Predicar sobre personajes bíblicos (Tercera parte)
por Ross W. Hayslip
Las fiestas del calendario cristiano se prestan para predicar acerca de las grandes verdades relacionadas con la vida ordinaria.
Cómo obtener la idea para el sermón sobre un personaje bíblico Halford Luccok señaló acertadamente en cierta ocasión que un sermón, al igual que un río, principia en el cielo. El predicador es un pregonero de Dios. Lo que el ministro declare debe estar respaldado por las palabras autoritativas: «Así dice el Señor». He descubierto que él me habla muy seguido por medio de la aparente necesidad espiritual de mi congregación».¿Qué verdad desea proclamar? El objeto del sermón es más importante que el sujeto. Las fiestas del calendario cristiano se prestan para predicar acerca de las grandes verdades relacionadas con la Navidad, la Pascua y el Pentecostés, y, para ello, los personajes de la Biblia me ayudan. Por ejemplo, en relación con el nacimiento de Jesucristo encontramos a grandes personajes que son dignos de estudio. Antes de echar mano de ellos, usted debe preguntarse cuál mensaje preciso desea predicar. ¿Qué verdad desea proclamar? El objeto del sermón es más importante que el sujeto. En Navidad, el propósito es que su congregación piense en la primera venida de Cristo y, todavía más, ayudarla a profundizar su vida devocional. Hace varios años dediqué una serie de mensajes sobre la Navidad. Expuse, entonces, Lucas 2.1 y titulé el sermón: «Dios usa a César». Escribí el bosquejo de la siguiente manera: (1) Dios usa a los hombres para llevar adelante sus propósitos; (2) Dios usa el tiempo para alcanzar sus propósitos; y (3) Dios usa eventos históricos para llevar a cabo sus propósitos. Prediqué otro sermón sobre Lucas 2.2: «El gobernador que cometió un error». Los puntos principales fueron: (1) El gobernador prosperaba en lo secular; (2) Dios busca lo espiritual; (3) El gobernador estaba perdido en su propio yo. Pero el sermón que más gustó de esta serie fue el que titulé: «Ana, la mujer liberada». Usé la porción bíblica de Lucas 2.36–39: A. La Constancia de su carácter 1. Ana fue profetisa. En el Antiguo Testamento se mencionan cuatro profetisas. María (Éxodo 15.20); Débora (Jueces 4.4); Hulda (2 Reyes 22.14) y la esposa de Isaías cuyo nombre no se menciona en la Biblia (Isaías 8.3). 2. Ana fue hija de Fanuel. Fanuel significa «el rostro de Dios». Indudablemente su influencia espiritual fue importante en la vida de su hija. Por lo general, así como son los padres, son los hijos. 3. Ana pertenecía a la tribu de Aser. Un diccionario bíblico registra los fracasos de esta tribu. Ana no permitió que esos fracasos limitaran su vida espiritual. B. La Intensidad de su devoción 1. Ana era una anciana. Pero a medida que avanzaba en edad, su devoción por el Señor se tornaba más sublime. Usted no tiene por qué envejecer interiormente. Hay numerosos ejemplos respecto a esta verdad tanto en la literatura antigua como contemporánea. 2. Ana llevaba muchos años de haber enviudado. Había probado las desilusiones de la vida. Dios guarda interés en la viudas (una concordancia bíblica le ayudará a encontrar textos relacionados con el tema). 3. Ana asistía al templo. Su permanencia en él resultaba vital para su vida. Asistir a la casa de Dios produce gozo. En un estudio que se hizo de «Las grandes iglesias de Estados Unidos», se encontró un factor muy común. El extraordinario compañerismo entre la feligresía de la iglesia mueve a la gente regresar y adorar a Dios junto con los demás. C. La continuidad en su comunión con Dios 1. Ana oraba y ayunaba de día y de noche. La oración eleva el corazón, la mente y la voluntad hacia Dios. El ayuno le aporta intensidad la oración. 2. Dar gracias constantemente dirigió su espíritu de oración. Cuando menos, existen tres motivos por los cuales siempre debemos estar agradecidos con Dios: la seguridad de que somos sus hijos; su gran plan de redención para todos los hombres; y su ilimitado amor por el mundo. Romanos 8.28 nos debe inspirar a ser agradecidos con Dios. 3. Una vida de testimonio (v. 38). «Hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén». El doctor J.B. Chapman dijo: «Todos necesitamos la gracia de Dios para vivir la vida común». Este es el testimonio que podemos dar: «Vivir para Jesucristo, caracterizados siempre por la verdad». La Pascua y el Pentecostés también se relacionan con numerosos personajes con los que se puede predicar una serie de sermones, no solamente para destacar el significado de la fiesta sino también para presentar la verdad práctica para la vida diaria. Proximamente: Cuarta parte de este artículo: «Sangre, sudor y lágrimas , y otros consejos útiles».
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- Predicar sobre personajes bíblicos (Primera Parte)
- Predicar sobre personajes bíblicos (Segunda Parte)
- Predicar sobre personajes bíblicos (Cuarta Parte)
- Predicar sobre personajes bíblicos (Quinta Parte)
Publicado por primera vez en Pensamiento Cristiano, 1979. Se usa con permiso. DesarrolloCristiano.com, derechos reservados, ©Copyright, 2010.