El Reino de los Mil Años

Predicas Cristianas | Estudios Biblicos

Texto Biblico: Apocalipsis 20:1-10

INTRODUCCIÓN:

¿Sabía usted que Apocalipsis 20:1-10 es uno de los textos que más controversia ha levantado a través de la historia del cristianismo? ¿La razón? Pues que enfrenta las escuelas de interpretación que tienen tres puntos de vista distintos. La escuela postmilenial sostiene que la segunda venida de Cristo ocurrirá después del “milenio”, trayendo una época dorada de prosperidad y dominio del cristianismo.

Esta escuela sostiene que Jesucristo volverá después de un largo periodo de tiempo, pero que no tienen que ser mil años. Según ellos Cristo volverá después que los cristianos y no Cristo hayan establecido el reino de Dios en la tierra. Hablan de un tiempo cuando el mundo mejorará.

La escuela amilenial sostiene que las referencias bíblicas para el milenio forman parte del lenguaje figurado de la Biblia y que por lo tanto no habrá tal cosa como un reinado milenial literal. Ellos creen que el llamado gobierno milenario de Cristo se produce en los corazones de los creyentes cuando le reciben.

Mientras que la escuela premilenial sostiene que la destrucción de todo el mundo y el eminente retorno de Cristo son necesarios para salvar a la humanidad y traer una nueva era de paz en la tierra. Esta escuela parte del hecho que las seis veces que Apocalipsis 20 menciona el milenio son literales. Habla del inicio de un reinado de paz, prosperidad y justicia que el mundo no ha experimentado jamás. Uno de los argumentos que se esgrimen para sostener esta posición, especialmente para los que hablan de mil años como algo simbólico, es que hasta ahora cuando la Biblia se refiere a años como un cumplimiento profético, así ha sucedido.

A Abraham se le profetizó que el pueblo Israel iba a pasar cuatrocientos años en esclavitud en Egipto (Gn. 15:13). Luego, y según la profecía de Jeremías, Judá pasaría setenta años en cautivad y así fue también (Jer. 25:11). ¿Por qué interpretar los mil años como simbólicos mientras que los demás han sido literales? Partiendo, pues, que el Señor reinará con su pueblo mil años literales, nos adentramos en estudiar uno de los temas más fascinantes de las Escrituras. Descubriremos como los profetas del Antiguo Testamento ya habían predicho acerca de este reinado. Jesús reinará sobre el trono de David, y la única manera como esto se cumplirá será durante el reinado de paz del milenio. Veamos los mil años y sus actores.

I. LA ACTUACIÓN DE JESUCRISTO DURANTE EL MILENIO

1. Se sentará en el trono de David (v. 4, 6; Is. 9:6-7).

El reinado del Mesías sobre la casa David fue un hecho notorio en los salmos. Dios le había prometido a David que su descendencia seria perpetua en el trono. En el pacto que hizo Dios con David del salmo 89, se nos dice: “Para siempre confirmaré tu descendencia,Y edificaré tu trono por todas las generaciones” (Sal. 89:4). Lo mismo dice el versículo 36 para hablarnos de la perpetuidad del pacto con Dios. La Biblia siempre que habla de la restauración de Israel a sus tierras lo relacionada con la instauración del trono de David.

El profeta Jeremías nos habla del tiempo cuando Dios recogería el remanente de su pueblo en la diáspora y los traerá de regreso a Israel (Jer. 23:3). Por otro lado, el profeta Ezequiel también nos habla del día cuando Dios recogerá a su pueblo de las demás naciones y los traerá para formar una sola nación y serán dirigidos por un solo rey (Ez. 37:21, 22). Esta profecía todavía no se ha cumplido. El día llegará cuando Cristo se sentará en el trono de David y gobernará al mundo con poder, justicia y gloria. Ningún tiempo será como este. La paz que habrá con su reinado no tendrá límites. Ningún rey habrá gobernado hasta ahora como él. Jesús gobernará la “casa de Jacob”. El nuevo trono de David será inaugurado por Jesús.

