Dependiendo por completo en Dios
«Bienaventurados los pobres en espíritu.» No pobres en substancia, sino en espíritu. La primera bienaventuranza no tiene nada que ver con estar destituido materialmente o en bancarrota financiera. Jesús está asignando valor a un espíritu humilde en los que reconocen una bancarrota espiritual en sí mismos y de sí mismos. En donde hay un ausencia de orgullo bien pulido y engreimiento personal, hay una dependencia integral en el Dios viviente. En lugar de: «No es problema, yo puedo con esto . . . ,» hay una rápida confesión, reconociendo las propias limitaciones de uno. . . .
¿Y la bendición prometida para una actitude humilde, dependiente . . .? «De ellos es el reino de los cielos,» dijo Jesús. Al vivir vidas de una fe tan sencilla bajo el cuidado soberano y de gracia del Padre celestial, verdaderamente entramos en lo que verdaderamente consiste vivir en ese reino.
"Bienaventurados los pobres en espíritu."
Tomado del libro Sabiduría Para el Camino (Nashville: Grupo Nelson, 2009). Copyright © 2015 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.