Cómo mantener encendidos a los líderes
por MFL
Texto Bíblico de referencia: Nehemías 3; Romanos 16:1-16.
Para evitar que los voluntarios se estanquen, frustren y agoten, estoy aprendiendo lo siguiente del Manual de operaciones de Dios:
Ezequiel: pensar con empatía. Dios llevó a Ezequiel al lugar donde tendría que sentarse con las personas a quienes luego hablaría (Ez. 3:15). Cuando podemos tener empatía con otros, adquirimos respeto por sus horarios y prevenimos a los obreros contra el involucramiento excesivo. En cuanto a mí concierne, el lema tácito del ministerio laico debería ser: «Una persona, un ministerio».
Nehemías: crear sistemas. Nehemías dividió el trabajo de construcción de los muros de la ciudad en secciones manejables con tareas claramente definidas. Algunas personas se estacionaron como vigías, otros como soldados, y otros proporcionaron alimento. Todos entendieron su parte y los muros se levantaron.
Filipenses: reducir la fricción. Durante una intensa campaña de mayordomía, dos obreros discutieron sobre las decoraciones para la celebración de la cena. Posteriormente, ambas familias dejaron la iglesia. Debido a que el conflicto interpersonal es causa principal de agotamiento, debemos asumir el papel de compañero leal según Filipenses 4:2, 3: «Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor. Asimismo te ruego también a ti, que ayudes a éstas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio». De modo que debemos mediar en los conflictos o evitarlos.
Pablo: dar reconocimiento. El ejemplo de Pablo en Romanos 16 al reconocer a otros obreros nos movió a crear oportunidades como éstas:
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mostrar diapositivas durante el preludio o el ofertorio de ciertos domingos, con obreros en diversas áreas de la vida de la iglesia,
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un domingo anual del ministerio laico para reconocer a los obreros fieles,
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notas biográficas en el boletín de la iglesia,
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notas, llamadas, palabras de afecto y muchos abrazos del personal y los miembros,
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el nombramiento del «Ministro laico del año».
ROBERT MORGAN
Para comentar
¿Piensa que «una persona, un ministerio» es algo posible? Si su iglesia trabajara sobre esa base, ¿qué debería cambiar?
¿Cómo se puede tener una expectativa realista de una organización de voluntarios y, al mismo tiempo, desafiar a la gente a hacer la tarea de Dios con excelencia?
¿De qué manera el reconocimiento formal e informal se complementan entre sí?