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¿Cómo es que hacen las otras para manejarlo?

¿Cómo es que hacen las otras para manejarlo?

por Apuntes Pastorales

La influencia los estímulos y la sabiduría en la relación matrimonial.

Toda mujer sueñe con casarse con el hombre perfecto que la amará y protegerá para el reste de su vida. De pronto aparece quien reúne, supuestamente, muchas sino todas esas características. El es bueno, considerado, gentil y caballero. Parece que siempre hace, justamente, lo que a ella le agrada. Compra flores y regalos y la lleva a los lugares más distinguidos. Y las cosas que él le dice son suficientes como para derretir toda la Antártida.

Luego se casa con él y, antes de que pase mucho tiempo, muchas de esas actividades hermosas y atenciones desaparecen. Al tiempo se encuentra casada con un «casi» extraño. Ella, que creía saber todo acerca de él, ahora se encuentra con el otro lado de la personalidad del que ahora es su esposo. El está preocupado con su trabajo y con la gente de ese mundo. No tiene mucho tiempo para pasar con ella. Llega a casa muy cansado, mira la televisión y no toma tiempo para escucharla. Cuando está irritado, su carácter es terrible. Ella está convencida de que él ha cambiado, pero no es así. Sencillamente, es un hombre; el mismo de antes.

Ella enfrentará dos problemas en esta etapa de su vida. El primero es que sus expectativas no han sido realistas. Por el hecho de ser mujer siempre necesitará y deseará el romance; sin embargo, el no siempre será romántico. Las esperanzas de ella han ido más allá de las habilidades naturales que él tiene para dar.

El segundo problema es que ella no comprende, en realidad, cómo son los hombres. Hay muchas cosas acerca de él que son muy diferentes de lo que ella esperaba. Existen aquellos que dicen que hay pocas diferencias entre los hombres y las mujeres aparte de las obvias. Siguen esta línea de pensamiento para establecer la igualdad entre los dos sexos, pero el minimizar las fundamentales diferencias que Dios mismo ha dado es creer una mentira.

¿Se sentiría usted tan cómoda entrando en una arena con un toro como si lo hiciera con una vaca? El Dr. Gary Smalley, sicólogo norteamericano dice que el comparar a un hombre con una mujer es como comparar a una mariposa con un búfalo; Una mariposa es suave y delicada y un tanto frágil. Es afectada por los vientos y otros cambios en el ambiente. Necesita encontrar protección para sobrevivir. Por otro lado, un búfalo, debido a su fuerza bruta, no es llevado de un lado a otro por el viento; cuando es amenazado por el medio ambiente puede responder con furia y valentía para salir adelante en su camino. El contraste entre una mariposa y un búfalo puede ser extremadamente grande, pero sí sirve para enfatizar el hecho de que el hombre y la mujer son diferentes en gran escala. El propósito de este artículo es ayudar a las mujeres a comprender a sus esposos y a saber cómo ayudarles a ellos a ser los esposos que ellas desean.

Entre las diferencias físicas más importantes entre el hombre y la mujer, encontramos:

-Los hombres son físicamente más fuertes que las mujeres en un 50%.

-Los hombres tienen una capacidad mayor de respirar debido a que tienen pulmones más grandes.

-Los hombres funcionan mejor bajo presión prolongada y ansiedad debido a que su sangre contiene menos agua que la de las mujeres, y más glóbulos rojos cargados de oxígeno.

-El cuerpo del hombre no tiene que lidiar con cambios tan significativos como la menstruación, el embarazo y el período de lactancia.

-Sin embargo, las mujeres viven de 3 a 4 años más que los hombres, y tienen mayor vitalidad y energía debido a una diferencia básica en los cromosomas femeninos. Ellas tienen la capacidad de estar activas más tiempo durante un día normal.

-Sicológicamente, los hombres difieren de las mujeres en lo siguiente:

  • Ellos son menos intuitivos y más lógicos en su proceso de pensamiento. Tienden a hacer decisiones basadas primordialmente en lo que ven antes que en lo que sienten.
  • Los hombres tienden a fragmentar sus vidas mientras que las mujeres visualizan su existencia desde una perspectiva integral. Ellos fragmentan sus vidas y, tanto mental como emocionalmente, separan sus partes más fácilmente que las mujeres. Los hombres pueden escapar de problemas en un área de su vida, ocupándose de otra.
  • Los hombres son altamente competitivos y tienen inclinación a conquistar. Esto puede aplicarse a todas las áreas de su vida, ya sea en negocios, en deportes y aun en el romance.
  • El área más importante para un hombre es su trabajo. Toda su imagen propia y salud mental puede ser grandemente influenciada por el éxito o fracaso en esta área. Aquel que tiene poco éxito en ella puede perder su imagen propia hasta el punto de huir internamente del trabajo, de la sociedad e inclusive de su familia.
  • Los hombres tienden a reaccionar frente a situaciones de presión con expresiones físicas mientras que las mujeres reaccionan con acelerada actividad verbal. Los hombres vociferan, gritan o desarrollan más expresiones físicas de corta duración. Las mujeres hablan por períodos más largos de tiempo.
  • El deseo sexual del hombre es más o menos constante mientras que el de la mujer es influenciado por un sinnúmero de factores, tales como: el ciclo menstrual, circunstancias familiares, etc. Los hombres son estimulados sexualmente por lo que ven además de otras formas. En cambio, las mujeres son sexualmente estimuladas más por la relación prolongada, el contacto cariñoso y las palabras e ideas románticas.
  • Es la inclinación lógica del hombre, su habilidad de funcionar bajo presión, su fuerza bruta y su espíritu competitivo lo que hace de él el líder natural de la familia, su proveedor y protector. Estas capacidades dadas por Dios lo proveen a él de los recursos naturales que necesita para tener éxito en las responsabilidades que Dios le ha encomendado.

    Generalmente, cuando los hombres se casan, no están suficientemente preparados para entender y hacer felices a sus esposas. Por lo tanto, con frecuencia se necesita de largos períodos de ajuste antes de que se pueda establecer una relación mutuamente satisfactoria.

    Cuando las mujeres entienden a sus hombres, pueden ayudar a educarlos y apoyarlos para llegar a ser el tipo de esposo que ellas desean. Muchos han dicho que el esposo es la cabeza de la esposa, pero la esposa es el cuello que hace girar la cabeza. Mientras que esta declaración no significa que la mujer debe asumir el liderazgo en la familia, es muy cierto que las mujeres sí tienen un tremendo poder para influenciar en el pensamiento de su esposo.

    Hay algunas cosas que la mujer no debería hacer si ella quiere influenciar a su marido:

  • No lo critique, ni a él ni a su trabajo, delante de otras personas. Las heridas recibidas sobre su ego pueden conducirlo a enfurecerse o a deprimirse. Un hombre necesita ser respetado, especialmente por su esposa y familia. Al levantarlo en lugar de destruirlo, puede usted ayudar a que él sea el tipo de hombre a quien usted respete.
  • No ventile sus iras con verbosidad excesiva. Mientras más lo sermonee, menos oirá él. Lo único que conseguirá es alejarlo más de donde usted quiere que esté. Espere hasta que su ira esté bajo control y haya puesto en orden sus sentimientos para discutir bajo circunstancias menos tensas. Recuerde que los hombres tienden a reaccionar bajo circunstancias amenazantes con furia a medida que su cuerpo recibe más adrenalina.
  • Reemplace expresiones como «tú hiciste» con declaraciones como «Yo siento». Un ataque de frente contra su hombre con acusaciones como «tú» es similar a atraer a un toro con un capote rojo. Use su sensibilidad femenina para no enfurecerlo ni injuriarlo. Los hombres responden mejor a una corrección cuando se la hace en amor, intimidad y razonamiento. Apele a su lógica, y no a sus emociones. Cuéntele cómo son sus sentimientos y no lo que el hizo mal.
  • No usurpe su autoridad en la familia. Si él no está cumpliendo su responsabilidad, no trate de entrar y tomar el mando. Mientras más lo haga, puede que él más permita que lo haga. Apele a su ego y déjele saber que usted depende de él y de su guía. Trate de edificar su imagen propia como proveedor, protector y líder al asegurarle que usted necesita su dirección.
  • No lo bombardee con una larga lista de sus deseos y anhelos. Demuéstrele que usted está genuinamente interesada en él y en sus necesidades. Un hombre que recibe continuamente amor y ternura siempre responderá con amabilidad. Mientras más haga por él, más recibirá de él en igual forma amorosa y generosa.
  • Esté atenta a él y a sus intereses cuando llega a casa.
  • Esté lo más atractiva posible para él.
  • Reconózcale las buenas cosas que hace, especialmente delante de otros.
  • Sea una buena oyente y anímelo cuando las cosas no marchan tan bien para él.
  • Sea una buena seguidora. Anímelo como el líder de su familia.
  • No pida más de lo que él pueda, en realidad, proveer.
  • Cuide que su hogar esté ordenado y atractivo y que las comidas sean cuidadosamente planeadas y apetecibles.
  • Haga cosas que demuestren, genuinamente, que usted lo respeta como un hombre.
  • Asegúrele su amor frecuenté, verbal, sexualmente y de otras maneras amorosas.
  • Sea sensitiva con él y ayúdele en todas las maneras que pueda cuando surgen necesidades especiales y otras presiones.
  • Apuntes Pastorales, Volumen V Número 3.