Oración de San Alberto Hurtado para tener un alma alegre
Por: Ignacio Pérez Tormo
En Mendoza, población argentina situada al pie de Los Andes a los forasteros, las danzas regionales nos anuncian que la ciudad está de fiesta. Sus diecisiete departamentos eligirán a la reina de la Vendimia.
En la céntrica iglesia de los jesuitas se venera una reliquia de San Alberto Hurtado (1901-1952), que fue elevado a los altares durante el pontificado de Benedicto XVI. En el mismo arco lateral se encuentra un cartel que contiene la ORACIÓN PARA TENER UN ALMA ALEGRE:
Señor, son tantos los que sufren
En el mundo de hoy
Y tan pocos los que saben
Olvidar su dolor.
Yo quiero ser Luz
Que refleje tu lampara
Y levadura buena
Que te esponje las almas.
Te doy gracias Señor
Porque has resucitado
Y mataste en mi alma
La angustia del pecado.
Si me pides la vida,
Quiero darla contento,
Si no quieres que muera,
Quiero vivir sonriendo.
Quiero reír,
Quiero soñar,
Quiero darles a todos
La alegría de amar.
Esta oración plasma la teología del santo abandono. Y el santo abandono indica que no hay nada en nuestra vida al azar. Y no es un azar que las gentes de Mendoza sean porosas a la alegría del Cielo, como este verano lo ha sido la tierra a los rayos del sol.