Biblia

Gracia abundante

Gracia abundante

Me encanta la Biblia, y ¿sabe por qué? Porque es auténtica en todo.

La vida de Job está siendo envuelta por una niebla profusa, al igual que sucede con nuestra vida. En esta tierra no es verdad eso de que “y fueron felices y comieron perdices.” Esa frase no es más que un grandísimo cuento de hadas. Usted está viviendo de ilusiones si está esperando ser feliz para siempre en esta tierra. Por eso necesitamos gracia. El matrimonio no se vuelve más fácil, sino más difícil. Por tanto, necesitamos gracia para mantenerlo unido. El trabajo no se vuelve más fácil, sino más complicado, y por eso necesitamos gracia para conservar el empleo. La crianza de los hijos no se vuelve más fácil. Usted, que tiene bebés de uno, dos o tres años de edad, piensa que tiene una tarea difícil. Pero espere que tengan catorce, o dieciocho años. ¡Ahí sí que va a necesitar gracia!

Seré muy honesto con usted en este punto. De haber sido yo quien mandaba, habría socorrido a Job cinco minutos después de que lo perdió todo. Habría resucitado a todos sus hijos el día siguiente. Le habría restituido nuevamente todo lo que perdió, ¡y me habría ocupado de esos consoladores molestos! Le habría cortado la lengua a Elifaz después de unas tres frases. Y si eso no lo hubiera detenido, lo habría ahorcado. Quiero decir: ¿quién necesita a ese insensato? Pero, ¿sabe una cosa? Usted nunca maduraría bajo mi clase de procedimiento. Sólo le gustaría pasarla bien. Todos nos iríamos de paseo y nos divertiríamos de lo lindo. Ese es mi estilo. Lo cual explica por qué mi esposa Cynthia me dice: “Querido, si todo el mundo hiciera las cosas como tú quieres, lo único que traeríamos a la fiesta serían globos. Nadie pensaría en traer comida”, y ella tiene razón, como siempre.

Entonces, la niebla llega en abundancia. Cuando todo el infierno se desata, la gracia se va a dar una caminata. Bienvenido a la raza humana, Job. Pero el antiguo y maravilloso himno Gracia Admirable de John Newton dice:

Peligro, lucha y tentación,
Por fin logré pasar;
La gracia me libró de perdición,
Y me llevará al hogar.

Eso es justo lo que se necesita. Aun en medio de la niebla, la gracia nos llevará al hogar.

Cuando todo el infierno se desata, la gracia se va a dar una caminata. —Charles R. Swindoll

Tomado del libro Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmundohispano.org). Copyright © 2010 por Charles R. Swindoll Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.