El mormonismo: Una novela hecha religión

por Gerardo Kopf

A medida que me acercaba al lugar, divisé un edificio enorme, moderno, recientemente construido, que se erguía imponente en el vecindario. Ya más de cerca, pude leer la inscripción: “Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”.

Cierto domingo a la mañana, me dirigía
a una iglesia que me había invitado a predicar. Como me costaba identificar la
dirección, pregunté a un vecino: “¿Sabe dónde queda por aquí la iglesia
evangélica?”. “Sí”, me dijo, “debe ser esa de aquí a dos cuadras”. A medida que
me acercaba al lugar, divisé un edificio enorme, moderno, recientemente
construido, que se erguía imponente en el vecindario. Ya más de cerca, pude leer
la inscripción: “Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos
Días”.

Cuantos tendrán la misma sorpresa al
ver que, de pronto, se levanta una capilla de estas características en su propio
barrio, y casi de la noche a la mañana. Al pensar en el esfuerzo necesario para
que una iglesia evangélica cualquiera pueda levantar su propia capilla en
Latinoamérica, nos preguntamos: ¿cómo hacen los mormones para levantar
edificios “a full” en tan poco tiempo? ¿quienes son?. Y después es fácil
encontrar a (los jovencitos de pelo corto, con camisas blancas de manga corta,
corbata oscura caminando por la calle o en bicicletas. ¿Qué creen?
¿Son cristianos?

CRECIMIENTO
VERTIGINOSO

La iglesia mormona es uno de los grupos
religiosos de más rápido crecimiento en los Estados Unidos y una de las
Organizaciones financieras más ricas. Esto explica la existencia
creciente (de nuevos templos por todo el mundo. Durante los primeros 117
años (le vida llegaron al primer millón de miembros. Les llevó 19 años para llegar al
segundo millón; sólo en 9 años llegaron al tercero y 5 para el cuarto
millón. En 1987, ya tenían 5.200.000 miembros. Su membresía se duplica
cada diez años y se habla de una proyección de crecimiento para los próximos 50
años de 70 a 100 millones de mormones en todo el mundo. Para esto, están
levantando 2 capillas por día en alguna parte del mundo y el lema “Cada miembro
un misionero” se mantiene vivo entre sus
seguidores.

SU FUERZA
MISIONERA

Mientras que las Iglesias Bautistas del Sur
de los Estados Unidos, con 14 millones de miembros, tienen apenas 7.000
misioneros en todo el mundo (un misionero cada 2.000 miembros), los mormones
tienen 190 misiones con un total de 28.000 misioneros de tiempo completo (186
miembros por misionero). Claro está que, a pensar de su extraordinaria riqueza,
los misioneros mormones son sostenidos por sus familiares, por sí otros miembros
o por sí mismos. De una manera u otra, logran su cometido de enviar gran
cantidad de misioneros y realizar su labor
proselitista.

Los mormones tienen un crecimiento mayor que
el de los Testigos de Jehová y que el de muchas denominaciones
cristianas.

¿Por qué decimos que sus doctrinas no son de
Dios? ¿Cuál es su “talón de Aquiles”?

JOSE Y SU
PANDILLA

José Smith nació el 23 de diciembre de 1805,
en Sharon, Vernon, Estados Unidos.
Hijo de granjeros, sus seguidores dirían luego que era “un joven culto
que buscada la verdad”. La realidad es que fue educado en un ambiente de
ignorancia pobreza y superstición.
De acuerdo a sus escritos y hechos, no podemos afirmar que su verdadera
intención haya sido buscar la verdad.

Sostenía que había tenido cuatro
revelaciones. Una directamente de Dios y de su Hijo y tres del ángel
Mosoni. Según su testimonio, en todas las revelaciones se lo instruye en
mantenerse apartado de todos los credos de la época hasta que llegara el momento
de fundar su propia iglesia. Esta iglesia se regiría por normas escritas en unas
planchas de oro, las que contendrían las leyes por las cuáles se regiría la
iglesia futura. Estas planchas contenían, además, la supuesta historia de los
primeros habitantes de América.

