Se necesitan modelos de conducta
por No Aplica
Texto de referencia 1Corintios 4:16-17; 1Pedro 5:5
El programa de televisión Sesenta minutos transmitió un segmento que nos dice algo importante acerca de los huérfanos de padre.
Los guardias forestales en una reserva de animales sudafricana estaban preocupados por la matanza en el parque de treinta y nueve raros rinocerontes blancos. Se descubrió que los asesinos de los rinocerontes no habían sido cazadores furtivos, sino «delincuentes» juveniles: elefantes adolescentes.
La historia comenzó hace una década, cuando el parque ya no podía preservar la creciente población de elefantes. Decidieron matar a muchos de los elefantes adultos cuyos hijos jóvenes eran suficientemente maduros para sobrevivir sin ellos. Así que los elefantes pequeños crecieron huérfanos de padre.
Con el paso del tiempo muchos de estos elefantes jóvenes deambulaban juntos en grupos, y comenzaron a hacer cosas que normalmente no hacen los elefantes. Lanzaban palos y agua a los rinocerontes, y actuaban como los bravucones del vecindario. Sin machos adultos dominantes, los machos jóvenes se volvieron sexualmente activos, y producían excesiva testosterona y exhibían un comportamiento agresivo. Algunos machos jóvenes se volvieron especialmente violentos, y derribaban rinocerontes y los pisaban o se arrodillaban sobre ellos y los mataban con su peso. Finalmente fue necesario matar a Maputo, el líder del grupo.
Los guardias del parque especularon con que estos elefantes adolescentes estaban actuando mal porque no tenían modelos de conducta. La solución fue introducir un macho adulto que los dirigiera y contraatacara sus comportamientos bravucones. Pronto el nuevo macho estableció el dominio y puso en su lugar a los jóvenes matones. La matanza se detuvo. Los machos jóvenes recibieron orientación y se salvaron.
Tomado del libro Ilustraciones perfectas publicado por Unilit. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.