Biblia

El día del Señor (cuarta parte)

El día del Señor (cuarta parte)

por Alpha-Omega Ministries, Inc.

Texto bíblico: 1 Tesalonicenses 4.13–18, 5.1–3


Punto 4. (5.1–3) El Día del Señor: Pablo quiere dejar en claro que ni él ni nadie más sabe cuando regresará el Señor a la tierra. Fíjese en los siguientes cinco puntos.

  • ¿Cuándo regresará el Señor? Este es un hecho que no debería ser discutido. Pablo ya le había enseñado a los creyentes que nadie sabe cuando regresará el Señor a la tierra: sólo Dios lo sabe. Por tanto, no hay necesidad de discutir acerca de «los tiempos y las ocasiones». Es indispensable que se haga una fuerte declaración para aquellos que imponen fechas. Fíjese en el significado de «tiempos» y «ocasiones».
    • «Tiempos» [cronon] significa tiempo cronológico, los eventos que ocurren uno tras otro. Pablo ya había hablado acerca de los tiempos y el orden de los eventos que ocurrirán.
    • «Ocasiones» [kairon] significa un tiempo en particular y la naturaleza de los eventos que van a suceder.
    • Los «tiempos y ocasiones» son períodos que cubren muchos años para los hombres, años que pueden extenderse por décadas o siglos. Esto es justamente lo que Pablo dice: «los tiempos» del fin se extienden por un tiempo cronológico; pero «las ocasiones», la naturaleza misma y los eventos de los períodos críticos, pueden observarse. Cuando tratamos acerca de los eventos de los tiempos finales, siempre debemos mantener este hecho en mente.
    • Una vez que un creyente ha estudiado los tiempos y las ocasiones del fin, es decir, los grandiosos periodos espectaculares de los eventos venideros y los acontecimientos particulares, se da cuenta de que sólo Dios puede saber cuando va a regresar. Sencillamente existen muchos detalles complicados, ramificaciones y «olas» de eventos de la historia como para que cualquier hombre pueda saber cuando el fin de los tiempos sucederá. Sólo Dios puede saber cuando se cumplirán todos esos detalles.
  • ¿Cuándo regresará el Señor? Cuando «el día del Señor» esté listo para venir sobre la tierra. Esto es justamente lo que Pablo dice. Y ¿cuándo será «el día del Señor»? Nadie lo sabe. «Vendrá como ladrón en la noche», de repente, de imprevisto. Se supone que los creyentes deben estar esperando el día del Señor, pero los no creyentes serán completamente sorprendidos. Decir esto es una declaración exageradamente modesta. Quedarán impactados y aterrorizados por la aparición de Cristo y por los juicios que caerán sobre la tierra. Fíjese que «el día del Señor» se refiere a la relación del Señor con los no creyentes. John Walvoord lo hace ver más simple e impresionante:
    • «El día del Señor es un periodo de tiempo en que Dios se relacionará directa y dramáticamente con los hombres malvados en un terrible juicio. Actualmente, hay hombres que pueden ser blasfemos, ateos, pueden denunciar a Dios y enseñar falsas doctrinas. Parece que Dios no hace nada al respecto. Sin embargo el día descrito en las Escrituras como «el Día del Señor» ocurrirá cuando Dios castigue el pecado humano y se relacionará en ira y juicio con los que rechazaron a Cristo. De una cosa podemos estar seguros, Dios, a su modo, traerá cada alma a juicio» (The Thessalonian Epistles [Las epístolas a los tesalonicenses], p.76).
    • Ese día, el día en que Dios traerá cada alma a juicio, es lo que la Biblia llama «el día del Señor». ¿Cuándo regresará Cristo? Cuando el mundo haya alcanzado un estado tan depravado que estará desesperadamente perdido y listo para el juicio del «día del Señor». Isaías 13.9–11; Sofonías 1.14–16; Malaquías 4.1; Judas 14–16
  • El día del Señor vendrá cuando el mundo de los no creyentes sienta una gran seguridad, cuando digan «paz y seguridad». Algunos líderes alrededor del mundo o alguna organización mundial cooperará y será capaz de alcanzar, aparentemente, cierta paz y seguridad mundial. La gente se deleitará en la seguridad y la vivirá justo como lo hicieron en los días de Noé. Lucas 17.26–30
  • El día del Señor será un día de destrucción catastrófica. Cuando el mundo declare paz y seguridad, una terrible destrucción estará por ocurrir. De repente, de la nada, el grandioso y terrible día del Señor caerá sobre el mundo. Fíjese en la frase «destrucción repentina»: será totalmente inesperada. Será como los dolores a la mujer en cinta. Será el dolor, sufrimiento y la destrucción implacable. Isaías 13.6–8; Joel 1.15, 2.30–31; Sofonías 1.14–18
  • El día del Señor será un día donde no habrá escapatoria. «Y no escaparán» [ou me ekpugosin]. Juicio y destrucción definitivamente ocurrirán y no habrá forma de que la humanidad escape. Todos los seres humanos que no confiaron verdaderamente en Jesucristo enfrentarán el terrible día del Señor. Jeremías 11.11; Amós 5.18–19, 9.2 Mateo 23.33; Romanos 2.3; 1 Tesalonicenses 5.3; Hebreos 2.3, 12.25


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