En Setiembre de 1823, Moroni “le
revela” el lugar de las planchas, pero le prohíbe sacarlas hasta que
pasaran cuatro años. Finalmente, el
22 de setiembre de 1827 se dirige al lugar en el monte Cumorah y las encuentra.
En 1829 Smith y su amigo Oliver Crowdery se bautizan mutuamente. 0liver
Crowdery, David Whitmer y Martín Harris, los tres miembros del clan Smith,
firmaron una declaración de haber visto el libro del Mormón en las planchas,
pero, llamativamente, los tres abandonaron la nueva religión abjurando de su fe
mormona. Harris, uno de los que testificó haber visto las planchas, también
testimonió que en verdad visitó la Luna, en un viaje
celestial.

En 1830 se organiza La iglesia de los Santos
de los Ultimos Días, (SUD) en Fayette, Nueva York, en la casa de Whitmer.
Smith y sus compañeros recogieron numerosas adhesiones y al año siguiente,
por una revelación, se trasladan a Misuri (según ellos Sion) donde fundaron
una colonia y procuraron formar una sociedad
feliz.

Allí residían unos 10.000 mormones y aunque
no habían incorporado la poligamia como doctrina oficial, su práctica despertó
tal resistencia que el gobernador W. Boggs decretó la “expulsión y el exterminio
de los mormones”. Estos se refugiaron en una zona pantanosa de Illinois,
disecaron los pantanos y establecieron una ciudad floreciente llamada Nauvoo.
Fue su último hogar antes del “éxodo” al oeste.

En 1836 fundan un banco en Ohio que quiebra
dos años más tarde, cuando Smith se había proclamado candidato a la presidencia
de los Estados Unidos.

En 1843 Smith, previendo el exterminio de
los mormones a manos de los “infieles”, proclamó públicamente la poligamia. Esto
desató una ola de violencia peor un año más tarde, en una cárcel, fue muerto
junto con su hermano Hyram por una muchedumbre enceguecida de
antimormones.

Pero Smith no estaba en la cárcel por
persecución religiosa, sino que había sido acusado, con pruebas, de delitos como
falsificación, encubridor de criminales condenados por la justicia,
inmoralidad y otras graves faltas.

BRIGHAM YOUNG

A la muerte de Smith, varios de sus
seguidores se disputaron la jefatura, naciendo desde allí vanas ramas del
mormonismo. Entre ellas, dos fueron las más notables. Unos fueron con
un hijo de José Smith, llamado también José, quien formó la rama de los
josefitas. Por otro lado prevaleció la rama de los brighamitas (la más
fuerte), capitaneados por Brigham Young. Este, con poca instrucción y a pesar de
ello, obtuvo grandes logros en este mundo y se convirtió en un dirigente de
masas de no poca monta. Venido de Inglaterra, había creído en Smith y a la
muerte del fundador eclipsó a sus rivales. Era recio de carácter y a
sus 45 años fue nombrado como presidente de la
iglesia.

Allá por el año 1845 y en pro de la
construcción de “una nueva sociedad” (o como cediendo a las fuertes presiones
sociales), los mormones comenzaron a vender sus propiedades y
canjeadas por provisiones, herramientas, carros o simplemente dinero,
a fin de trasladarse hacia el Oeste. Llegado a cabo el famoso “éxodo
mormón”, llegaron al estado de Utah, en una epopeya Ilena de penurias y
esfuerzos.

LA POLIGAMIA

En 1849, el inglés Brigham Young designó con
el nombre de Estado de Des seret a lo que hoy se conoce como Estado de Utah. De
más está decir que él sería el gobernador. El gobierno nacional decidió enviar
un ejército a ese estado y para evitar más hechos de sangre, Young debió aceptar
un gobernador estadounidense a cambio de no ser invadido por el ejército
norteamericano.

