Predicar sobre personajes bíblicos (Quinta Parte)
por Ross W. Hayslip
Los personajes de la Biblia viven al rededor de nosotros. Déjelos hablar por usted en toda su dimensión y humanidad.
La variedad puede darle saber al sermónAlgunas veces el sermón puede exponer a tres personajes distintos, vea el siguiente ejemplo:Lo que usted busca es entender e interpretar sus experiencias espirituales.Título del sermón: Invierta para la eternidadTexto: Mateo 26.13Pasaje bíblico: Mateo 26.6–13Introducción: Aquí presentamos un estudio sobre tres personajes que tuvieron contacto íntimo con Jesucristo. Cada uno respondió de una manera distinta. Examinemos cuidadosamente la respuesta particular de cada personaje ante la presencia del Señor.A. Simón, quien cumplió con su deber: 1. Se cree que Simón el leproso era pariente de Lázaro, al que Cristo resucitó de los muertos. El Señor sanó a Simón de su lepra o de lo contrario jamás se hubiera asociado en público con la gente. Es probable que haya sido el leproso que Cristo sanó según el relato de Mateo 8.2–4. 2. Simón abrió las puertas de su casa a Jesucristo en señal de hospitalidad. La presencia misma de Jesús provoca una gran diferencia en nuestros hogares. Él acude sólo cuando lo invitamos y se queda si se los pedimos. 3. Cuando el Señor está en nuestra presencia, debemos decidir cuál será nuestra relación con él. ¿Será el nuestro Salvador? ¿Lo reconoceremos como nuestro Señor y Maestro? ¿Lo trataremos como lo hizo Simón, como un visitante?B. Los Discípulos, quienes mal interpretaron los motivos: 1. Demostraron indignación. Jesucristo fue para sus discípulos, muchas veces, motivo de vergüenza. Por ejemplo, en el caso de la mujer samaritana la mujer habló amablemente, pero los discípulos fueron ásperos en su trato. Cometieron el error de criticar los hechos de otra persona sincera en su devoción a Dios. 2. Para los discípulos el perfume derramado fue una pérdida. Dijeron que podía haberse vendido. Nunca podemos vender lo sagrado. El precio de aquel perfume equivalía a todo un año de trabajo. No podemos contar como pérdida ningún esfuerzo que se haga para Dios. 3. «Siempre tendréis pobres con vosotros». Lo que Jesucristo estaba diciendo era en realidad: «Si me aman sinceramente, ustedes tendrán cuidado de los pobres. Mientras más amenos al Maestro, más cuidaremos de los pobres.C. La mujer, la cual invirtió para la eternidad. 1. Ella le dio ánimo a Jesucristo en momentos de aflicción. Cristo se aproximaba a la sombra de la cruz. Deseaba animar al Salvador. 2. Ella demostró su devoción sincera. Nosotros demostramos nuestra devoción claramente por medio de la adoración. Kierkegaard señaló: «Dios tiene sólo una pasión —amar y ser amado. Dios demanda amor absoluto». 3. Ella provocó un impacto imperecedero. Después de casi 2000 años de haber ocurrido el incidente, seguimos siendo bendecidos y gozamos de los beneficios de este acto sencillo de amor, realizado por una mujer insignificante. Nuestra huella en la vida se calificará por lo que contribuyamos y no tanto por lo que retengamos.Conclusión: He aquí a tres personajes que fueron bendecidos por la presencia de Jesucristo. A dos de ellos los recordamos desfavorablemente. Pero el personaje, cuyo amor lo motivó al servicio incondicional, permanecerá siempre como un ejemplo para nosotros.Encuéntrese usted mismo en la BibliaSe destaca mucho e comentario Santiago sobre el profeta Elías: «era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras» (5.17). Un gran traductor parafraseó: «Elías era sólo un hombre como nosotros». Cuando usted se ve a sí mismo en la Biblia y se da cuenta de que, desde los días en que estos personajes aparecieron en la historia bíblica, la gente sigue siendo igual, resulta muy fácil identificarse con la gente, con la que puede compartir sus temores, sus esperanzas y sus ambiciones. Mientras más conozca usted a algún personaje, más se identificará con él y será más fácil presentar el mensaje.Los personajes de la Biblia viven al rededor de nosotros. Déjelos hablar por usted en toda su dimensión y humanidad.En otras palabras, usted recrea a estos personajes para que se vean como verdaderos seres humanos. Lo que usted busca es entender e interpretar sus experiencias espirituales, su fe y su compañerismo con Dios. Puesto que usted se aprovecha de esos personajes, les debe a ellos lo que solamente se puede obtener mediante un estudio cuidadoso de sus vida —conocerlos a fondo.Las recompensas de la predicación biográficaTalvez el valor más grande de la predicación biográfica sea que le ofrece a usted la oportunidad de demostrar vivamente cómo la transformadora gracia de Dios opera milagros en los seres humanos. Esta clase de predicación recalca las posibilidades de convertir a las Magdalenas en mujeres santas; la potencialidad de convertir al impulsivo y vacilante Pedro en una roca firme y fiel; de convertir al israelita sencillo en un hombre que pregunte: «¿Puede algo bueno salir de Nazaret?»; de convertir al joven que anhela autoridad y valor para invocar al cielo que descienda el fuego consumidor sobre sus enemigos en un apóstol del amor.En cierta ocasión escuché al doctor Thor Hall, de la Universidad Duke Divinity School, definir la predicación de la siguiente manera: arrancar el mensaje bíblico de donde se encuentra y usarlo para confrontar situaciones contemporáneas. Entenderemos mejor la historia del buen samaritano cuando el camino a Jericó sea la calle principal de nuestra ciudad, y el sacerdote y el levita sean nuestros vecinos. Podemos ver mejor la parábola del hijo pródigo en centenares de jóvenes de nuestras ciudades que abandonan su hogar. El rico insensato alcanzará mucho más significado para nosotros cuando lo veamos entre algunos de nuestros amigos que se han enamorado de lo material a expensas de su propia alma. Los personajes de la Biblia viven alrededor de nosotros. Déjelos hablar por usted en toda su dimensión y humanidad. Continue leyendo…
- Predicar sobre personajes bíblicos (Primera Parte)
- Predicar sobre personajes bíblicos (Segunda Parte)
- Predicar sobre personajes bíblicos (Tercera Parte)
- Predicar sobre personajes bíblicos (Cuarta Parte)
Se tomó de Pensamiento Cristiano, 1979. Se usa con permiso. DesarrolloCristiano.com, derechos reservados, ©Copyright, 2010.