2. Recibirá la gloria de las naciones (Is. 40:5).

El reinado de Cristo en el Milenio será de paz, pero también con “vara de hierro” (Apc. 19:15). En el gobierno de Cristo no habrá rebeliones, sino que las naciones vendrán a él para rendirle honor y pleitesía. Si la gloria del reinado de Salomón fue la más grande que se conozca, caracterizado por cuarenta años de paz, siendo visitado por reyes como la reina de Sabá que venían para admirar la gloria de su reinado, eso jamás podrá ser comparado con la gloria del reinado de Cristo. Ningún reinado terrenal podrá tener la gloria de aquel reinado de Cristo en la tierra. Ciertamente muchos en el día de hoy ven a Jesús como una persona más de la historia, muriendo como un héroe muy debilitado. Algunos hasta se burlan de él. Pero el día vendrá cuando reinará, y recibirá la gloria que siempre ha merecido. De todas las naciones y de los confines de la tierra vendrán y se postraran en adoración delante de él.

II. LA ACTUACIÓN DE SATANÁS DURANTE EL MILENIO

1. Satanás será encarcelado v. 1-3, 7.

Este texto es muy ilustrativo. La llave del abismo, la gran cadena y el ángel que las trae para encarcelar a Satanás, es algo simplemente asombroso en la Biblia. Hasta ese momento Satanás era el príncipe y el “dios” de este siglo. Verlo ahora atado por un ángel es una de las figuras más extraordinaria de lo que es el poder de Dios. ¿Quién será aquel ángel que tendrá semejante misión? Por seguro que será alguien que tiene mayor poder que él. Satanás es el príncipe de las tinieblas, del mal, de las guerras, de los crímenes, de las mentiras y el más grande enemigo del evangelio. Pero será atado y encarcelado por mil años. ¿Puede imaginarse a un mundo donde Satanás no reina, no obre, no controle a los hombres? Mil años de encarcelamiento para el ser que más daño ha traído a la tierra desde su fundación, tiene que ser el tiempo más inigualable, previo a la eternidad. Un día sin Satanás ya es feliz, imagine mil sin él.

2. Satanás será juzgado v. 7, 10.

De acuerdo a este texto, cuando el Milenio haya finalizado, Satanás será suelto de su prisión. Esto no es sino el plan final de Dios. Observe esta escena previa a la desaparición total de la “serpiente antigua”. Satanás regresará con toda la furia de tantos años en prisión. Su objetivo final será acabar con el pueblo de Israel, pues no pudo acabar con el Señor que ahora reina. Lo primero que hará será reunir el más grade ejército que se conozca y se apostará alrededor de la ciudad santa y la atacará. Todo eso será previsible, pues el objetivo final de Satanás será la destrucción de toda la obra de Dios. Sin embargo, el juicio vendrá sobre él y los que le siguieron. Al final este enemigo del ser humano será derrotado y luego arrojado al lago de fuego, y allí pasará la eternidad en las terribles llamas. Cuando esto ocurra, entonces el universo quedará libre para siempre de su terrible influencia. El juicio de Satanás y con él su sentencia final será el fin de la maldad en el mundo. ¿No es esto maravilloso?

III. LA ACTUACIÓN DE LOS SANTOS DURANTE EL MILENIO

1. Estarán reinando junto con el Señor v. 4.

La visión de Juan lo llevó hasta ver a todos los santos que regresen con Jesús para reinar con él durante ese tiempo. La palabra de Dios nos alienta que si sufrimos con él, también reinaremos con él (2Tim. 2:12). El Señor nos hará parte de su gloria como resultado de los padecimientos. Ahora pudiéramos ser la burla de muchos. En algunos lugares despreciados y hasta decapitados. Pero el día llegará cuando el Señor nos hará parte de su gloria y también de su reinado. A esas alturas ya hemos sido transformados, ya hemos pasado por el tribunal de Cristo, ya hemos participado con él en él en las bodas del Cordero. Ahora, y como si faltara algo más a esa vida que nos espera, el Señor compartirá su reino con todos. Pero aparte de reinar con él, también se nos concederá la autoridad para juzgar durante ese tiempo. Qué privilegio se les dará a los santos durante el reino milenial, quienes después de haber sido hechos sacerdotes de Cristo, reinarán y juzgarán en un periodo incomparable para la humanidad. Lo que está reservado para los creyentes es indescriptible.

