Mediocridad Remixed:
por Fausto Liriano
El camino al «éxito» se transita descendiendo. El camino a la vida se transita muriendo. El camino al verdadero liderazgo se transita sirviendo.
Durante los últimos años he visto aumentar el número de prédicas, conferencias y campamentos que nos llaman al «éxito». Yo mismo fui atraído muchas veces por cuestiones del tema y arrastrado por la ola, quizás también lo prediqué (aunque no recuerdo, espero que no). Desde mi encuentro con el «Sermón del Monte» he puesto en duda muchas de las cosas que un gran sector del cristianismo actual aplaude o tiene en alta estima. Una de esas es lo que nosotros consideramos: ÉXITO.
Dudo mucho de que, como iglesia, sea posible tomar prestadas las definiciones de éxito del «maldito mundo». Estas funcionarían bien para que destaques en el mundo, aceptando (obviamente) todo el dolor, sufrimiento y engaño que viene con él, junto con la felicidad de la victoria, el reconocimiento de tus amigos y la envidia de tus enemigos. Pero no creo que consigamos predicar el mensaje del Reino y al mismo tiempo contradecirlo. Las mismas definiciones de éxito que escuchamos en muchos sermones cristianos son las torres que Jesús buscó destruir con su ministerio.
¿Cómo es posible que prediquemos lo que Jesús nos pidió desechar, no solo con sus palabras sino con sus acciones? El ministerio de Jesús era EXITOSO y lo es hasta el día de hoy, pero parecía que el Señor se burlaba (desde su nacimiento) de las apariencias que de alguna forma lo vincularían con un «exitoso Mesías». Nació en un pesebre, lo crió un carpintero de un pueblo común de un país insignificante, eligió a un grupo de «perdedores» como discípulos (¿mediocres?), compartió con gente insignificante, tocó a leprosos, entró «triunfante» a Jerusalén sentado en el hijo de un asno, murió en la cruz, lo sepultaron en una tumba prestada después de que sus compañeros le dieron la espalda, etcétera…. etcétera… etcétera…
Maldito Mundo
Tómate el tiempo que quieras para que esto encaje con tu teología del éxito, pero… si eres honesto, te verás continuamente confrontado por estos hechos y otros, porque parece que Dios siguió el mismo patrón en el Antiguo Testamento. El fin: que el hombre se deje de cosas y entienda que lo que tiene se lo ha concedido Dios, aunque lo quiera negar. Cometemos constantemente el pecado de los hombres de Babel: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo nos haremos famosos» (Gn 11.4). Sí, sí, poniéndome en línea con un pensamiento de Slavoj Zizek[*], la historia se repite: primero como una tragedia (Babel) y luego como una farsa (¿lo tengo que decir?).
¿Cómo definiría mediocre? Mediocre es aquel que copia los patrones de éxito del maldito mundo porque por alguna razón no tiene suficiente fe como para confiar en los procesos de Dios. Entierra su «talento» porque tiene miedo, por eso manipula con las palabras y usa técnicas empresariales que no requieren que la mano de Dios se vea, que le permiten saltar procesos para lograr lo que él o ella quiere, y además no permiten que la paciencia en medio de la desesperación le ayude a crecer en fe. De cierto de cierto te digo «que ya tiene su recompensa». Eso es «mediocridad remixed». En ese sentido abundan más los mediocres que los exitosos, aunque las apariencias anuncien lo contrario. Recuerda: lo que se ve no es realmente lo que debamos ver, y toma un poco de esfuerzo ver lo que no se ve.
El camino al «éxito» se transita descendiendo. El camino a la vida se transita muriendo. El camino al verdadero liderazgo se transita sirviendo.
El autor es publicista, reside en Santo Domingo, República Dominica, felizmente casado con Noelia y disfruta ser padre de Benjamín. Es pastor de El Círculo Juvenil (www.circulojuvenil.com), una comunidad de creyentes que quieren que la historia de la Iglesia de Hechos 2.42 continúe. Su blog: www.veldugo01.com
Se tomó del libro Maldito mundo, VeldugoPress, 2011. Todos los derechos reservados por autor. Se publica con permiso del autor. Para leer el libro completo pulse este enlace: www.malditomundo.com
[*] (Liubliana, 21 de marzo de 1949) es un filósofo natural de Eslovenia. Desarrolló la teoría lacaniana sobre los registros de lo real, lo simbólico y lo imaginario.