Biblia

Buscando sin encontrar

Buscando sin encontrar

por Desarrollo Cristiano

Sermón basado en Mateo 11:16-19

Introducción


 


«Buscando sin encontrar.» Esta expresión forma para de una alabanza cristiana que tiene que ver con el desconocimiento de lo que es el amor de Dios. Específicamente se refiere a las personas que pierden el tiempo buscando, porque no saben dónde ni a quién. Muchas personas se pasan la vida buscando algo, y mueren sin encontrar aquello que han deseado. Es triste ver la cantidad de personas que mueren en esa condición.



La gente tiene su manera y sagacidad para enfocar su búsqueda. Por un lado, a quienes lo hacen por las cuestiones materiales. A tal grado, que la han convertido en la obsesión y razón primaria de su vida.



Pero, ¿realmente las personas pueden encontrar algo digno por qué vivir? Y si lo encuentran, ¿consideran que eso es lo que buscan? ¿Qué pasa si no les satisface?


 


Contexto


 


En los tiempos del Señor Jesús, también habían personas que se encontraban en esa búsqueda frenética. Dependiendo del carácter o del círculo social en que se movía, la búsqueda iba de acuerdo a sus propios intereses. Era de tal magnitud, que para muchas de ellas, pasaban sus vidas buscando y probando diferentes filosofías, movimientos religiosos, sociales, etcétera. Para unos era el perfeccionamiento de un carácter moral bueno, para otras carácter religioso, también habían en cuanto a conocimiento o sabiduría. Asimismo estaban quienes buscaban al Mesías. Había, como hoy, bastante variedad.



En relación a Jesús, ¿qué pasa cuándo lo encuentran? ¿cómo responden? Algunas personas no admitieron haberlo encontrado. Otras lo encuentran pero les dio lo mismo, siguieron igual que antes. A otras no les satisfizo.



En este pasaje, Jesús se refiere a las reacciones a su mensaje, ya sean de aceptación o de indiferencia.


 


Idea Central: Al presentarse Jesús, no debemos buscar defectos, por el contrario se le debe seguir.


 


¿Por qué lo hacen?



I. Porque critican constantemente. (Mt. 11.16-19)


Jesús va a llamar niños a los adultos por reflejar un carácter infantil. Las razones son:


A. Terquedad infantil


1. Jesús indica que la insensatez de algunas personas adultas solo se puede comparar con la actitud y juegos de los niños. (11.16-17)


2. Los niños juegan a imitar lo que los adultos hacen. En este caso se refiere a imitar a lo que ocurre en las bodas y funerales.



Hoy día, los niños aparentan jugar a la iglesia, con predicaciones, oraciones, etcétera. Otros juegan «de casita», unos de papá, las niñas de mamá, de abuelitos, de tíos, de hermanos. Cada uno imita el papel que le corresponde en el juego. En los días de Jesús, también los niños jugaban a imitar a los adultos. Una clase de juego imitar a la gente que participaba en los funerales. Dicho sea de paso, en aquella cultura la concurrencia de los niños en los funerales era normal. La muerte era parte de la vida.


3. Así como en los juegos de niños, existe mucho egoísmo y rechazo, también es evidente la misma actitud con los adultos. Cada uno quiere ir por su lado, buscando sus propios intereses; y a fin de cuentas, decide lo que quiere creer.



B. Incomprensión


Cuando Juan vino llamando a todos al arrepentimiento ante el juicio venidero, dijeron que estaba poseído por un demonio y se quejaron de que no se alegraba; que su mensaje sólo era de juicio. Cuando vino Jesús vino con alegría, proclamando la buena noticia del reino, se quejaron de que no ayunaba, y lo acusaron de glotonería y embriaguez. Con su «sabiduría» rechazaron a Juan y a Jesús. Jesús dice que la «sabiduría» queda demostrada por sus hechos.



¿Qué está diciendo? Las críticos no quieren nada en particular, lo único que desean es criticar lo que están haciendo las otras personas. Por ese motivo:


1. Las demandas absurdas impiden creer.


a. La gente que se mantiene en su egoísmo y no se arrepiente, tiende a crear razones imaginarias para no creer ni seguir a Jesús.


b. En muchas casos, según ellas, cualquier decisión que tomen en cuanto a Jesús es ponerse en desventaja en su posición en la sociedad.


c. Muchos intelectuales desechan a Jesús sin tomarse el tiempo para saber quién es. Simplemente lo condenan. Aunque son capaces de criticar o por sin evidencias. Ssu condición de jueces les impide creer.