Los mormones también perdieron la batalla
por la poligamia. Pero a pesar de eso, Young murió en 1877 no sin antes haber
tenido 17 esposas y haber procreado 56 hijos. En 1872, el Congreso Nacional
Estadounidense aprobó una ley que prohibía la poligamia. Sus efectos fueron
burla dos por los mormones, dando carácter de concubinato a sus uniones
posteriores. En 1882, una ley decretó ilícitas a estas uniones, dando el
último golpe de gracia a esta práctica.

UNA SOCIEDAD
PUJANTE

En 1927 se construye el noveno gran Templo,
ubicado en Mesa, Arizona. Los mormones se fueron dando a conocer como buenos
colonizadores y como políticos inteligentes. Esto llegó a tal punto que Utah es
hoy uno de los estados más ricos de EE.UU. Su ciudad capital, Salt Lake City,
tiene 200.000 habitantes y es un contraste muy grande con aquel desierto
horroroso en donde jamás se producía ni un grano de trigo. Los mormones llegaron
a tener tal influencia en Utah que se han observado discriminaciones contra los
no mormones, de parte de los miembros de la iglesia. Pero ¿qué originó todo
este movimiento? ¿Quiénes eran Smith, Young,
Moroni?.

LA HISTORIA MORMONA Y LA NOVELA DE
SPAULDING

Según lo declara el mismo José Smith, se
encontraba él orando fervientemente cuando se le presentó Moroni, un ángel que
le dió “permiso” para encontrar unas “planchas” y
traducirlas.

Moroni era el hijo de Mormón. Mormón
había compilado una supuesta historia de los nefitas, la que, según el
libro, había transcurrido entre los años 600 antes de Cristo y 420 de la
era cristiana. Tenemos aquí la historia (leyenda) de dos
tribus.

Una de ellas, los jareditas, salió de la
Torre dc Babel en el 2.250 a. C., cruzaron en balsas el océano y después de 344
días llegaron a Centroamérica. Vivieron en guerra civil hasta aniquilarse,
pero Eter un sobreviviente, registró la historia de la tribu en planchas de
oro.

La otra tribu, los nefitas,
descendientes de Lehí, en tiempos de Sedequías (alrededor de 590 a.C.)
emigraron a América. Estos fueron obedientes a los mandatos de Dios y
establecieron una gran civilización. En el 335 a. C., los nefitas se enfrentaron
a los lamanitas, quienes los destruyeron, sobreviviendo sólo Moroni. Su padre,
Mormón, compiló toda la historia en planchas de oro. Estas planchas
estuvieron ocultas desde ese remoto tiempo hasta que el ángel de Moroni le da
permiso a José Smith para encontrarlas y traducirlas, junto con las primeras y
otras escritas por el mismo Moroni. Según ellas, se trata de relatar el origen
de los primeros habitantes de los Estados Unidos de América. Smith dice que el
ángel le revela que las planchas están en las cercanías de Nueva York en un
monte llamado Camora. En el mismo libro del Mormón aparecen testimonios de
personas que dicen haber visto el libro.

Lo llamativo es que se afirmaba que las
planchas estaban escritas en un “jeroglífico egipcio reformado”, idioma que no
existe. Asimismo, contiene copia exacta de pasajes de la Biblia en la versión
inglesia King Janes, realizada en 1611 (d.C.

Lo más notable es que el libro del Mormón es
una réplica exacta de un manuscrito de Salomón Spaulding, una novela no
publicada, aunque los mormones esquivan siempre este asunto (ver
recuadro).

Smith dijo que “la Biblia es la palabra de
Dios, siempre y cuando sea traducida correctamente. También creemos que el libro
del Mormón es la palabra de Dios”, insistiendo en elevar esta fantasía (el libro
del Mormón) al nivel de la Biblia Smith no se conforma con esto. Eleva el libro
del Mormón a la categoría de la Biblia pero hunde la Biblia en el pantano de la
relativización al decir que “es la palabra Dios siempre y cuando sea traducida
correctamente”.

