¡Haz obra de evangelista!
por Desarrollo Cristiano Internacional
Amsterdam 86 fue el encuentro de líderes cristianos más grande de la historia del Cristianismo hasta esa fecha. Esta segunda versión de la Conferencia Internacional para Evangelistas Itinerantes, organizada por la Asociación Evangelística Billy Graham, duplicó la cantidad de asistentes que tuvo aquella primera del año 1983. En este artículo tenemos un esbozo de lo que fue ese gran encuentro.
Amsterdam 86: El encuentro de líderes más grande de la historia del Cristianismo.
GLORIOSA CLAUSURA
«¡Predica la Palabra! ¡Haz obra de evangelista! ¡Predica la Palabra de Dios!». Esas fueron las últimas palabras que quedaron resonando en el Centro de Conferencias RAI y en los oídos de los más de 10.000 presentes en la ceremonia de Clausura de la Conferencia Internacional de Evangelistas Itinerantes. El mismo Dr. Billy Graham que había invitado personalmente a cada uno de los presentes los exhortaba con esas últimas palabras. Habían transcurrido intensos días de fraternidad, capacitación, desafíos, oración, canto y llanto de miles de siervos de todo el mundo. Ahora, en la última noche, y como símbolo de llevar el mensaje a todos los continentes, seis muchachos con sendas antorchas encendidas partieron del centro del estadio hacia las puertas de salida: La luz del evangelio se desparramaba con nuevo ahínco. Fue un espectáculo vigorizante. Y el único espectador fue Dios, porque todos los hombres y mujeres presentes participaron. Desde la plataforma o la banca, todos ardieron por dentro formando parte de la cálida ceremonia de rededicación. Era el tiempo de volver al trabajo, cada uno en su geografía, cada uno a su misión.
SIGNIFICACIÓN HISTÓRICA
«Teniendo en cuenta las nacionalidades de los participantes presentes en este evento, es la reunión internacional más representativa de toda la historia». De esta forma describían las autoridades de las Naciones Unidas al encuentro denominado Amsterdam 86 y que reunió a evangelistas de 173 países de todo el mundo.
Pero lo que es más significativo, éste fue el encuentro de líderes cristianos más grande de la historia del Cristianismo. Si el regreso del Señor Jesucristo permite el tiempo para recordarlo en la historia, seguramente quedará marcado en el calendario, junto con otros sucesos, como muestra de gratitud a Dios, un canto de alabanza unida y un renuevo en la misión evangelística de la iglesia del Resucitado.
Esta segunda versión de la Conferencia Internacional para Evangelistas Itinerantes, organizada por la Asociación Evangelística Billy Graham, duplicó la cantidad de asistentes que tuvo aquella primera del año 1983.
ASPECTOS DEL PROGRAMA
Amsterdam, ciudad cosmopolita, antigua y moderna a la vez, comenzó a recibir desde el 7 de julio a los contingentes que venían de todo el mundo. La conferencia se realizó entre el 12 y el 20, y las últimas delegaciones en llegar fueron la argentina y uruguaya, que lo hicieron el día 15. Hubo reuniones precongreso para aquellos que arribaron varios días antes del comienzo, lo que se repitió para los que tuvieron su partida tardía.
Todo el programa podría situarse en la categoría de inspiracional. No fue una consulta teológica ni un debate contemporáneo sobre doctrinas y herejías (aunque no faltaron las menciones pertinentes), sino que constituyó una reunión para la confraternidad, algo de capacitación y la exhortación a completar la evangelización del mundo en lo que nuestra generación es responsable. «Sabemos que es importante la tarea de las instituciones que forman hombres, conocemos la existencia de programas menos costosos que éste (21 millones de dólares), pero la inmensa mayoría de los que hemos convocado aquí decía una alta autoridad de la conferencia no han tenido la oportunidad de ser capacitados y animados de otra forma; y, debemos reconocerlo, son los que más evangelizan». Otro de los organizadores exclamó: Al igual que Amsterdam 83, este encuentro no tiene preeminencia intelectual sino espiritual».
