por Alberto Scataglini
Apuntes Pastorales elaboró cinco preguntas para dar a conocer a lectores que están ministrando la grey de Dios en Latinoamérica cuáles son las necesidades de la iglesia latinoamericana. Repartió el cuestionario entre cuatro hombres de Dios, y este fue el resultado. Aquí las cuatro respuestas para cada una de las cinco preguntas. Esperamos que le sean de ayuda y orientación.
PRIMERA PREGUNTA:
¿Cuál es el mensaje que más necesita escuchar la iglesia hoy?
Alfredo Smith
La iglesia necesita oír la voz del Espíritu de Dios. Al igual que ayer, en el día de hoy debemos reafirmar «al que tiene oídos para oír oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias». (Ap. 2-3).
Toda congregación debe aprender por sí misma a discernir la voz del Señor. Son muchas las voces que hoy se alzan en medio de ella, y algunas inflamadas con la sutileza humanista que ha desplazado la soberanía de Cristo por la hegemonía de la sabiduría humana. La voz del Espíritu está en la Biblia. No obstante, discernir el carácter profético y actual de tan vasta revelación requiere de sensibilidad espiritual, consistencia de vida y obediencia a la fe. No solo diríamos a la iglesia que hay que volver a la Biblia sino discernirla en temor reverente y aplicarla con resolución. No es dar por sentado nada. Es escudriñarla con corazón suplicante, recibir de ella la revelación de Dios y ponerla por obra.
Alfredo Smith es pastor de la iglesia de Miraflores, que la Alianza Cristiana y Misionera tiene en Lima, Perú. Esta es una congregación fruto del trabajo del equipo «Lima al Encuentro con Dios», del cual Smith es uno de los directores. También es el Director del Instituto Bíblico Alianza de la misma ciudad. Antes de radicarse en el Perú, el pastor Smith estuvo desempeñando el ministerio pastoral en Argentina, siendo también profesor del Instituto Bíblico Buenos Aires.
Ignacio Loredo
Primordialmente dos. En primer lugar, la relación del cristiano con el Señor. Dar énfasis a la comunión espiritual con el propósito definido de conocer la voluntad de Dios para su vida. La vida moderna está perjudicando cada vez más la comunión personal con Dios proponiendo, si bien no sustitutos, sí suplentes que, a veces, son los únicos recursos utilizados por los creyentes. En segundo lugar, creo que debemos ayudar a la congregación a descubrir las oportunidades que se presentan a su alrededor para testimonio y servicio, en su comunidad y fuera de ella, y por todo el mundo. La misma situación nacional y mundial está restringiéndonos el ver al prójimo, creando un marcado énfasis en el individualismo, como resguardo a esa amenaza externa. Aunque lo declamado por las instituciones seculares tiende hacia una apertura social, lo practicado por la sociedad, paradójicamente, nos empuja al aislacionismo. La iglesia debe mirar a su alrededor.
El pastor Ignacio Loredo es el Secretario Ejecutivo de la Convención Evangélica Bautista Argentina. Por ocho años estuvo desempeñándose como pastor de la Iglesia Bautista del Centro en Buenos Aires y desde hace tres meses es el pastor de la congregación que esa denominación tiene en Morón. También se desempeña como docente en el Seminario Internacional Teológico Bautista atendiendo las cátedras de Administración Eclesiástica y Ministerio Educativo.
Raul Caballero Yoccou
La iglesia debe volver a oír que es la sal y luz del mundo. Debe imprimir en sus miembros la necesidad de retornar al contenido de las Escrituras con la frescura con que el Espíritu las escribió y no tratar de continuar haciéndole decir lo que conviene a sus distintos esquemas tradicionales. Debe escuchar que le toca el rol de denunciar el pecado en todas sus formas dentro de ella, tales como sectarismo, secularismo; o fuera en la calle, como el aumento de la degradación social e injusticia con creciente indiferencia por los que se mueren en sus pecados. Debe comprender mejor el clamor bíblico para que el pueblo de Dios sea el representante auténtico del contenido de las Escrituras. Debe prepararse para penetrar la sociedad con un discipulado adecuado a las crecientes necesidades y especialidades que la descomposición social plantea para que el Evangelio llegue a ser la solución oportuna y eficaz. Debe saber que para ello, tiene que replantearse el principio de unidad en el Espíritu, de comunión entre los hermanos, de estrategia en el Evangelio y de desafío a la comunicación de la verdad en el poder del Espíritu y fuertemente ceñido a la Palabra.
SEGUNDA PREGUNTA:
¿Cuáles son los problemas que la iglesia necesita resolver?