El Libro de Mormón, tiene como subtítulo “el
otro testamento de Jesucristo”. Están diciendo que hay otro pacto de Jesucristo
(evidentemente, con están reconociendo el nuevo pacto de pero no tanto como para
hacerle caso). Afirman que Jesús se refiere a los creyentes mormones americanos
en Juan 10,16. Pero lo más notable
es lo siguiente: si Pablo afirma que la prominencia está en Jesucristo y la
doctrina de los apóstoles y profetas del Nuevo Testamento (Ef. 2.20-21), ¿cómo
es posible que Smith edifique invirtiendo los valores en cuánto a preminencia?
Es evidente que su intención no es la de justamente sujetarse a la doctrina de
Nuestro Señor ni a la de los apóstoles.
Los mormones son más seguidores de que de Cristo. Por eso es que,
justamente, no son cristianos sino mormones.

LOS SUD: FABRICANTES DE
DIOSES

“Nosotros como mormones creemos que el
hombre es un ser eterno, un individuo esencialmente espiritual. Creemos los
hombres vivieron antes de venir a
este mundo y que en esa existencia anterior obtuvieron muchas cualidades que
nuestros espíritus poseen ahora”. “El venir a la tierra no es un mero accidente
sino que Dios controla la venida a la tierra de espíritus nacidos y crecidos en el cielo. El selecciona
los lugares más adecuarlos para nuestro nacimiento. La tierra fue creada para
que puliéramos dejar a nuestros padres celestiales y vivir una experiencia
formativa de desafíos, ejercitando nuestra libertad y habilidades individuales
para mostrar por el comportamiento de nuestra vida, que reconocemos y respetamos
plenamente nuestra relación con Dios, nuestro Padre celestial y con su Hijo
Jesucristo…””¿Cómo se logra esto? Mediante la obediencia de las leyes y
principios del evangelio tal como fueron enseñadas por el Salvador durante su
encarnación y por el mensaje de sus profetas.” De esta manera se expresan los
SUD (“A testimonial of the Church of Jesus Christ of Iatter Day Saints”,
págs. 3-5).

Smith dijo haber recibido revelaciones
de esta preexistencia y todo mormón debe creer en ella bajo juramento. Creen que
hay semidioses que nos habrían puesto aquí y viven en un planeta, cerca de
una estrella gigante llamada Kolob. Uno de sus visitantes extraterrestres que
nos visitó, un semidiós llamado “Elohim”, declaró ser el propio Padre de
los espíritus de todos los hombres. Supuestamente, él nos contó que habíamos
vivido con él en ese planeta antes de ser enviados a la tierra para cumplir
ese propósito de vida.

¿Cómo es que en la Biblia no hay
revelación sobre eso? Los mormones lo arreglan fácilmente: Según Orson
Prat, uno de los primeros mormones, es que “cuando todos estos espíritus fueron
enviados desde los mundos eternos no eran bebés; pero al encarnarse
tuvieron necesidad, lo mismo que nuestro Señor y Salvador, de ser
“comprimidos”, (disminuidos en tamaño para que sus espíritus pudieran ser
encerrados en los tabernáculos infantiles. Cuando Jesús nació, le fue
retirado su conocimiento anterior; esto ocurrió por el hecho de que su
cuerpo espiritual fue comprimido en un volumen menor del que
originalmente ocupaba… Lo mismo ocurre con el hombre. Cuando entra en un
cuerpo carnal, su espíritu se comprime y contrae en la infancia de tal
manera que se olvida de su existencia anterior.”

Según Smith, los “dioses” tienen
cuerpos pero sus hijos no. El vientre de una diosa embarazada por su marido
divino produce criaturas compuestas únicamente por sustancia espiritual. Para
ser dios uno debe poseer un cuerpo físico para un dios. Los dioses sólo pueden
obtener cuerpos de los humanos, porque son los humanos y no los dioses quienes
engendran criaturas con cuerpos. Todo “dios en potencia” debe venir primero
a la tierra y tornar un cuerpo humano antes de llegar a ser dios. Si bien todos
somos hijos de padres divinos y todos podemos llegar a ser dios, debemos
probamos primero como humanos antes de que podamos reclamar nuestra
merecida herencia como dioses.

