Un Joven Prometedor y sin Compromiso Jueces 13:1–14:19

El postre que ofrecían en la tienda se parecía mucho a uno que mi madre hacía. Yo tenía años de no degustar el suculento manjar, pero por las apariencias, estaba seguro de que el que estaba delante de mí sería igual de delicioso. No resistiendo más, lo compré y con mucha expectativa tomé el primer bocado. ¡El sabor era completamente distinto! Imagine mi desilusión. Una sensación semejante es la que nos deja la historia de Sansón.

APOSTASÍA Y OPRESIÓN 13:1

Esta última repetición del ciclo está incompleta. La apostasía se resume escuetamente en 13:1a, pero ya se ha explicado en más detalle en 10:6. Esta vez, Jehová utilizó como opresores a los filisteos (13:1b; 10:7). La opresión duró 40 años, dos veces más que cualquiera otra mencionada en el libro, probablemente debido a la falta de arrepentimiento.

En efecto, el elemento del ciclo que hace falta es el clamor. De hecho, en ninguna parte de los capítulos 13–16 vemos que los israelitas hayan buscado ser liberados. Sin embargo, Dios les auxilió. Ahora nos percatamos de que el Señor ha socorrido a su pueblo a través del libro no solamente porque se ha arrepentido, sino porque él lo había escogido y amado.

¡PENSEMOS!
¿Alguna vez le ha ayudado Dios a usted aun cuando no se haya arrepentido ni confesado sus pecados? ¿Por qué lo haría?

UN JOVEN PROMETEDOR 13:2–25

El nacimiento de nuestro primer hijo tuvo algunas complicaciones, pero gracias a Dios, no hubo nada que lamentar. Cuando mi suegro supo lo que había pasado, nos escribió diciendo que Dios debía tener algún propósito especial para Natanael. En la Biblia se nos relata la vida de varios niños que nacieron bajo circunstancias extraordinarias pero que cuando crecieron jugaron un papel relavante en el plan de Dios. La historia de la concepción y nacimiento de Sansón nos hace suponer lo mismo de él.

Anuncio angelical 13:2–23

La madre de Sansón siempre había sido estéril. En la Biblia se nos dice que Sara (madre de Isaac), Rebeca (madre de Jacob y Esaú), Raquel (madre de José y Benjamín), Ana (madre de Samuel) y Elisabet (madre de Juan el Bautista) también fueron estériles (Génesis 16:1–2; 17:15–19; 25:21; 30:1–2; 1 Samuel 1:2–20; Lucas 1:7).

A la mujer estéril se le apareció el ángel de Jehová para hacerle dos promesas maravillosas: Tendría un hijo varón (13:3), y él comenzaría a salvar a Israel de los filisteos (13:5). Los nacimientos de Isaac, Juan el Bautista y Jesús, también fueron anunciados por un ángel (Génesis 18:9–15; Lucas 1:11–20, 26–38). Jesús, Jeremías, Juan el Bautista y Pablo fueron llamados a su misión antes de nacer (Isaías 9:6–7; 49:1, 5–6; Mateo 1:21; Lucas 1:31–33; Jeremías 1:5; Lucas 1:15–17; Gálatas 1:15).

Juntamente con las promesas vino una orden: Que el niño fuera nazareo a Dios toda su vida, a partir del momento de su concepción (13:4–5, 7). La frase que se traduce como “desde su nacimiento” (13:5, 7) es literalmente “desde el vientre”. Aquí significa “estando aún en el vientre”, ya que la madre debía comenzar a guardar la dieta que el nazareato exigía desde el momento en que el ángel de Jehová habló con ella (13:4).

¡PENSEMOS!
Gran parte del debate actual acerca del aborto gira en torno a la cuestión de si el feto que está en el vientre de su madre es persona, o no. ¿Qué implica el nazareato prenatal de Sansón para esta discusión? ¿Trató Dios a Sansón como una persona antes de su nacimiento, o no?

El voto de nazareo consistía en apartarse del mundo en forma especial y dedicarse a Dios por un tiempo (ver Números 6:1–21; Amós 2:12). Sin embargo, Sansón debía ser un nazareo vitalicio, así como lo serían posteriormente Samuel (1 Samuel 1:11) y Juan el Bautista (Lucas 1:15).

