Atentado frustrado en Líbano a menos de un mes de la visita del Papa, la visita del Benedicto XVI no corre peligro
La semana pasada se frustró un atentado de grandes dimensiones en Líbano, cuando Michel Samaha, antiguo ministro y actual partidario del régimen en Damasco, así como de Hezbolá, intentó llevar una gran cantidad de explosivos al norte del Líbano, por orden del servicio secreto sirio.
Se había previsto que detonara un coche-bomba durante una fiesta nocturna tras el ayuno del Ramadán, junto a la casa del popular diputado sunita Khaled Daher, en el momento en que el Patriarca de la Iglesia maronita —que supone la comunidad cristiana más extendida en el Líbano— pasara por allí o incluso acudiera a visitar al diputado.
El antiguo superior de la orden monástica maronita, el historiador Paul Naaman, explicó algunos detalles del suceso y su opinión a la delegación de Ayuda a la Iglesia Necesitada durante un encuentro mantenido en Beirut. Segú ha explicado el experto, el plan fue abortado porque Samaha lo encargó a una persona de su confianza, pero este, “al parecer, preso de dudas de conciencia” lo comunicó al servicio secreto del país. “La providencia actúa”, dijo textualmente Naaman. A continuación, el servicio secreto entregó a la persona de confianza un bolígrafo con una cámara instalada, con la que grabó la entrega y la descripción del encargo. Samaha fue arrestado y, ante las abrumadoras pruebas, confesó el plan.
Las recientes tensiones en el Líbano “no ponen en peligro” el viaje del Papa, en opinión del Patriarca de los maronitas, monseñor Boutros Rai, representante de mayor rango de la Iglesia en el Líbano. Preguntado en un encuentro con una delegación de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, si los desórdenes y tensiones podrían hacer que se suspendiera el viaje oficial de mediados de septiembre, dijo: “Por supuesto que se celebrará la visita. Los cristianos en el Líbano esperan al Santo Padre con gran alegría”.