Es llamativo que estas afirmaciones son
producidas junto a las que colocan a la Biblia como Palabra de Dios y nada
tienen que ver con ella. Los mormones afirman que el Libro del Mormón fue dado
como “otro testamento de Jesucristo”, de la misma manera que el Antiguo y
el Nuevo Testamentos fueron dados para los de Medio Oriente. La pregunta
es: ¿por qué es tan diferente la teología que Dios dio a los mezoorientales de
la que dio a los americanos precolombinos?

En Apocalipsis, la multitud ajaba como
pecadores perdonados, por la gracia y misericordia de Dios y no como dioses.
Lejos de eso, son llamados “pecadores restaurados por el perdón divino para
vivir en la presencia de Dios”. En el Antiguo Testamento, alguien propone
la doctrina mormona: es la serpiente del Génesis, cuando dice: “No
moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos
vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y e mal” Ge. 3.4,5. Ese
no es invento moderno, fue la tentación de siempre, y como veremos más
adelante, en este episodio de la serpiente y la caída del hombre los
mormones tienen una rara coincidencia con
reptil.

JESUS, LUCIFER, SOLO “ALGUNOS DIOSES
MAS”

La iglesia de los SUD enseña que Jesús
y Lucifer eran hijos engendrados sexualmente como todos nosotros por Dios. Según
ellos compitieron ante el “Concilio de dioses” por el honor de llegar a ser
“Salvador dc la humanidad” y el plan que propuso Jesús fue aprobado.
En represalia, Lucifer habría arrebatado un tercio de los hermanos y hermanas,
transformándose en diablo y sus seguidores llegando a ser demonios. Jesús
es “otro dios” más (y aunque mínima, es coincidencia con los Testigos
de Jehová).

MORMO:

EL DIOS DE LOS
GHOULS

El lenguaje de los mormones acerca de “el
mundo de los espíritus”, “los “dioses” y sus ritos secretos rayan con el
ocultismo. Por supuesto que ellos no lo querrán reconocer, pero hay
muchas coincidencias.

Una de ellas es el origen de la palabra
mormón. Ed Decker y Dave Hunter mencionan, en su libro “Fabricantes de
dioses”, los resultados de su investigación. Analizando la Satanic Bible (Biblia
Satánica) descubrieron que entre los nombres infernales aparece “el dios de
los ghouls”, llamado Mormo. Sus seguidores deberían ser llamados mormones. Es
notable que en chino Mormón equivale a “las puertas del
infierno”.

Cuando se les menciona la posibilidad de que
Lucifer haya inspirado a Smith, no lo aceptan, pero no hablan de los
rituales secretos, llamados “legados”, que practican en sus templos y cuya
divulgación tienen prohibida. Al
ser confrontados con la realidad de que tienen más dioses que el hinduismo (que
tiene cerca de 300 millones) aducen que sólo tienen el Dios de este mundo
(título sugestivo que es dado a Satanás en la Biblia como II. Co. 4.4),
pero continúan predicando su doctrina de que todos seremos dioses si nos hacemos
mormones.

EL MATRIMONIO CELESTIAL: DOCTRINA
CONVENIENTE

Si los dioses obtienen cuerpos humanos
de los niños que nacen, entonces el matrimonio y la multiplicación genética se
convierten en elementos claves. Tener hijos es algo importante, ya que
provee cuerpos para los “espíritus en espera”. El matrimonio llega a
ser una pieza fundamental en la doctrina de la “deificación”. Para ello
distinguen dos clases de matrimonios: el terrenal (celebrado sólo ante la ley) y
el matrimonio celestial: celebrado en la Iglesia Mormona El celebrado ante
la ley tiene valor sólo para esta vida; el celebrado en la iglesia de los
SUD, es celestial, para toda la eternidad. Desde ese punto de vista, un
matrimonio que tiene solamente unión para esta vida tiene muy poco valor; el
lazo debe perdurar por toda la eternidad.

