Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? 19:17 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 19:18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19:19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 19:20 El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?”
Toda obligación con cuota fija al comienzo es dura, pero con el tiempo pierde valor y parece muy fácil. Ejemplo: si alguien compro una casa hace muchos años con una cuota mensual de 500 pesos con un salario mínimo de 1000 pesos en el momento era muy difícil, pero ahora que ha pasado el tiempo con un salario mínimo como de 500. 000 pesos, y conservando la misma cuota la obligación viene a ser insignificante.
Dios quiere que le obedezcamos motivados por:
1. El espíritu. Gálatas 5: 16-18 “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 5:17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 5:18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.”
Cuando obedecemos guiados por el espíritu a pesar de las dificultades no nos cansamos, la obediencia de alguien guiado por el espíritu no está sometida a las circunstancias, no importa cuántas oportunidades se le presenten para desobedecer el espíritu lo mantiene firme.
2. Por el Amor. Juan 14: 15 “Si me amáis, guardad mis mandamientos.” El obedecer por amor nos lleva a disfrutar y a gozarnos a pesar que a la vez nos causa dolor. Al igual que un fisiculturista, el ejercicio fuerte le causa dolor en sus músculos, pero el amar lo que hace le causa también satisfacción, y alegría.
La obediencia por amor es atreverse a renunciar. V 21 “Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.”
Si amamos a Jesucristo con todas nuestras fuerzas y con todo nuestro corazón seremos capaces de sentir gozo al renunciar a lo que más amamos aquí en la tierra, de lo contrario sería muy triste. V 22 “Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.”
Por ejemplo un niño ama la gelatina de colores, pero si tiene que escoger entre la gelatina y un helado de mango biche con limón y sal muchos niños escogen el helado, aunque para algunos de nosotros los adultos eso sería una decisión demasiado amarga. Si a aun cristiano enamorado de Jesucristo siendo ya casado se le presenta la oportunidad de estar con la mujer de subida con la que siempre había soñado, Prefiere renunciar a ella por amor a Cristo más que a su propia mujer, esto para los hombres del mundo sería una decisión muy amarga.
Tomar decisiones de esta naturaleza es muy difícil, si amamos mas lo terrenal que lo espiritual nunca podríamos obedecer a Jesucristo. V 23- 24 “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. 19:24 Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” no es que Jesucristo no quiera a los ricos, el dinero no es malo, lo malo es el excesivo amor al dinero, esto nos hace orgullosos, hipócritas etc. es decir el exagerado amor al dinero puede inclinar nuestro corazón a la maldad.
Viéndolo desde esta óptica, obedecer a Dios sería algo imposible. V 25 “Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?”
Solo con la ayuda de Jesucristo a través de su santo espíritu seriamos capaces de renunciar a lo que más amamos en la tierra. El alcohólico ama el alcohol, por eso le es tan difícil dejarlo, cada uno de nosotros cuando estábamos en pecado amábamos lo que estábamos haciendo. Solo el amor de Cristo nos puedo ayudar. V 26 “Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.”
Dejarlo todo por amor a Jesús es duro pero trae recompensa. V 27-29 “Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos? 19:28 Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. 19:29 Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.”
Las leyes demasiado benignas rara vez son obedecidas; las demasiado severas, rara vez ejecutadas. Solo el amor nos hace obedecer de corazón.
3. La tercera Invitación: si nosotros lo despreciamos el también nos ignora, ahora la invitación es para cualquiera que quiera asistir a la fiesta. V 9 “Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis.”
Los suyos no lo quisieron recibir entonces se extiende la invitación a los extraños. Juan 1: 11 “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.” Es decir gracias a que su pueblo lo desprecio, nosotros tuvimos el privilegio de ser invitados.
Ahora nosotros tenemos la bendición de ser llamados para darle celo a su propio pueblo. Romanos 11: 11 “Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos.”
Dios no hace acepción de personas. V 10 “Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.” Las bodas fueron llenas había muchos invitados.
Cuando se trata de buen banquete y sobre todo gratis todos quieren estar, la bendición no está solo en que el lugar este lleno sino en que los invitados al aceptar la invitación estén dispuestos a someterse a las normas de la fiesta. V 11 “Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda.”
En la antigüedad los dueños de la fiesta no solo invitaban a la gente, ellos les proveían del atuendo que tenían que usar. Por eso el invitado no tuvo excusa, y lo único que hizo fue quedarse callado. V 12 “Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.” Muchos prefirieron no ir, este aparentemente hizo algo mas… al menos fue, pero la cuestión no es solo estar adentro. La cuestión es estar acorde a la invitación. Dios aborrece a los tibios.
El vestirse con traje de boda significa que Jesucristo exige un cambio en nosotros, que dejemos nuestra manera vana de vivir, si le estamos ya sirviendo que lo hagamos de manera diligente y no a medias.
Cuando nosotros aceptamos a Cristo en nuestro corazón le estamos aceptando la invitación. Pero no es para que le sigamos a nuestra manera, sino a la manera de Cristo. V 13 “Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.”
Es fácil aceptar el llamado. Total lo único que nos ofrece son bendiciones, hoy en día todos quieren ser cristianos, las promociones de milagros son numerosas, sanidad, prosperidad. Etc.
Definitivamente aceptar el llamado y seguirnos llamando cristianos es fácil, lo difícil y par algunos imposible, es someternos a la voluntad de Jesucristo. V 14 “Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.”
Cuando escucharon la invitación del rey algunos tuvieron excusas para no asistir, otro asistió pero no cambio, siguió viviendo igual.
La invitación de Jesucristo ya esta echa ¿Cuál es tu excusa para no asistir?
Y si ya eres de los que acudió al llamado y ahora te llamas cristiano. ¿Cuál es tu excusa para no cambiar? Recuerda que Jesucristo a los tibios los vomita.
Fuente: www.centraldesermones.com