La lengua sin gracia
La lengua es el órgano que más enfermedades difunde en el cuerpo de Cristo, especialmente cuando le falta gracia, que es la que le da el tacto necesario para hablar.
El tacto es como un ropaje. Ayuda a organizar una verdad que parece dura de manera más atractiva. La verdad por si sola puede ser un tanto dura e impactante, y a veces demasiado incisiva y hasta brutal.
No hay nada mejor que una buena porción de gracia para hacer que la verdad resulte agradable. La gracia ayuda a poner un colchón a nuestras palabras de manera que la verdad pueda ser recibida sin la ofensa que de otra forma produciría.
No hay como una porción de gracia para hacer que la verdad resulte agradabable.
Tomado del libro: El Despertar de la Gracia (Editorial Caribe) Copyright © 1990 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.