La base temática sobre la cual se desarrolló toda la conferencia fueron las conocidas «Afirmaciones del evangelista itinerante», que nacieron con ese rótulo en la primera versión del 83 y repetidas el sábado 19 por los evangelistas presentes en este segundo congreso. La autoridad del evangelista, su vida personal, el estudio de la Palabra, el mensaje en sí, la relación de quien predica con el Espíritu Santo y la invitación evangelística fueron algunos de los temas de plenaria, los que sumados a otros más, tuvieron el complemento en los seminarios, talleres y presentaciones especiales instrumentados para Amsterdam 86. En las plenarias, hombres como Tokunbo Adeyemo, Bill Bright, Nilson Fanini, Ravi Zacharias, Samuel Libert, Leighton Ford y otros veinte (entre ellos el propio Dr. Graham) presentaron los temas centrales. Entre los latinos que tuvieron a cargo seminarios, se contó con la presencia de Vidal Valencia, Alberto Mottesi, Carmelo Terranova, Samuel Olson y Daniel Altare.
Todos los días salía el «Diario de la conferencia» (Daily News) que recogía aspectos interesantes entre los participantes. Pero más interesante aún era el noticiero audiovisual presentado diariamente en la sesión plenaria de la tarde. Tenía el valioso propósito de remarcar, en cinco minutos, lo sobresaliente de las últimas veinticuatro horas.
ORIENTACIÓN, HOSPEDAJE Y FRATERNIDAD
Un sencillo y cómodo attaché esperaba a cada participante en el área de inscripciones. En su interior, los 8.000 invitados encontraron una delicada y abundante carpeta con toda la información necesaria. Su poseedor podía encontrar allí detalles sobre cada hora del programa, currículos de los oradores más salientes, información sobre exposiciones y materiales, etc. Acompañando a esta carpeta en el maletín, había una paráfrasis bíblica completa, un libro del Dr. Billy Graham sobre la tarea del evangelista (Normas Bíblicas), un bolígrafo y otras notas de orientación. En otras secciones, los asistentes recibirían una camisa, una guayabera, corbata, medias, un pañuelo para dama y un morral de lona con un reproductor de casettes, un juego de cintas con mensajes, libros y materiales propios para el evangelista. El Buen Samaritano, institución de apoyo social, repartió varios miles de prendas extras para las familias de los evangelistas presentes del tercer mundo.
El hospedaje de la mitad de los invitados fue en hoteles de primera. Para la otra mitad (y como única forma de hospedar a 8.000 invitados y un personal de 2.000) se acondicionaron los inmensos salones de un complejo de exposición industrial de la ciudad de Utrech (30 minutos de la capital), donde los dormitorios contaban con la capacidad de más de 100 camas cada uno. En este lugar (Jaarbeurs), la confraternidad no sólo se limitaba al tiempo de reuniones, sino que era común ver grupos de evangelistas de distintas nacionalidades tratando de compartir e interrelacionarse. Latinos y africanos, asiáticos y polinesios, atlánticos y pacíficos convivieron durante todos los días de la conferencia, donde los distintos colores de piel formaban un collage particular a la vez que cotidiano, como preanuncio de la gloriosa eternidad que aguarda a los santos.
Por la cantidad de presentes, así como también de denominaciones y grupos representados, toda la conferencia lucía al observador reflexivo como una «Gran oda a El que Vive» propia de Juan 17. Constituía un hecho fascinante observar esa gran marea humana y pensar en el Señor que con su propia sangre la compró. ¡Y eso no era sino un pequeño puñado, comparado con todo lo que a través de la historia ha ido formando y lo que formará la Iglesia de Jesucristo.
CURIOSIDADES
El centro de Conferencias RAI, donde se realizó la conferencia, está ubicado en un extremo de la parte urbana de Amsterdam. Se arriba desde el centro de la ciudad con la línea N° 4 del tranvía local. Eran tantos los evangelistas que viajaban diariamente en esa línea que los conductores comenzaban a llamarla «La línea Aleluya».
Al final de su mensaje de clausura, el Dr. Billy Graham extendió una invitación a las personas que no estaban seguras de ser salvas (teóricamente, todos eran evangelistas y líderes cristianos). Más de 100 personas se pusieron de pie haciendo confesión de fe y recibiendo a Cristo como su Salvador.
56 cristianos polacos de la ciudad de Varsovia viajaron seis días en autobús para poder estar cuatro días en la conferencia. Eran los integrantes de un coro que, con un viaje de sacrificio, dejaron un hermoso testimonio de amor.
Datos estadísticos
- Asistencia total: 10.139 personas.
- Edad promedio de los participantes: 31 años.
