¿Cómo nos ven?
por Desarrollo Cristiano
La forma en que la gente joven de la calle percibe a la iglesia puede ayudarnos a corregir prácticas que empañan nuestro testimonio como cuerpo de Cristo.
En este mundo globalizado los jóvenes han forjado una cultura que trasciende las fronteras de los países. Una serie de investigaciones en diferentes ciudades revelan que muchos miran a la iglesia con indiferencia. Otros, que se criaron dentro del ámbito evangélico, deciden darle la espalda a la institución cuando llegan a la mayoría de edad. Conocen bien la vida de iglesia, pero no encuentran en ella una propuesta que los atrape.
Si la iglesia pretende ser efectiva a la hora de derribar las barreras que la separan de la población que no es cristiana, deberá detenerse a examinar cada una de estas percepciones. Algunas pueden ser injustas. Otras son exageradas generalizaciones. En cada una, no obstante, existe una cuota de veracidad que exige un cambio.
Religión, más que fe
Muchas personas admiran a la persona de Jesús y creen que fue un hombre como ningún otro. No obstante, no creen que la iglesia sea representativa de lo que Jesús quiso enseñar. Más bien perciben que la iglesia ha desarrollado su propia forma de vivir la fe, aun cuando esta guarde poca relación con la Palabra.
A todo se opone
La iglesia es más conocida por los temas a los que se opone que por aquellos que propone. Los jóvenes la perciben como con «el dedo levantado», censurando todo lo que ocurre en su entorno. Ser evangélico es ubicarse en una postura de «nosotros» contra «el resto del mundo». Para los jóvenes, que valoran la integración, esta percepción les produce un profundo rechazo hacia la institución.
Dicen, pero no hacen
A muchos jóvenes les molesta la aparente hipocresía de muchos que están dentro de la iglesia, que son creyentes de labios, pero no de vida. La inconsistencia entre las declaraciones que se efectúan en el ámbito público de las reuniones y la vida privada de esas mismas personas es muy marcada. El doble discurso le resta efectividad al llamado a caminar con uno que afirmó ser «la verdad».
Solo me quieren «enganchar»
Muchos jóvenes cuestionan la sinceridad de quienes intentan ganarlos para la iglesia. No se sienten verdaderamente amados por estas personas, pues la motivación principal en los esfuerzos evangelísticos es que la iglesia crezca. El amor verdadero, señalan, persevera en cultivar una relación con los «perdidos» aun cuando ellos rechacen el evangelio.
La mayoría de las personas no arriban a sus conclusiones por el camino de la lógica, sino por la influencia de otros sobre sus vidas. Los intentos de «persuadir» hacia una conversión por medio de argumentos pocas veces despiertan interés.
Los evangélicos se oponen al sexo
Cuando una persona se presenta como cristiana el que no es creyente automáticamente asume que es una persona que censura las relaciones sexuales entre individuos, especialmente en la comunidad homosexual y lesbiana. Muchos no solamente creen que se opone, sino que también alimentan un odio profundo por todos aquellos que practican una inmoralidad «aberrante» en su vida sexual.
La iglesia es anticuada
Los cristianos son aburridos, pasados de moda y completamente al margen de la realidad que le toca vivir a la sociedad. La iglesia se ha quedado con reglas y enseñanzas que ya no son aplicables ni prácticas en la época en que se vive. Están arraigados en su propio mundo y ni siquiera hablan el mismo idioma que los demás.
Para esta nueva generación de jóvenes, a quienes les han quitado todos los límites y se los anima a que construyan su propia filosofía de vida, la iglesia es sinónimo de libertad coartada.
Los evangélicos viven juzgando
El acto de juzgar se refiere a señalar, con dedo acusador, lo que está mal en la vida de otra persona, de manera que esta se siente humillada, marginada y excluida. Los jóvenes, que se han abrazado al lema de «vivir y dejar vivir», se muestran reticentes a la hora de juzgar a otros, porque creen que gran parte de los males que padece la humanidad provienen de actitudes de juicio y condenación hacia los que son diferentes a nosotros.
Este artículo es una compilación de las principales conclusiones de diversos estudios sobre el tema.