Alberto Scataglini
Tal vez el problema a resolver es el de la convivencia cristiana, aunque existan diferencias de costumbres. Estoy apelando a poder armonizar y unirse por la Palabra de Dios la cual es nuestro único parámetro y nuestra única regla de fe. En una palabra, conocernos como hermanos y amigos en Jesucristo, por ser hijos de Dios.
Alfredo Smith
Los problemas han afectado a la iglesia en todos los tiempos y el actual no es una excepción. El primero es la sensualización de la fe. Esto es el afán de querer sentir a Dios. Esta tendencia usa la Biblia para acentuar su carácter fenomenológico y cuenta con adeptos por millares. La vida cristiana en esta línea se constituye en una sucesión ininterrumpida de experiencias, y cuando estas experiencias desaparecen la vida espiritual se enmohece.
El segundo problema está en la racionalización de la fe. Esto es, lograr que todo principio de fe esté sujeto a la razón y a la comprensión lógica del entendimiento. Para esta línea el conflicto está en la esfera del juicio intelectual. Si en el primer caso se busca sentir a Dios, en el segundo se busca entender a Dios. Ambos equivocan el camino produciendo su secuela de errores y males a la iglesia. «El justo vivirá por la fe» dice San Pablo. Es fe verdadera la que, en amor, llegará a sentir a Dios y que, por la revelación de la Palabra, comenzará a comprender las cosas que son de Dios. Pero la vida de fe estará por encima de experiencias y por encima de las limitaciones del entendimiento. Esto se resuelve por el viejo camino de la enseñanza bíblica, bajo la unción que viene sobre las vidas de oración.
Ignacio Loredo
La iglesia necesita una nueva identidad en el mundo actual. En América Latina la verdadera iglesia ha pasado por la etapa de ser un grupo pequeño, sin relevancia numérica y que, por consiguiente, ha desarrollado una identidad acorde a esa etapa, la cual está en vías de superación. En estos últimos tiempos se ha comenzado con un desarrollo numérico mayor, más claro y preciso, pero aún no se ha asumido la potencialidad de influencia ideológica en la sociedad en que se encuentra. Una vez definida esa identidad, la iglesia necesitaría desarrollar a sus miembros de acuerdo a sus dones y lanzarlos al ministerio activo en el mundo.
Resumiendo, podríamos decir que el trabajo de la iglesia en este tiempo es de enseñanza-aprendizaje, a la luz de las necesidades circundantes.
Raul Caballero Yoccou
Varios. En primer lugar, necesita replantearse su verdadero rol. Debe saber que ocultarse detrás de cuatro paredes solamente fomenta la impresión de inoperancia que gran parte del mundo tiene de ella. Debe aprender estrategias actuales consonantes con la Escritura y no estimulantes de experiencias pasajeras, que perpetúen el mensaje en la calle.
También necesita saber que la especialización académica de ninguna manera reemplaza la formación del Espíritu y su potencialización en las entrañas de la Palabra. La compasión que Cristo sentía por las almas no está presente en muchas iglesias de la actualidad porque los conflictos internos que la agobian y que no fomentan el amor, son instrumentos satánicos para la debilidad creciente en la materia.
En otro orden de cosas, necesita recomponer la vida de oración y, por lo tanto, de comunión, que no tiene bien presente o claro ante sí.
La iglesia necesita despertar los dones que el Espíritu vaya dando según quiere y practicarlos bíblicamente (1 Pe. 4:10-11) para profundizar el principio de administradores de Dios que está tan difuso ( 1 Co. 4:1-2). Las iglesias tienen que conocer que cada miembro posee gracia de Dios para su actividad.
Por último, necesita discipular a los componentes para que sea una comunidad bien articulada (Ef. 4:16), a fin de experimentar el crecimiento que, seguramente, vendrá bajo los lineamientos de Dios.
TERCERA PREGUNTA:
¿Sobre qué cosas recomendaría a los líderes cristianos a mantener los ojos bien abiertos?
Alberto Scataglini
Les recomendaría de la maniobra engañosa y sutil de Satanás, que no es tan solo la de afuera , sino específicamente la de adentro; que tiene aspecto cristiano pero su contenido no es bíblico. Como píldora acaramelada por fuera pero amarga en su interior. Me refiero a las corrientes de teologías modernas que han dividido a los cristianos y muchos se están encaminando por un cristianismo social y de liberación.
