por Entrevista: Arnoldo Wiens
En una reciente visita a Paraguay Apuntes Pastorales tuvo la oportunidad de conocer de cerca una novedosa forma de compartir la Palabra. El Dr. Arnoldo Wiens, director de un ministerio de comunicación integral, nos explicó cómo funciona el proyecto …
AP – ¿En qué consiste el nuevo programa que está desarrollando el ministerio de comunicación integral OBEDIRA?
AW – Consiste en un servicio de mensajería móvil de texto a través de los sistemas de celulares. Nosotros ofrecemos diferentes contenidos, que son enviados en distintos horarios. El usuario que desea recibirlos simplemente se inscribe en el servicio y automáticamente se le descuenta el costo de su saldo cada vez que recibe el mensaje. Hasta el momento contamos con cuatro servicios. El primero que lanzamos se llama Buenas noticias. El segundo Consejos para una familia feliz. El tercero Palabras de fe y esperanza y el cuarto se llama Consejos para tu salud.
AP – ¿Cómo nació este ministerio?
AW – En Paraguay, radio OBEDIRA y Red Guaraní, el canal de televisión, son ministerios conocidos en el ámbito de las comunicaciones públicas. Una empresa que ofrece el software y el contenido de algunos mensajes a los operadores de celulares del país se acercó a nosotros para conocer el contenido de nuestro trabajo en los medios de comunicación en que operamos. Nos propusieron que nos involucráramos en enviar buenas noticias por los celulares. En principio la idea de ellos era que fueran noticias del país, de la política o de la agricultura que tuviera una connotación positiva.
A nosotros nos pareció difícil elaborar mensajes de esta naturaleza porque lo que constituye buena noticia para uno es mala noticia para otro. Lo que le propusimos fue enviar un mensaje de fe y de esperanza basado en la Biblia. Al principio ellos creían que no recibirían aprobación para un proyecto de esta categoría. Por esto, optamos por un mensaje de motivación fundamentado en los principios y valores de la sociedad, pero no directamente vinculados a la fe cristiana. De esta forma empezamos con las buenas noticias y nos fue muy bien con el proyecto.
Posteriormente buscamos una segunda alternativa. La red Guaraní tiene como lema ser, en televisión, el «canal de la familia». Optamos por ofrecer un mensaje cada tarde cuando los padres vuelven de su lugar de trabajo a la casa. Este mensaje apunta a una mejor calidad de vida en el matrimonio y con los hijos. Este servicio también recibió muy buena aceptación y rápidamente se suscribieron muchas personas.
En este año, 2007, incursionamos con el servicio de fe. En Semana Santa los operadores nos llamaron para solicitarlos lo que desde el principio habíamos querido dar: mensajes con contenidos espirituales de fe basados en la Biblia. Interesantemente este es el servicio que más se ha impuesto en los países que lo estamos ofreciendo, porque, una vez comenzado en Paraguay, se nos abrieron las puertas para extendernos hacia otras regiones. Hace poco empezamos también un servicio de salud integral que incluye contenidos del área física, emocional y espiritual
AP – ¿Cuál ha sido la respuesta del público a tan novedosa forma de compartir la Palabra?
AW – Es difícil medir su trascendencia, pues no logramos una retroalimentación directa del público. El servicio es algo impersonal, pues la operadora no necesariamente identifica quién es el que envía el mensaje. No obstante, de una u otra manera muchos se enteran quiénes están detrás del servicio y nos mandan algunos testimonios muy impactantes. En estos días, me tocó escuchar acerca de la directora médica del área de cardiología del hospital nacional más grande del país. Cierto día, cuando ella iba a ofrecer un servicio muy delicado en su área de trabajo, luchaba con la angustia por la falta de claridad en cuanto a una decisión que debía tomar. En medio de la lucha, le llegó uno de nuestros mensajes y le proveyó la luz necesaria para tomar una decisión acertada. Me expresó su más profunda gratitud. Del mismo modo, un fiscal, que se encontraba ante la opción de aceptar un gran soborno, nos comentó que uno de nuestros mensajes le llegó en el momento preciso, y por él desistió de ceder a semejante tentación. Hemos recibido, incluso, testimonios de personas que estaban ante la decisión de quitarse la vida. Un pequeño mensaje en el celular les ayudó a volver a confiar, a retomar la esperanza y seguir luchando.
AP – ¿Qué dicen los números en cuanto a la eficacia del servicio que prestan?
AW – El número de suscriptores en Paraguay llega a un total de 70.000. En otros países (Bolivia, Guatemala, El Salvador, Honduras y Colombia) la cifra en conjunto suma 210.000 suscriptores. Esto nos da un total de 280.000 personas que diariamente reciben estos contenidos.
AP – ¿Cuáles son las características de los mensajes, para que funcionen con limitaciones tan estrictas de espacio?
AW – Existe un tope máximo en cuanto a la cantidad de caracteres que puede incluir un mensaje. No puede exceder los 145 caracteres con espacios incluidos. A la vez, no se utilizan acentos ni la letra «ñ». Esto plantea el tremendo desafío de reducir frases sin que pierdan el contenido. Exige un verdadero trabajo de ingeniería gramatical y conceptual para que el mensaje pueda caber en el limitado espacio de la pantalla de un celular.
AP – ¿Algunos han expresado ciertas reservas acerca de esta forma de proclamar el mensaje de Jesucristo?
