Biblia

Llamó a los que Él quiso

Llamó a los que Él quiso

por Christopher Shaw

Poseer la convicción de que estamos trabajando con las personas que Dios quiere es una de las claves para perseverar en la obra.

Versículo: Marcos 3:13-15

3:13 Subió Jesús a una montaña y llamó a los que quiso, los cuales se reunieron con él. 3:14 Designó a doce, a quienes nombró apóstoles, para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar 3:15 y ejercer autoridad para expulsar demonios.

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Aquellas personas que deseaban asociarse a un maestro, en calidad de aprendices, buscaban a la figura que mejor podía servir sus intereses. Jesús, sin embargo, nunca trabajó con voluntarios. El reino está conformado solamente por aquellos que han sido llamados. A pesar de esto, no hemos abandonado la costumbre de ubicarnos en el centro del testimonio de nuestra conversión, testificando de cómo nosotros «encontramos a Jesús». ¡Qué sano es recordar que él nos halló primero!Gran cantidad de líderes se pasan el tiempo lamentándose por la falta de colaboradores a su alrededor. ¿Tiene algún valor para nosotros saber esto? Creo que es un dato importante. No solamente revela la correcta dimensión de la vida espiritual, una dimensión en la que entendemos que toda iniciativa en nosotros siempre nace en el corazón del Padre. También nos da una clave acerca de la forma más eficaz de encarar la tarea de formar nuevos obreros. Esta labor requiere un líder que primeramente identifique las personas idóneas para el proyecto en el que está involucrado. Tengo convicción de que estas personas están presentes en cada congregación, pues Dios, en su bondad, provee para las necesidades de sus pastores. No obstante, una gran cantidad de líderes se pasan el tiempo lamentándose por la falta de colaboradores a su alrededor. No debemos orar por colaboradores, sino por ojos con los cuales verlos. Este elemento es tan fundamental que, según el Evangelio de Lucas, Jesús pasó toda una noche en oración antes de llamar a los doce. Este período de intensa comunión con el Padre tenía un claro propósito, la de recibir instrucciones en cuanto a los pasos a seguir. En este sentido, es incorrecto decir que Jesús escogió a los doce. Más bien fue la persona encargada de comunicarles la decisión del Padre, pues el Padre ya había apartados a los que iban a ser apóstoles. Cristo claramente provee confirmación de la soberanía de Dios en este proceso cuando ora, diciendo: «He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste» (Jn 17.6). Poseer la convicción de que estamos trabajando con las personas que Dios quiere es una de las claves para perseverar en la obra que se nos ha encomendado. En muchas situaciones estos discípulos nos fallarán. Veremos en sus vidas flaquezas y actitudes inmaduras que nos invitarán a desistir de la tarea que estamos realizando. En ocasiones nos invadirán las dudas acerca de sus aptitudes para el ministerio. Lo único que nos sostendrá en estos momentos es la convicción de que Dios los ha apartado para esta experiencia de formación. Si él los ha escogido, podremos descansar en la certeza de que son las personas idóneas para el camino por delante. El texto contiene una de las pocas descripciones de la misión de Cristo. Léalo con detenimiento. ¿Cuáles son los elementos que componen esta misión? ¿Qué principios revela?

Por Chris Shaw. Producido y editado para DesarrolloCristiano.com. Copyright ©2010 por Desarrollo Cristiano, todos los derechos reservados.