Devocional Cristiano – Testificar — Un Acto De Amor
Devocional Diario – Testificar — Un Acto De Amor “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32).
Testificar de la fe no es, necesariamente, un acto que pueda agraviar o desagradar a otra persona. Pat Riddle, un pastor luterano de Carolina del Norte, cuenta un hecho interesante, acontecio con él y su esposa durante la luna de miel en Savannah, Geórgia. En una de las noches, decidieron comer en un restaurante chino que se ponía próximo al local donde estaban albergados. No era un local lujoso. Parecía hasta bien modesto, pero resolvieron experimentar su comida.
Verificaron, en el local, que la comida era maravillosa.
Cuando terminaron la cena, se dirigieron a la caja, para pagar la comida. La señora responsable, de alguna forma percibió que eran recién-casados y les preguntó se aceptarían un presente. Contestaron que sí y ella bajó por detrás de la caja registradora y agarró una pequeña casa de porcelana china. Al les entregar el regalo, ella dijo:
“Siempre conserven a Cristo en su casa y casamiento. Esta casa recordará a ustedes de mantenerlo en sus vidas. Éste es mi presente para ustedes”. Ellos se quedaron muy agradecidos por aquel testimonio cristiano, demostrado con un gesto de grande cariño y amor. La atención de aquella mujer del restaurante chino fue fundamental para el fortalecimiento de sus vidas y para que viniesen, un día, a trabajar en la obra del Señor.
¿Hemos buscado mostrar la presencia del Señor en nuestras vidasí Hemos dejado la luz de Cristo brillar por donde pasamosí ¿Hemos aprovechado todas las oportunidades para compartir la bendición de tener Jesus en el corazón?
Muchas veces vemos hermanos hablando del Señor de una manera desagradable e inconveniente. Acusan los que no tiene a Cristo de que estén yendo para el infierno o sirviendo al diablo, o cosas semejantes. Dios es amor y los discípulos del Señor necesitan mostrar ese amor. El Evangelio debe llevar alegría, paz, regocijo, y jamás enconamiento. No tenemos el derecho de agraviar o acusar quienquiera que sea. Tenemos que mostrar la vida maravillosa de aquéllos que, de verdad, tienen Cristo en sus vidas y fueron rescatados de un mundo de dudas e incertidumbres para un camino de fe y esperanza, de vida y vida con abundancia, de la perdición para la eternidad con Dios.
Lo que importa para todos es conocer la Verdad que liberta. Todo lo más es dispensable.