Ex homosexual: ¿Hecho, fraude o fantasía?

“Ex-homosexual” es un término que siempre trae una respuesta. Una gran parte, en la comunidad homosexual, cree que esto es una mentira total. La mayoría niega que sea posible volverse ex-homosexual. Creen que “ex-homosexual” es un término fraudulento. Muchos vienen con el punto de vista de que uno nace con una orientación homosexual que no se puede cambiar. Frecuentemente igualan la orientación homosexual con ser zurdo o con el color de la piel.

Otros, no son tan hostiles, creen que los ex-homosexuales están simplemente absortos en una situación de fantasía. Piensan que un día el que “solía ser homosexual” regresará a la realidad y se dará cuenta que aún es homosexual como siempre lo ha sido. Cada vez que un ex-homosexual vuelve a caer en el pecado homosexual, el crítico escéptico sostiene esto como prueba de su posición que el ex-homosexual estaba viviendo en un estado de euforia, que simplemente tuvo un lavado de cerebro y que finalmente ha vuelto en sí.

Entendiendo el término

¿Cuál es el significado de este término que muchas personas están usando para anunciar que sus vidas han cambiado? Para empezar a entender el significado de “ex-homosexual” podemos correlacionarlo primero con el proceso de santificación descrito en II Corintios 1:10: “El cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte”. El ex-homosexual sabe que algo definitivo ha ocurrido en su vida: El cambio ha llegado. Tal vez el cambio más importante es que él acuerda con Dios que la homosexualidad es un patrón pecaminoso de comportamiento moral. Sus actitudes también han cambiado, así que lo que una vez se llamó “amor” ahora se ve como una actitud posesiva. El ex-homosexual puede estar de acuerdo con Pablo, que ha sido librado. Así que ahora hay una nueva posición en Cristo, donde el homosexual es libre del pecado por la sangre expiatoria de Jesús en la Cruz. Dios ve ahora a esa persona a través del sacrificio de Jesucristo. Al mismo tiempo, el cambio también es un proceso de crecimiento que se efectúa día tras día, minuto, tras minuto.

¿Qué acerca de la tentación?

Volverse ex-homosexual no garantiza que no habrá tropiezos. Diariamente el cristiano necesita ser librado de pensamientos tentadores y disponibilidad sexual. Él sabe que Jesús lo librará de estas cosas, porque Cristo ya ha comenzado el proceso de cambio en su vida. Cuando uno ya ha sentido la mano de Dios obrando en su vida, es fácil confiar en Dios y depender de El en tiempos de problema.

El futuro

“Yo aún seré librado”.

El ex-homosexual ve su respuesta homosexual ha sido disminuida y tiene la vehemente esperanza que será completamente librado en el futuro. Pero la Biblia, en ninguno de sus pasajes, promete que la persona llegará a un punto en que no será tentada; de hecho, las Escrituras dicen que el cristiano encara una vida llena de pruebas y tentaciones. Debemos gozarnos en nuestras pruebas, porque nos edifican a los cristiano proporcionándonos madurez espiritual. El ex-homosexual que es tentado también se regocija, porque ha visto a Dios librarlo y sabe que Él, día a día, le proveerá el camino que lo llevará fuera de la tentación, y que su fe será cada vez más fuerte.

Nuestra meta

En “Amor en Acción” no intentamos hacer heterosexuales a los homosexuales, sino, más bien, intentamos cambiar la identidad de la persona, la imagen que tiene la persona de sí misma. No es bíblico utilizar nuestro pasado pecado como la identidad dada por Dios. Alentamos al que solía ser homosexual que quite la catalogación “homosexual” de su vida. Sin embargo, no le pedimos que se vuelva deshonesto acerca de su lucha con la homosexualidad. Él es un cristiano que tiene un problema homosexual, en vez de un homosexual que cree en Jesucristo. Es nuestra esperanza que la persona, luchando contra su homosexualidad, llegue al lugar de completa comunión en Cristo; desde cuya posición, puede decidir si casarse o permanecer soltera.

Esperamos que, si estas personas consideran seriamente la posibilidad de casarse, lleguen a la madurez espiritual necesaria, siempre con la guía de Cristo, para contraer matrimonio.

¿Qué queremos en verdad?

Una parte importante del proceso de cambio es el principio de “creer”. Jesús dijo en Marcos 11:24: “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”. Alentamos a personas que gozosamente den la bienvenida a Cristo en sus corazones, para tener un espíritu positivo acerca de Cristo y esperar que ocurran cambios. Indicamos que Cristo opera diariamente, aún, minuto a minuto. Una sensibilidad debe desenvolverse para ver lo que Él está haciendo. Él no nos ha abandonado, sino que diariamente nos limpia. Si es el deseo de tu corazón casarte y tener una familia, Cristo por seguro que hará eso posible. Hemos visto esto ocurrir vez tras vez. Es la incredulidad que atrapa y desanima y nos deja sin esperanza. Incredulidad con eficacia para el proceso del cambio y detiene el Espíritu Santo cuando El intenta alcanzarnos para traer importantes mensajes de cambio. II Corintios 5:17 en la Biblia Amplificada dice: “De modo que si alguno está en Cristo, el Mesías, él es toda una nueva criatura, una nueva creación. Las viejas previas condiciones morales y espirituales pasaron; ¡He aquí lo fresco y lo nuevo ha llegado!”.

“Ex-homosexual”

¿Por qué este término “homosexual” amenaza tanto a la comunidad homosexual? Implica que uno permanece homosexual por selección natural. Así que la persona homosexual no necesita continuar en ese estilo de vida. Es más fácil creer que no hay camino fuera que contemplar los rigores del proceso de cambio. Que nadie se engañe pensando que dejando el estilo de vida homosexual es cosa fácil. Es extremadamente dificultoso. Es solamente cuando nos rendimos totalmente y decimos: “Señor no lo puedo hacer yo solo” y permitimos a Dios entrar y obrar en nuestras vidas. El proceso es lento y la persona homosexual enfrenta un verdadero combate espiritual. El enemigo no permite que nadie fácilmente se deslice de su control. Por cierto el ex-homosexual pasa por esa prueba de fuego.

¿Cómo soportamos, nosotros los ex-homosexuales, tal catalogación?

Primero, nunca me he sentido entusiasta por esta catalogación. Es una cicatriz en el costado y heridas en las manos. Es una identidad insuficiente y un pobre cambio por la vieja identidad de ser homosexual, también no es válido usar nuestro viejo pecado para formar nuestra identidad. Somos cristianos que solíamos ser homosexuales. Puede que seamos cristianos que aún luchamos con la homosexualidad, pero, ante todo, somos cristianos. Somos de propiedad de Jesucristo, ya nuestra vida no nos pertenece. Entonces ¿por qué la catalogación de “ex-homosexual”? ¿Qué propósito cumple? Es el testimonio del poder de transformación de Jesucristo. Es el rayo de esperanza que da destellos en la comunidad homosexual que la homosexualidad no es una condición terminal. “De por sí -dice- ¡hay un cambio fuera!”

El cambio es verdadero

Los cambios que Cristo hace en una vida son hechos, no fraude ni fantasía. Los cambios empiezan desde el momento que aceptamos a Cristo como el Señor de nuestra vida hasta el día que lo veremos cara a cara. Nunca podemos esperar perfección, es una mala comprensión del término. ¿Qué significa “homosexual”?. Es una declaración de hecho: “Yo ya no soy el mismo. Dios me ha cambiado, y me está cambiando, y por seguro que seguirá haciéndolo”

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