Una gran lección . . . de una criatura diminuta
Ahora que hemos establecido que la humanidad lleva la imagen de Dios y posee la habilidad de tomar decisiones, de establecer planes y de alterar el ambiente con tal de lograr esas metas, Salomón utiliza la naturaleza para ilustrarnos una lección objetiva. Él nos lleva a un hormiguero para descubrir algunos principios sobre la motivación y diligencia:
Ve a la hormiga, oh Perezoso; observa sus caminos y sé sabio. Ella no tiene jefe ni comisario ni gobernador; pero prepara su comida en el verano, y guarda su sustento en el tiempo de la siega. Perezoso: ¿Hasta cuándo has de estar acostado? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de dormir, un poco de dormitar y un poco de cruzar las manos para reposar (6:6-10).
¡Caramba! Salomón nos pide a nosotros, gigantes en comparación con esas criaturas diminutas de seis patas, que nos agachemos y aprendamos de las hormigas. Las lecciones que aprendemos de ellas son asombrosas. Estas pedagogas en miniatura ejemplifican varios principios valiosos:
- Las hormigas trabajan por la supervivencia de la colonia, una motivación convincente.
- Las hormigas saben qué hacer; ellas no necesitan un supervisor que las esté presionando.
- Las hormigas primero se ocupan de lo esencial para poder relajarse después.
- Las hormigas trabajan sin necesidad de elogios ni aplausos.
- Las hormigas de manera individual conocen su tarea y su motivación es clara: la supervivencia.
Esto es lo que las hace cumplir sus asignaciones a pesar de la falta de recompensas a corto plazo. Salomón nos dice que, si no obtenemos al menos la sabiduría de una hormiga, “vendrá tu pobreza como un vagabundo y tu escasez como un hombre armado”. Por el contrario, aquellos que dejan las cosas para el último momento no creen que sufrirán las consecuencias de su dilación.
Reflexión
Mencione al menos cinco cosas que piensa que realmente deben ser sus prioridades. Ahora, al lado de cada una, describa las consecuencias de no realizarlas. Mencione el nombre de personas que sufrirán consecuencias negativas también. ¿Esas consecuencias son aceptables para usted?
Adaptado del libro, Viviendo los Proverbios (Editorial Mundo Hispano, 2014). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2015 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.