2. Muchos santos resucitarán durante ese tiempo v. 4b.

Un asunto muy notorio será que al comienzo del milenio todos los santos del Antiguo Testamento y todos aquellos que murieron con la fe en Jesús durante la tribulación, serán levantados de entre los muertos. Hay en esto algo maravilloso que debe decirse. Imagínese a todos los creyentes del Antiguo Testamento sirviendo al Mesías que tanto anhelaron. Muchos de ellos murieron por la fe añorando ver el día de su redención. Juan nos dice que Abraham vio la llegada de aquel día y se alegró por ello (Jn. 8:56). La última parte de este versículo deja claro que habrá un número de personas que van a llegar al final del período de tribulación con su fe puesta en Jesucristo. Estas personas fueron las que se negaron recibir la marca de la bestia y vivieron hasta el final de aquel periodo. Muchos de ellos serán judíos y otros serán gentiles, pero todos ellos entrarán en el Reino de Cristo.

IV. LA ACTUACIÓN DE LOS PECADORES DURANTE EL MILENIO

1. Ellos tendrán que ver al Salvador.

¿Habrá pecadores durante el milenio? ¡Sí! No serán los que entren al milenio con Cristo, pues ellos ya son salvos y tienen un cuerpo glorificado. Pero serán aquellos que nazcan durante el milenio de todas las naciones que estarán allí. Si bien es cierto que Jesús será el Rey durante el milenio, y todos vendrán para conocerle, la única manera que los pecadores que hayan nacido durante ese tiempo podrán sean salvos, será cuando ellos conozcan a Cristo como el Salvador. Por lo tanto ellos vendrán y lo reconocerán y se unirán al canto de las naciones doblando sus rodillas delante de él, pero muchos de ellos le alabarán más no le amaran. Le adorarán pero su canto no expresará nada. Es parecido a lo que sucede hoy día en nuestras iglesias. Todos los domingos acude mucha gente a los templos. Ellos entran y toman parte de todo el culto que le damos al Señor. Forman parte de todo lo que hacemos, pero no son salvos. Será una alabanza de labios, más no del corazón, como lo dijo el profeta Isaías 29:13.

2. Ellos se unirán a Satanás al final v. 8.

Cuando Satanás sea suelto de la prisión seguirá haciendo su labor de engañador. Los mil años encadenado no podrán cambiarle, pues su naturaleza de diablo no cambiará jamás. Con su engaño reunirá a una gran multitud de los que no son salvos. Los pecadores se unirán a él en un intento final para enfrentar al Señor y su obra. Hay algo que debe decirse en esto. El mundo no cambiará según se supone que lo haría ante tanta demostración del poder y la bondad de Dios. Todo lo que el hombre tiene proviene de Dios, sin embargo hay una ingratitud que no tiene límites de quien se conoce como la “corona de la creación”. Así que resultará impensable que el hombre durante el milenio, estando tan cerca de la salvación, la rechace por unirse a Satanás. Y eso ocurrirá porque Satanás engañará a tanta gente y conformará un gran ejército “a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar”. Aquella será la batalla final y los pecadores serán destruidos.

CONCLUSIÓN:

La profecía de Isaías nos dice: “Tus ojos verán al Rey en su hermosura” (Is. 33:17). El reinado de Jesucristo durante el milenio manifestará una gloria incomparable de un extremo al otro de la creación, pero sobre todo en la tierra. Cuando el vino por primera vez se le vio manso y humilde. Verlo nacer en un pesebre y luego montado en un pollino contrasta con lo que será él en su segunda venida y en su reinado entre los hombres durante este largo periodo. Si al principio fue entregado, despreciado y luego crucificado de la manera más brutal que se conozca, en el tiempo del milenio será visto como el Rey triunfante con toda su gloria. En su segunda venida lo hará como el Mesías prometido por las Escrituras del Antiguo Testamento y como el heredero legal del trono de David (Hch. 2:29-31).

Su segunda venida para reinar en la tierra será el punto culminante de la historia. Ver a Cristo y su Deidad apareciendo en las nubes de cielo (Mt. 24:30), será el momento más grande de toda la historia de la humanidad. Su reinado traerá consigo el encarcelamiento de Satanás. ¿Puede imaginarse un tiempo cuando Satanás ya no sea el “príncipe de este mundo”? Además será el tiempo cuando los santos reinarán también con él. ¿Puede imaginarse el tiempo cuando los hijos de Dios reinen durante mil años? Pero también será el tiempo para que los pecadores que finalmente rechazaron a Cristo, sean engañados por Satanás y al ser parte de un gran ejercito, enfrenten al salvador glorioso en la batalla final. Para aquel momento todos serán destruidos. ¿Será usted uno de aquellos que reinarán con Cristo?

(571) 251-6590

Fuente: www.centraldesermones.com