“Creced y multiplicaos” es la consigna y la
mujer no puede salvarse sin el varón. Ella no puede alcanzar toda la gloria que
le está reservada (ser una diosa) sin la ayuda del varón. Por lo tanto, el
hombre está obligado a compadecerse de ella y hacerla su esposa. Para
ellos “es mejor ser una esposa entre varias que soltera”. De allí se explica
suposición poligámica.

Los mormones contemporáneos son renuentes a
reconocer este hecho, pero José Smith, Young y otros líderes mormones
fueron comprobadamente polígamos, ¡y lo enseñaban!. Luego de un largo proceso
legal en los EE.UU., desestimaron esta práctica doctrinal, pero
mantuvieron, en secreto, sus vidas sexuales íntimas con las esposas y
concubinas (“No obstante, estos falsos maestros viven entregados a la
inmoralidad, a la degradación del cuerpo, y no sólo se burlan de los que
tienen autoridad sino que también de los poderes del mundo” Jd.
8.).

En el diario La Razón de Buenos Aires
aparece el testimonio de Vaughn Fisher, mormón norteamericano, cuando fue
llamado a declarar, y dice: “‘Soy polígamo practicante’, dijo con tranquilidad a
la Corte, ‘tengo otras dos mujeres y una decena de hijos’. Le explicó a los
jueces que ‘su vida familiar fue decidida por Dios, que lo había iluminado”’
(31/3/89). Es evidente que más que Dios, lo habían iluminado Moroni y su profeta
Smith. Si bien la Iglesia de los SUD tuvo que abandonar la práctica de la
poligamia oficialmente cuando Utah pasó a ser un estado de los Estados
Unidos, actualmente hay resabios “extraoficiales” de la doctrina “que el
mundo no les permite practicar”.

ADAN, EVA Y LA
SALVACION

Para los mormones, la seducción de Eva es
como una bendición oculta, pues sin ella no hubiesen tenido hijos y de esta
forma abrir el camino hacia la divinidad para ellos (y para nosotros,
supuestamente). Sterling W. Still, ayudante del Concilio de los doce
Apóstoles de la Iglesia de los Santos de los Ultimos Días, dijo: “Adán cayó,
pero cayó en la dirección correcta… hacia la meta.., cayó hacia
arriba”.

El 8 de junio de 1873, predicando desde el
púlpito del Tabernáculo del Mormón de Salt Lake City (el mayor templo mormón del
mundo), el entonces presidente de los mormones, Brigham Young, declaró: “El
diablo dijo la verdad.., no culpo a la madre Eva. Por nada del mundo quisiera
que hubiese dejado de comer la fruta prohibida… Deben pasar por las
mismas pruebas que los dioses, para conocer el bien y el mal…” Por su
parte, Joseph Fielding Smith dijo: “La caída del hombre tuvo lugar como una
bendición enmascarada… Nunca hablo acerca del papel que representó Eva en la
caída como pecado, ni acuso a Adán de pecado… Difícilmente podríamos
considerar como pecado algo que les produjo tales beneficios”, y en 1974, el
presidente mormón, Spencer W. Kimball declaró: “En cada uno de nosotros
está el potencial para llegar a ser un dios: puro, santo, verdadero, influyente,
poderoso, independiente de las fuerzas terrenales… nosotros éramos
en un comienzo con Dios… El hombre se puede transformar a sí mismo…
tiene en él las semillas de la divinidad que pueden crecer. Puede elevarse
a sí mismo desde los cordones de su propio
calzado”.

