Biblia

Un llamado compasivo

Un llamado compasivo

por Desarrollo Cristiano

Sermón basado en Mateo 9:9-13 , 35-38

Mateo 9.9-13, 35-38



Tema: Llamamiento, discipulado, compasión, consejería, compromiso.



Introducción


A lo mejor, en alguna ocasión, le han hecho sentir mal y han logrado que usted agache su cabeza y se sienta excluido. Así es que entiende el dolor del rechazo, la frustración de ser sacado o ser tomado en cuenta hasta el final, o que se ridiculice o denigre.


En días atrás, charlando con una mujer recién convertida, con un pasado delictivo de narcotráfico, drogadicción y prostitución escalofriante nos refería su situación actual, y su proceso de restauración. Para ella el problema no ha sido tanto enfrentarse con su pasado porque es consciente de él, ni decidir en que tiene que cambiar porque lo está haciendo, ni tener buscar otra fuente de sustento. Su mayor problema es cuando va a la iglesia, y ahí, se percatar de la repulsión que causa en los demás «creyentes» su presencia. Esa actitud le duele, y nos duele como Cuerpo de Cristo.


Uno se pregunta: ¿Acaso no es la iglesia un sitio de sanación? ¿No es un lugar de aporte y soporte? ¿Por qué esa actitud de hipocresía? ¿Quiénes son los convalecientes, los sanos o los enfermos?


Jesús se acercó a las personas, y estas se le acercaron en grandes cantidades, observó sus necesidades y las ayudó. De ellas llamó a quienes debían seguirle.


¿Cómo lo hizo? ¿Cómo invitó para que lo siguieran? ¿Cómo lo hacemos nosotros?



Idea Central: Jesús llama a las personas excluidas y desamparadas, y las invita a que le sigan.



I. Cómo llamaba Jesús. (Mt 9.9-13)


Jesús siempre buscó a las personas, quería que se acercarán, y las invitaba a seguirle, lo hacía mostrando interés genuino por ella.


La invitación la hizo con quienes iban a ser sus discípulos más cercanos. Cada uno de ellos era diferente al otro, a todos les mostró el mismo afecto, ternura y compasión. Con su ejemplo, les creaba conciencia del trato hacia sus semejantes, especialmente a las personas excluidas.



A. El llamamiento de Mateo. (9.9-11)


1. ¿Quién era Mateo? Muy poco se sabe acerca de Mateo. Excepto que era cobrador de impuestos, trabajo que realizaba cuando Jesús lo llama. De los cobradores de impuestos o publicanos se decía que eran traidores, por venderse a los romanos y aprovecharse del pueblo. Se les menospreciaba tanta que entraban en la categoría más baja del estatus social.


Eran capaces de mentir y extorsionar para obtener dinero. No se les permitía la entrada al Templo. (Lc 18.13) Se les mantenía lejos.


Jesús llamó a uno de estos, a Mateo. Era rico y despreciado. A diferencia de los otros que fueron llamados, el dejó su trabajo inmediatamente.



Como agradecimiento al llamado de Jesús, invita a sus amistades a cenar. (Mr 2.15).



2. La reacción al llamamiento de Mateo. ()


a. A los fariseos no les pareció la clase de seguidores que Jesús escogió. Quedan consternados de que un maestro coma con gente así, considerada un causa perdida.


b. Realmente no velaban por las otras personas, lo importante era su posición piadosa, se consideraban lo mejor. Los demás estaban debajo de ellos.



B. Jesús reacciona ante la falta de misericordia. (9.12-13)


1. Las personas que sufren y tienen luchas constantemente para lograr salir adelante, no necesitan saber que es lo tienen que hacer para lograrlo. La prioridad para ellas es apoyo, atención, muestras de afecto.



2. El problema de los fariseos era como el de muchas personas hoy día, estaban convencidos de que no necesitaban de nada a causa del orgullo. Esa misma situación tenía la gente de la Iglesia de Laodicea. (Ap. 3.17) Son como aquellas personas e iglesias que ven a la gente muriéndose en sus pecados y no hacen nada. Se sienten satisfechas con su falta de amor.



3. Las personas tienen necesidad de escuchar una voz de esperanza y liberación, no de condenación. Tal gesto afecta la recepción del evangelio



C. Jesús otorga gracia a los necesitados. (9.9, 12)


1. Debemos captar lo que el Señor está diciendo con levántate y sígueme. Le está ofreciendo compasión a alguien que la necesita. Le brinda la salida a alguien que está atrapado. Quizás, nunca se la habían ofrecido. Cuando Jesús se recostó a la mesa. (9.10), como era costumbre en reuniones festivas, muchos se le agregaron, respondiendo a la invitación abierta de convertirse en parte del reino de Dios tras ser excluidos durante tanto tiempo por enseñanzas tradicionales de los escribas y fariseos. Los excluidos encuentran una salida.