AW – ¡Por supuesto! Esta clase de iniciativas cuenta con sus admiradores y también con sus detractores. En ocasiones algunas frases pueden ser malinterpretadas, como ocurre en cualquier clase de comunicación. He recibido llamadas, en dos o tres ocasiones, de personas que indagaban sobre el significado de un mensaje, pues ellos lo habían entendido de manera distinta al sentido original. La explicación sirve para aclarar los conceptos, pero no nos libra de que vuelva a ocurrir.
No obstante, en líneas generales gozamos de muy buena aceptación y estamos utilizando un recurso que definitivamente se ha instalado como medio de comunicación en nuestras sociedades. Muchos grupos están aprovechando el medio para difundir anti valores, tales como las relaciones sexuales ilícitas, el erotismo o el horóscopo. Otros lo aprovechan para comunicar informaciones útiles tales como la cotización de las monedas, el pronóstico del tiempo o el resumen de las noticias. El hecho es que el medio puede utilizarse para una diversidad de propósitos, y nosotros creemos firmemente que también puede servir para transmitir textos bíblicos, mensajes de orientación de salud, formación para la familia y también motivación para seguir adelante en la vida.
AP – ¿Qué les ha enseñado este proyecto acerca de la comunicación?
AW Creo que ha quebrado totalmente nuestros paradigmas. Del mismo modo que, en otros tiempos, a muchos les costó aceptar que se utilizara la radio o la televisión para transmitir valores y difundir el reino de Dios, hoy la tecnología pone a nuestra disposición mecanismos que parecen no ser útiles. No obstante, la computadora y la Internet poseen un tremendo potencial. El celular es un aparato que ha irrumpido en la vida de millones y millones de usuarios. Entendemos que ofrece un medio excelente para que el mensaje de la Palabra llegue a miles, pero aprovechar esta oportunidad ha requerido que rompamos los paradigmas con los que veníamos trabajando. Los resultados parecieran avalar la incursión que hemos realizado en este medio, pues trae un beneficio muy grande para las personas. Por medio de un vehículo novedoso y moderno podemos influenciar a cientos de miles de personas.
En estos días me llegó un correo de alguien que establecía una comparación entre la Biblia y el celular. La persona intentaba imaginar cómo sería nuestra vida si todos tratáramos de la misma forma la Biblia que nuestro celular. Lo llevaríamos todos los días en el bolsillo, la cartera o mochila, por ejemplo. Retornaríamos a casa o a la oficina si la dejáramos olvidada allí. La utilizaríamos para enviar mensajes de ánimo a nuestros amigos y parientes. La trataríamos como si no pudiéramos vivir sin ella. La entregaríamos a nuestros hijos como un regalo preferido en sus cumpleaños. La tendríamos siempre a mano cuando vamos de viaje, nos encontramos en situaciones de necesidad o ante una emergencia. Además, muy por el contrario del celular, la Biblia nunca se queda sin señal y sí posee amplia cobertura, pues puede ser usada en cualquier lugar o momento. No necesita que se le cargue crédito porque, al haber pagado Jesús por nuestras culpas, la comunicación es gratuita. Lo mejor de todo es que la conexión nunca se pierde y la batería no se agota.
La comparación entre la Biblia y el celular me pareció muy oportuna, pues hoy en día la gente pasa más pendiente de algún mensaje que reciba en su celular que de uno leído en la palabra de Dios. Aprovechar bien esta tendencia del ser humano, especialmente entre los jóvenes, para enviar un contenido bíblico me parece fantástico.
AP Dr. Wiens, ¿cuál convicción sustenta todo el trabajo que usted y su equipo realizan para aprovechar al máximo los medios a fin de bendecir a otros?
AW – La convicción es que nosotros necesitamos llevar el evangelio de Cristo en el lenguaje o formato que entienda la gente que necesita de él. Muchas veces esperamos que la gente cambie y se adapte a nosotros, a nuestra manera de ser, a nuestra manera de hablar y a las comunidades en las que nos encontramos, pero no nos adaptamos a la manera por medio de la cual la gente se deja alcanzar. En mi opinión, esta manera de enviar mensajes a cientos de miles de personas nos obligó a adecuarnos y adaptarnos a las tendencias que existen en la sociedad sin perder nuestra identidad ni nuestro contenido. Es más, estamos estudiando la posibilidad de usar el famoso recurso de los 0900, que en algunos países ya se prohibieron las llamadas «calientes» o «eróticas» asociadas con este número. Creemos que mucha gente recurre a esos números con un vacío existencial y emocional muy grande. Quisiéramos habilitar un número 0900 para que las personas al llamar puedan recibir conserjería cristiana. Nuestro deseo es no dejar abierto el campo al enemigo. Si Jesús viviera en estos tiempos creo que usaría estos medios para difundir sus principios, para que el mensaje llegue a la mayor cantidad de personas.
El Dr. Arnoldo Wiens, info@obedira.com.py, nacido en Paraguay, es ministro ordenado, profesor en el Instituto Bíblico Asunción y director ejecutivo de OBEDIRA, un ministerio dedicado a la comunicación integral. Además de haber escrito y publicado un importante número de artículos, es autor del libro Los cristianos y la corrupción, publicado por Editorial Clie. Vive, junto a su esposa y cuatro hijos, en Asunción, Paraguay. ©Apuntes Pastorales XXV-2, todos los derechos reservados.