2. La arrogancia impide conocer a Jesús


a. Hacer juicios de valor sobre Jesús y Juan, y buscar faltas aparentes, les impidió considerar a los mensajeros. Esta gente se ocupa en ver los errores.


b. Todavía hoy, en la iglesia, percibimos esa actitud. En aquellas personas que son críticas, que se oponen a los cambios por desconocimiento, o señalan porque les están tocando sus intereses. No les importa lo que dice la Palabra. Cuando hay bendición se quejan, si no hay, se lamentan. Pareciera que sólo a ellos Dios los bendice e ilumina.


¿Qué les espera?



II. Ante la indiferencia, sufrirán las consecuencias las consecuencias de sus desaciertos. (11.20-24)


Jesús tuvo cuidado de las personas que eran indiferentes y críticas. Anduvo por las ciudades de ellas, hizo milagros. Ahí también denunció y pronunció palabras de juicio. Su denuncia y reprensión fue muy dura por la indiferencia y por la agresividad hacia él. (Véase Ap. 3.16)



¿Qué dice Jesús de estas personas?


A. Que no le prestan atención a nadie.


Con anterioridad ha advertido (11.15): si puede oír oiga. Pero ahora rechazan su destino final.Por tal motivo deben estar pendientes:


1. De los indicios de tormenta cuando el sol brilla. Puede llegarle al hora sin que se de cuenta.


2. De prepararse para los días difíciles.


3. De las señales de peligro cuando aún se está fuerte. Es mucho mejor cuidarse en salud.



Para algunas personas, Jesús, sólo es otra incomodidad en su vida.



B. Que no prestan atención a las advertencias.


Jesús censura a las ciudades de Corazín, Betsaida y Capernaúm por la indiferencia y frialdad, pues, ellas no se arrepintieron ante las palabras y milagros hechos allí.



Todavía, el día de hoy, pesan esas advertencias sobre aquellas personas que no quieren prestar atención al mensaje y las maravillas hechas por el Señor.



¿Qué se puede esperar de aquellas?



1. Pérdida de privilegios


Por medio de comparaciones de las actitudes de diferentes ciudades en diferentes épocas, Jesús va a predecir juicio para estas tres que vieron sus milagros y oyeron sus palabras. La indiferencia de estas ciudades fue inmensa. Tanto más a Capernaúm, su centro de operaciones. Es comparada con Sodoma y Gomorra, ciudades que recibieron tremendo juicio. A esta ciudad se le atribuye una gran arrogancia. Y les dice, tanto Sodoma como Gomorra habrían respondido mejor ante las maravillas hechas por Jesús.



2. Actitudes de invencibilidad


Jesús advierte a las personas que se consideran invencibles, y si no cambian de actitud tendrán juicio.



3. Burla


Hay un grupo de personas para el cual Jesús no significa nada. Ni les interesa las consecuencias actuales ni las eternas.



C. Que nadie las puede incomodar.


Es posible que a la mayoría de las personas que usted conoce no está contra Jesús, o tiene una actitud critica ni para los cristiano ni para la iglesia. Pero no quieren ser incomodas ni que se metan con ellas.



¿Cómo se sale de la situación?



III. Respondiendo con madurez. (Mt. 11.19b)


La sabiduría tiene que ser justificada por medio de una conducta adecuada. (v. 19) Una persona demuestra su carácter santo por hechos y resultados probados. Especialmente cuando viven para la gloria de Dios y el bienestar del prójimo.


A. Creerse sabio en propia opinión, también se siente satisfecha en sí misma. (Léase Ro. 1.22-25)


Hay personas que asumen que su sabiduría y ellas mismas están viviendo correctamente pero acciones muestran todo lo contrario.



En esta cita de Romanos, Pablo indica los resultados de una persona que ha rechazado a Cristo, y quiere vivir según sus opiniones y senderos.



B. Hay gente que está persuadida de que sí se puede encontrar la verdadera sabiduría.


1. Jesús quiere que lo sigamos tal como somos, con nuestras virtudes y defectos. Quiere que lo hagamos con pasión y que muestren que realmente viven en comunión con y para él.


2. Jesús quiere que tomemos el impulso (en el sentido de fortaleza y aliento) para seguirle. Que no echemos marcha atrás.



Conclusión

  • Jesús no llama a seguirle. El espera que lo hagamos pronto y decididamente.
  • Jesús quiere que justifiquemos su llamado y sabiduría por medio de una conducta ejemplar.
  • Si estamos frente a la presencia del Señor, ¿qué clase de personas somos? ¿Indiferentes? ¿Críticos? ¿Fervientes para servirle y seguirle?
  • Cuando se encuentre frente a Jesús, no busque defectos, sólo sígalo.
  • ¿Cómo está respondiendo a ese llamado?