2. Ante esta manifestación genuina de amor, de parte de Jesús. Mateo responde con gratitud y gozo, pues lo han llamado a pesar de su condición, su pasado. (9.9) A través del evangelio se va notar ese agradecimiento por el énfasis en la misericordia de Jesús.



¿Dónde estaría usted si el Señor no lo hubiese encontrado?



II. Cómo enfrentó Jesús a las personas. (9.13)


Con la misma intensidad de compasión que Jesús tenía hacia quienes llamaba, así enfrentaba con pasión a quienes se oponían.



Un grupo de oposición eran los fariseos, especialmente por el desprecio que tenía para las demás personas.



Jesús los confrontó por:



A. El ritualismo sin consistencia.


1. Los fariseos fastidiaban con las insistencia de guardar los ritos, y demás cuestiones que ellos les habían agregado.


2. Cumplían con rigurosidad y orgullo la letra de la Ley. A tal grado que su preocupación era únicamente externa, viviendo todo lo contrario a lo que decían las Escrituras en cuanto a la misericordia. (Mt 23.23)


B. La erudición sin conocimiento de Dios. (9.13)


1. Se autoproclamaban eruditos. (9.13) Tenían todo el conocimiento, sabían la letra pero no querían entender el espíritu de los mandatos divinos


2. Por completo habían descuidado la piedad. (Os. 6.6) Los actos bondadosos, la piedad es más importante que los sacrificios.


3. Aunque eran eruditos en confrontar en lo que era de menor importancia, fallaban en lo más importante: El conocimiento de Dios, la comprensión de su misericordia, compasión y la lealtad a él, no la letra.


C. La falta de sensibilidad. (9.11)


1. El problema con los fariseos, era el aparente celo por las cosas de Dios, pero en realidad las descuidaban, especialmente la asistencia a las personas.


2. Solamente eran hipócritas, que rechazan cuidar lo verdadero: el conocimiento de Dios y el tenerlo en su corazón. (véase Miq 6.6-8)


3. No eran sensibles a las necesidades de la gente. No eran sensibles a Dios, porque no lo escuchaban. Ni eran sensibles a los demás porque estaban pendientes de las faltas ajenas. (véase Sof. 3.2)



III. Cómo confortaba Jesús a las personas. (9.11, 12, 35, 36)


El llamado de Jesús hacía que las personas de corazón duro fueran ablandadas, por tal razón podían ofrecerla a otras. Eso es lo que hace Mateo inmediatamente.


A. A los despreciados. (9.11)


1. Jesús llama a los que han recibido malos tratos, quiere confortarlos.


2. Cuando uno trata a una persona con desprecio, le está diciendo que no es digna de su atención.



B. A los enfermos. (9.12, 35)


1. Hemos visto que Jesús estuvo en contacto con las personas necesitadas y les respondió.


2. El dijo que vino a sanar y salvar (Lc 4.18; Mt 11.28-30). Vino a dar respuestas a las necesidades de las personas, aunque no prometió resolver todos los problemas.


3. Muchos cristianos no se acercan a los necesitados por sospecha de que han cometido alguna, por la apariencia personal, el olor, la evidencia o conocimiento de alguna una enfermedad contagiosa.



C. A los afligidos. (9.36)


1. Jesús busca personas que estén afligidas, desesperadas, destrozadas y acosadas para ayudarlas. La palabra utilizada es de eskulmenoi, que significa aflicción, abatimiento casi hasta morir.


2. Los afligidos estaban conscientes de sus necesidades y problemas, los fariseos no, eran autosuficientes.



D. A los abatidos. (9.36)


1. Mateo utiliza la palabra abatidos errimmenoi para indicar las personas que están sufriendo. A ese tipo de personas, Jesús vino a confortar. Eran aquellas que estaban desviadas porque no tenían a alguien que les mostrara el camino.


2. También, hace referencia a personas hundidas, que han caído a tierra y no hay quien las levante.


3. Estas ovejas son las que Jesús procura rescatar. Se encuentran perdidas y desviadas, Jesús las quiere encaminar.


4. El llamado de Jesús es para todos los que admiten que tienen necesidad de él.



Conclusión


1. Jesús está invitando a las personas necesitadas que se acerquen a él. Especialmente a las que andan sin quien las guié.


2. Nadie está demasiado alejado para que Cristo le consuele. La llamada de Cristo se dirige a todos los que admitan su necesidad.


3. El problema se encuentra en las personas que no creen que lo necesitan. ¿Dónde se encuentra usted?