Para ellos, Adán se vió en la necesidad
de desobedecer uno de los mandamientos de Jehová para poder obedecer otro
más grande: el de poblar la tierra. Para lograrlo, Eva tenía que ser mortal y,
para retenerla, él tuvo que serlo también ¿Cómo se puede sostener esto, cuando
Biblia no muestra que la decisión de Adán y Eva fue sabia y bendita sino
equivocada y mala? Además, el asunto del pecado no residía en la multiplicación
sino en el comer del fruto prohibido, en la desobedecía. Esto es otro cuento
mormón.

Según esta secta, Jesús sólo expió pecado de
su padre, el “Dios Adán”, y abrió la puerta para la liberación de los efectos de
la caída, no para redimir los pecados individuales. Cuando uno lee estas
declaraciones, no puede menos que quedarse estupefacto. Si el camino de la
santidad es el pecado como bendición oculta, quiere decir que el pecado no es
tan grave; y si bien admiten que el pecado es malo, viene a ser un mero examen
en el camino de la deificación. Lo importante en la vida consiste, para ellos,
en llegar a ser “un dios”; el pecado no es tan grave, dado que da la forma de
conocer el bien y el mal.

Lo que no se puede comprender es que
mientras que la acción de Adán y Eva es vista en la Biblia como motivo de
desgracia, de tristeza, de condena, para ellos es motivo de fiesta y regocijo;
es superación.

LAS OBRAS

Según los SUD, Cristo redimió el pecado de
Adán y Eva y nosotros podemos evolucionar y llegar a ser como dioses la vida
futura, si es que llegamos a obedecer las ordenanzas del Evangelio y las
revelaciones de los profetas (por supuesto, a partir de Smith y hasta los
actuales). Su declaración de fe dice: “Creemos que los hombres serán castigados
por sus propios pecados y no por la trasgresión de Adán. Creemos que por la expiación de Cristo
todo el género humano puede salvarse, mediante la obediencia a las leyes y
ordenanzas del Evangelio. Creemos que los principios del Evangelio son: fe en el
Señor Jesucristo; arrepentimiento, bautismo por inmersión para la remisión de
pecados e imposición de manos para comunicar el don del Espíritu Santo. Creemos
que el hombre debe ser llamado de Dios, por profecía y que la imposición de
manos debe ser realizada por aquellos que tienen autoridad para predicar el
evangelio y administrar sus ordenanzas” (léase: los ministros mormones). De esta
forma, atan la posibilidad de salvación a la dependencia de un ministerio
ordenado por ellos.

También surge, de esta forma de pensar, la
doctrina del bautismo por los muertos.
La imposición de manos por parte de los mormones es un requisito y
obedecer es recibir la imposición de manos. Sobre ellos y sobre cualquiera que
pretenda cambiar la autoridad bíblica pesa esta advertencia “Que la maldición de
Dios caiga sobre cualquiera, sea uno de nosotros o un ángel del cielo, que les
predique otro medio de salvación que el que les mostré. Repito: Si alguien
les predica un evangelio diferente del que un día recibieron, que la maldición
de Dios caiga sobre esa persona” (Ga. 1.8-9).

Para la Biblia, el pecado no puede ser
remendado con “obras” ni evolución, ya que nuestras justicias son para Dios como
trapo de inmundicia.

¿CUÁL ES EL SECRETO DEL
CRECIMIENTO?

A pesar de ser seguidores de una novela
hecha religión, los mormones crecen. La pregunta es ¿por qué? Predique a la
gente que usted los hará dioses y verá cómo lo siguen. Apelan a que “el hombre
puede” y “seréis dioses”. Alientan
el sentido de ser importantes, el orgullo, el deseo de trascender; la
entronización de llegar a ser “dios” es muy atractiva como factor de
valorización en una sociedad que desvaloriza al ser humano. Fue la tentación en
la que cayó Adán junto con Eva. Y ésta es una doctrina atractiva para el que no
desea obedecer a Dios. Llegar a ser independientes, ser “dioses” y tener
nuestro mundo propio… ¡para nosotros solos, sin que nadie sea dios encima
nuestro!

Apuntes Pastorales, Volumen VII – Número 1