La Biblia está repleta de referencias al valor de esperar delante del Señor y pasar tiempo con Él. Cuando lo hacemos, la basura que hemos recogido durante las horas apuradas y atareadas de nuestro día se filtra, no muy diferente al sedimento que se asienta cuando un río se hace más ancho. Con la basura fuera del camino, podemos ver las cosas con más claridad y sentir con mayor sensibilidad los acicates de Dios.
David con frecuencia subrayó los beneficios de la soledad. Estoy seguro de que primero se familiarizó con esa disciplina mientras cuidaba las ovejas de su padre. Más tarde, durante esos años tumultuosos cuando el rey Saúl estaba al borde de la locura y persiguiéndole por celos, David buscó su tiempo con Dios no sólo como un refugio necesario sino su medio de supervivencia. . . .
Dios todavía anhela hablar a corazones que esperan, . . . corazones que se quedan quietos ante Él.
Dios todavía anhela hablar a corazones que esperan y quedan quietos ante Él.
Tomado del libro Sabiduría Para el Camino (Nashville: Grupo Nelson, 2009). Copyright © 2016 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.