Alfredo Smith
Creo que el peligro que más acecha a la iglesia en el día de hoy está en la profesionalización de sus ministerios. Estamos apropiándonos de las ventajas de la tecnología, las ciencias sociales y, particularmente de la mecanización de esta era de las computadoras. Casi en forma sutil la obra del Espíritu Santo está siendo desplazada por las excelencias académicas. Parecería ser que la palabra clave en los pasillos de los institutos, seminarios y demás es erudición. Un frenesí por querer saber mas a la usanza de este mundo ha invadido a la iglesia de tal modo que resulta difícil hallar a quienes con la sencillez de los hombres de Galilea proclamen con unción el mensaje del Evangelio. Los dones del Espíritu Santo pueden ser anulados por el diablo y también por la carne. Y es en ésta última que, creo, corresponde al obrero cristiano tener los ojos bien abiertos. Un profesor de universidad, por calificado que sea, no puede ser maestro de Escuela Dominical sin una consistente preparación bíblica y espiritual.
Un psicólogo no puede ser consejero espiritual en la iglesia sin una vida consistente de oración, consistente en la Palabra y consistente en el testimonio público. Un sociólogo o un empresario de éxito no puede diagramar un programa de acción para la iglesia si, sobre sus excelencias personales, no está la Cruz de Cristo. El discernimiento de espíritus, el don de fe, la palabra de ciencia y sabiduría, y cuantas facultades querramos agregar provienen del Espíritu de Dios y no de logros académicos. Sin desdeñar la formación disciplinaria, será necesario tener los ojos abiertos a toda tendencia profesionalizante que corra en la iglesia. «Lo que es nacido de la carne, carne es y lo que es del Espíritu, espíritu es». Sepamos discernirlo.
Ignacio Loredo
En función de lo anterior, el liderazgo actual debe estar atento a un coctel religioso, donde la bebida principal suele seguir siendo la Palabra de Dios, pero a la que se le está agregando una serie de aditamentos que le hacen perder su sabor original y, trágicamente, sus efectos de espada de dos filos. En la figura discepoliana de la «vidriera cambalache» la Biblia ocupa un lugar, pero está en medio de un calefón desvencijado, un sable sin remaches y un sinnúmero de objetos que, podrán llegar a tener algún valor en sí mismos, pero que nunca podrán llegar a compartir el nivel de autoridad de la Palabra revelada de Dios. Vemos que el cristiano está siendo amenazado seriamente (y algunos están bastante confundidos) por el agregado a la Palabra de Dios de los mil artilugios, talismanes, hechiceros, gurues y hasta en algunos casos un sicologismo de tipo arrogante y autosuficiente.
Raul Caballero Yoccou
Sobre cuatro temas principales:
a) El creciente peligro de la teología de la liberación con sus promesas fantásticas de que la solución a los problemas parte del hombre hacia Dios. Esta teología tiene mucho fundamento en la desnaturalización de la hermenéutica para acomodarla a las circunstancias.
b) El liberalismo que no reconoce a la Escritura como revelación de Dios en su totalidad. También este modo de discernir la Biblia afecta la iglesia y las misiones.
c) El profesionalismo. Primero, el peligro de creer que se pueden lograr ciertos objetivos con fórmulas establecidas. Segundo, la importación de sistemas de crecimiento o desarrollo de la iglesia prescindiendo del Espíritu y adaptando métodos de simple especialización secular. El peligro de que la oración y ayuno pueda ser reemplazado por el psiquiatra, o psicólogo. El peligro de que un profesional cualquiera pueda reemplazar a un siervo de Dios que usa la Biblia y la oración. Tercero, la proliferación de corrientes paraeclesiásticas para mejorar, o sostener formas de acrecentamiento de la iglesia.
d) El estancamiento. Gran número de iglesias vegetan, otras languidecen y algunas están prácticamente muertas con la complacencia de sus líderes. Las estructuras litúrgicas arcaicas, los sistemas intrascendentes, las respuestas a preguntas harto contestadas, el terror al cambio, la incapacidad del liderazgo para enfrentar la problemática del presente, etc. entrañan la iglesia isla, desmontada completamente del entorno agresivo de Satanás.
¡Cuidado!
CUARTA PREGUNTA:
¿Cuál es la lección más importante que usted ha aprendido en su ministerio?
Alberto Scataglini
Cuando el pueblo de Dios se une en lazos de amor y convivencia cristiana para desarrollar juntos la Obra Magna de la Gran Misión, Dios obra en medio con gran poder, verdadera convicción, con milagros y maravillas. Palabra y demostración de Poder. La lección más importante que aprendí, entonces, es que el amor lo puede todo; destruye fortalezas, conquista, une, afianza. Es lo único que no puede ser detenido, pues «permanece para siempre».
