Reflexiones Cristianas – Vasija Nueva
“Entonces él dijo: Traedme una vasija nueva, y poned en ella sal. Y se la trajeron” (2 Reyes 2:20).
Si yo quitara los cuadros en las paredes de su casa, yo no estoy cometiendo ningún pecado, ¿cierto? Pero, si su casa esta en llamas y yo voy, calmamente, a quitar los cuadros, ¿qué usted diría? Pensaría que yo soy ¿completamente estúpida o qué estaría actuando con maldad? El mundo hoy está ardiendo. ¿Que está usted haciendo para extinguir el fuego? (Corrie Ten Boom)
¿Cómo contestaríamos a la pregunta de Corrie? En este mundo domeñado por el pecado, ¿estamos trabajando para conducir los perdidos al Señor o estamos adaptandonos a las circunstancias sin mayores preocupacionesí ¿Las cosas viejas fueron dejadas, realmente, para atrás o las estamos limpiando, pintando, dando una ordenada ligera, para que parezcan nuevasí ¿Somos cuadros en medio a las llamas o ya fuimos retirados de ellasí
El profeta, en nuestro verso inicial, fue llamado para resolver el problema de aguas impropias para beber en Jericó. ¿Cual fue su primera providencia? Pidió una vasija nueva. Una vieja, trincada y con bordes rotos, no serviría para sus propósitos. Asimismo, si anhelamos glorificar al Señor y dejar que nos use poderosamente, no podemos permanecer en el mundo, como cuadros que nada hacen y solo sirven para alimentar las llamas ya existentes.
No podemos adornar paredes de mentiras, ni de odio, ni de indiferencia, ni de egoísmo, ni de palabrotas, ni de pornografía, ni de vicios, ni de falsedad.
La vida del hijo de Dios, llamado para ser una bendición y para bendecir el mundo, debe ser nueva, limpia, verdadera, llena de brillo para destruir la obscuridad de las tiniebla a su alrededor.
¿Están nuestras vidas adaptandose al mundo o transformándolo?