No hay isla de segunda oportunidad
No podemos cambiar el pasado . . . y eso incluye la manera en que críamos a nuestros hijos. A todos nosotros–sí, a todo padre que jamás he conocido–nos encantaría entrar en un túnel del tiempo y volver a la Isla de la Segunda Oportunidad. Daríamos cualquier cosa por volver a vivir esos años y corregir los fracasos y errores que cometimos la primera vez. Es preciso borrar todos esos deseos de fantasía. ¡Jamás podrán cumplirse! El proceso de ser padres ofrece sólo una oportunidad por hijo, un día a la vez, y jamás puede repetirse.
Alguien dijo una vez: «La vida es como una moneda; uno puede gastarla de cualquier manera que quiera, pero la gasta sólo una vez.» Eso nunca será más cierto que al criar hijos. Para cuando aprendemos a ser bastante buenos en eso, nuestros hijos son jóvenes adultos y se han ido. Habiendo llegado más cerca que nunca a perfeccionar el processo, ¡de repente nos damos cuenta de que nadie está oyendo! Lo que significa es que califícamos para un papel principal: abuelos (¡cuando llega a ser nuestro derecho romper todas las reglas y malcriar a esos encantos!). Es un mundo divertido.
El proceso de ser padres ofrece sólo una oportunidad por hijo, un día a la vez.
Tomado del libro Sabiduría Para el Camino (Nashville: Grupo Nelson, 2009). Copyright © 2015 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.