Alfredo Smith
La lección más importante que he aprendido en mi ministerio es muy sencilla: Dios es real y el diablo también. El ministerio nos los ha confrontado a ambos ¡Y el Señor siempre es victorioso! Aunque pueda parecer lo contrario.
Ignacio Loredo
Son ya casi 25 años en el ministerio pastoral, y es difícil separar una, así que van tres:
1) La confirmación plena de la obra del Espíritu Santo en la vida de las iglesias. Por ejemplo, en varias iglesias que me ha tocado ministrar los indicadores señalaban que serían campos totalmente insensibles e indolentes, y en algunos casos hasta reactivos. Pero puedo decir que, para la Gloria de Dios, aún en los casos más difíciles el Espíritu de Dios modificó estructuralmente las viejas tradiciones y puso a las congregaciones en desafíos activos.
2) La decisiva importancia de una buena mayordomía en la iglesia. En esta etapa de mi vida pastoral estoy convencido que, enseñando la mayordomía integral de la vida según la enseñanza de las Escrituras, los resultados visibles no se hacen esperar.
3) También aprendí que el liderazgo pastoral está definido por la calificación de Ef. 4:11, como pastores-maestros. No tengo dudas que mi ministerio es el de aprovisionar al creyente con todos los elementos necesarios para que cumpla su ministerio en el mundo.
Raul Caballero Yoccou
Que solamente la presencia del Espíritu Santo puede destruir las huestes diabólicas que operan en modo alarmante para la destrucción del cristiano. La «ley del Espíritu» (Ro. 8:2) destruye las obras de la carne, vivifica en el temor de Dios, acompaña nuestra oración y resucita nuestros cuerpos mortales. Lo hace todo. El Espíritu esclarece, da mensajes, ilumina las mentes y proporciona la gracia de conocer la plenitud de Dios y tenerla (Ef. 3:20).
QUINTA PREGUNTA:
Aparte de la Biblia, ¿Cuáles dos libros han impactado más su vida, y por qué?
Alberto Scataglini
En mi adolescencia, el libro que más me impactó fue En sus Pasos o Que haría Jesús. Desde que lo leí, mis decisiones fueron tomadas en base a reflexionar cómo lo haría Jesús en mi lugar, fue así como, en gran parte, corregí mis pasos con la ayuda del Espíritu Santo. Hoy, el libro más penetrante para mí es el que trata sobre el Crecimiento Integral de la Iglesia, del Dr. Ynggi Chó, pues me identifico con el autor en el desarrollo de extensión de la iglesia.
Alfredo Smith
No es fácil señalar dos libros en medio de tantos leídos a través de los años. Quizá podría señalar El hombre espiritual de T. S. Nee, cuyo contenido requiere detención y cuidado especial, pero que transmite en forma magistral las sutilezas de la batalla en las esferas naturales y espirituales. El Estudio de la Epístola a los Romanos, de A. Nygren me ayudó a abrir la epístola a los Romanos con tal precisión (al menos para mí) que ha significado una bendición irreversible para mi vida.
Ignacio Loredo
Los libros que me ayudaron a considerar la perspectiva sociopolítica del Nuevo Testamento fueron Vida en Abundancia y ¿Qué es el Comunismo?, ambos de Stanley Jones. Mi paso por la Universidad del Litoral sacudió los cimientos de la fe adolescente y que, sin grandes cuestionamientos, me había servido hasta ese momento. Las doctrinas evolucionistas, las propuestas materialistas de las corrientes universitarias reformistas, junto al resurgimiento consciente de mis ancestros anarquistas conformaron una situación absolutamente nueva, la que cuestionó seriamente mis convicciones cristianas.
Otros libros tales como Axiomas de Religión, de Mullins y La Revelación de Dios, de Conner, arrojaron suficiente luz para mantener clara mi experiencia de salvación y prepararme para una respuesta afirmativa al ministerio.
Raul Caballero Yoccou
Muy difícil la respuesta. Podría sugerir dos (pero con todo respeto a los demás que han ido formando mi carácter): Revelation and the Bible, de Carl H. Henry y The Church: the Body of Christ por John Mac Arthur. Ambos me han dado pautas de cimentación en mi celo por el plan de Dios y mi devoción por vivir en consonancia.
Apuntes Pastorales. Junio Julio / 1984. Vol. II, número 1
El pastor Alberto Scataglini está, desde hace 15 años, pastoreando la iglesia de la Unión de las Asambleas de Dios en la ciudad de La Plata, Argentina. Ha ocupado en años pasados el cargo de Superintendente de la Asociación de la Unión de las Asambleas de Dios en la Argentina. También ha venido desempeñándose como profesor del Instituto Bíblico Río de la Plata, perteneciente a su denominación.