- Participantes que no habían asistido a otro congreso internacional: 90 por ciento.
- Evangelistas que trabajan entre jóvenes: 3.418.
- Tamaño del Centro RAI: Semejante a 15 campos de fútbol.
- Tamaño del salón para plenarias: 4,5 campos reglamentarios de fútbol.
- Radiodifusión: Programas diarios en 22 idiomas y hacia todo el mundo.
- Traducción simultánea: 20 idiomas.
- Planificación y preparación: 2 años.
- Grupos musicales: 22.
- Países latinoamericanos representados: 21.
- Costo aproximado: 21.000.000 de dólares.
«ABLANDANDO LOS CORAZONES DUROS»
AMSTERDAM. Cuando el Dr. Billy Graham se puso de pie y se acercó al podio principal del Congreso Internacional de Evangelistas Itinerantes, ya todo el auditorio sabía del momento emocional que se avecinaba. Es que en el programa escrito figuraba para esa hora la presentación de Franklin Graham, hijo mayor del evangelista, sobre «El Ministerio del Evangelista en Situaciones Humanas de Necesidad». Con sencillez pero profunda emoción, Billy Graham presentó a su hijo y al ministerio de éste.
Los 8.000 concurrentes a la conferencia habían sido testigos de primera mano del ministerio de «El Buen Samaritano», institución dedicada a la ayuda y socorro de situaciones difíciles en el mundo y dirigida por el hijo de Graham. Todos los participantes habían recibido, en el transcurso de la conferencia, ropa para ellos y para sus familiares. Inclusive alguien que solicitó un traje de novia para su hija lo recibió. La gente del Buen Samaritano salió a buscar uno por el centro comercial de Amsterdam.
El Dr. William Franklin Graham III no se extendió demasiado en su charla, sino que trajo consigo al podio la presencia de otros líderes que ministran en su organización en zonas remotas.
De las islas Fidji, trajo al pastor Kalo, quien relató una corta historia de cómo una familia de un brujo había caído a los pies de Jesucristo a pesar de su inicial dureza. El amor traducido en un suéter para la hija del brujo comenzó a ablandar el corazón del grupo.
El pastor Sar-Gunam, de la India, compartió sobre el programa de «la planta de coco». La provisión de una planta de coco por familia en zonas desérticas tiene un significado muy distinto que en lugares donde los árboles están por doquier. Una planta de esa naturaleza llegó a ser, para muchas familias en la India, de tanta bendición como lo sería un refrigerador o un lavarropas. Montañas áridas comenzaron a ser más hospedadoras al empezar a poblarse de cocoteros.
Otra experiencia que este hombre indio compartió fue el proyecto «Pozos de Jesús». 100 iglesias tienen ahora sus sendos pozos de agua en zonas donde la mortalidad por deshidratación ha sido siempre altísima.
«Desde que un pozo ha sido establecido en alguna iglesia, no ha habido más muertes por deshidratación en ese lugar», comentaba Sar-Gunam. La meta es llegar a los 1.000 pozos, diseminados por todas las zonas necesitadas.
Tanto por el programa de distribución de cocoteros como por los «Pozos de Jesús», la iglesia en la zona ha mostrado otra imagen. Otra vez los corazones duros han sido ablandados por la sensibilidad del corazón cristiano.
Como fruto del trabajo social de la iglesia en estos lugares, la sociedad está mucho más abierta al evangelio. «Llegamos a bautizar a 2.000 en un sólo día, fruto de los «Pozos de Jesús», comentó el pastor de la India.
Un tercer testimonio llegó al auditorio a través de Sammy Dayers, quien ha estado dirigiendo ayudas en la construcción de casas en el Líbano. «Si no hacemos nada, si no ayudamos, la gente habla de nosotros. Si ayudamos también habla. Así que hemos elegido el ayudar», expresó Dayers. Agregó, «No debemos desperdiciar las múltiples oportunidades que a nuestro alrededor tenemos para servir a otros. Ese es el camino que Jesús nos dejó. Todos somos necesitados, y siempre encontraremos alguien que necesita en alguna forma de nuestro socorro».
La presentación de Franklin Graham, más allá de expresiones teóricas de la misión social de la iglesia fue «un poner sobre la mesa» las cosas prácticas que se han hecho para servir y complementar la tarea de evangelización.
Apuntes Pastorales. Agosto Septiembre 1986 / Vol. IV, N° 2