Biblia

Una Semana de Vida

Una Semana de Vida

Si usted supiera que le quedara tan sólo una semana de vida, ¿como la invertiría? Si el lunes supiera que para la noche del sábado su cuerpo estaría dentro de un féretro y su alma hubiera dejado la tierra, ¿qué diferencia habría en lo que haría  los próximos cinco días?

Esta fue una pregunta que Jesús tuvo que contestar. Como ningún otro, Él sabía que esta era Su última semana, así que dedicó este tiempo a dos áreas que Él consideraba de suma importancia.

En esta última semana, Jesús se sentía atado al templo. Se pasó dentro de sus paredes todos los días, celoso de su pureza y protegiendo lo que sucedía dentro de sus atrios. Pasó Sus días finales enseñando, defendiendo la verdad eterna, exponiendo el error e inspirando fe.

En esta última semana, Jesús también demostró Su prioridad por aquellos a quien amó al máximo: Sus discípulos. Se envolvió de humildad y les sirvió. Les lavó los pies. Les habló y anduvo con ellos. Les dio instrucción de lo que ellos tendrían que realizar sin Él. Él escuchó y recibió amor de estos que sentirían el rápido aguijonazo de Su muerte más que ningún otro.

Jesús vivió Su semana final bajo el aplastante peso de saber que Su hora había llegado. Su largamente anticipado sacrificio era inminente, así que estos minutos finales eran preciosos y escasos.

El conteo regresivo había comenzado.