Sansón nació de mujer estéril, fue anunciado por el ángel de Jehová, llamado a comenzar la liberación de Israel y apartado como nazareo vitalicio. Todo esto nos haría esperar que aquél hijo iba a ser un héroe santo y exitoso en el servicio de Dios.

NACIMIENTOS EXTRAORDINARIOS

MENCIONADOS EN LA BIBLIA

De madre estéril Anuncio angelical Llamamiento prenatal Nazareo vitalicio
Isaac

Jacob

José

Sansón

Samuel

Juan Bautista

Isaac

Sansón

Juan Bautista

Jesús

Sansón

Jeremías

Juan Bautista

Pablo

Sansón

Samuel

Juan Bautista

¡PENSEMOS!
Más que ningún otro juez, Sansón representa a Israel. ¿Qué madres estériles hubo en las primeras generaciones de Israel? ¿Qué anuncio hubo acerca del nacimiento de la nación? (Génesis 12:2; 13:16) ¿A qué fue llamada? (Génesis 12:3; Éxodo 19:6) ¿Para qué fue apartada? (Éxodo 19:5–6) ¿Vivió Israel a la altura de su llamamiento, o decepcionó al Señor?
¿Qué paralelos hay entre el nacimiento de Sansón y la experiencia de usted como cristiano? ¿Qué nacimiento extraordinario ha conocido usted? (Juan 3:3, 5–6; 1 Pedro 1:23) ¿A qué ha sido usted llamado? (1 Pedro 2:9) ¿Está viviendo como es digno de la vocación con que fue llamado? (Efesios 4:1)

Seguramente que la madre de Sansón entendió la promesa: “comenzará a salvar a Israel” (13:5) en el sentido de “encabezará la salvación de Israel” (ver la afirmación similar de 10:18). Sin embargo, como veremos, el cumplimiento fue literal; el hijo apenas dio inicio al proceso de liberación.

EL CICLO INCOMPLETO DE JUECES 13–16

La mujer buscó a su marido para contarle las buenas noticias (13:6–7). Identificó al mensajero diciendo que era un profeta (13:6; ver la expresión “varón de Dios” en 1 Reyes 13), pero reconoció que había algo sobrenatural en él. Manoa entonces rogó al Señor que lo enviara de nuevo para que los instruyera a ambos en cómo educar al niño (13:8).

En respuesta, el ángel de Dios apareció de nuevo a la señora (13:9), quien avisó a su esposo (13:10). Este primero se cercioró de que era el mismo que había venido antes (13:11), y luego pidió orientación sobre la educación del hijo (13:12). Sin embargo, el mensajero divino se limitó a repetir las instrucciones sobre la dieta de la madre (13:13). Más adelante veremos que los padres no supieron controlar a Sansón (ver 14:1–3). En su sabiduría inescrutable, Dios no les reveló nada en esa ocasión para evitarles ese problema.

Manoa quería expresar su gratitud al “profeta” (13:15), pero éste le recomendó hacerlo a Jehová (13:16). Cuando el danita le preguntó su nombre, a fin de honrarlo después del nacimiento de su hijo (13:17), recibió otra respuesta evasiva, pero también una pista acerca de su verdadera identidad (13:18). “Admirable” aquí significa “incomprensible para el ser humano” (comp. Salmo 139:6, donde la palabra que se traduce como “maravilloso” es de la misma raíz hebrea). La desaparición del ángel de Jehová en la llama del altar (13:19–20) demostró que en efecto él era el Dios hacedor de lo incomprensible (13:21–22).

Manoa estaba seguro de que los dos morirían (13:22; comp. 6:22–23), pero su esposa razonó mejor. Para ella no tenía sentido que Jehová aceptara su sacrificio y les anunciara que iban a tener un hijo libertador, si desde el principio pensaba matarlos (13:23).

Nacimiento y crecimiento 13:24–25

Conforme a la promesa (13:3, 5, 7), la mujer estéril dio a luz un hijo varón (13:24). Lo llamó Sansón, nombre que en hebreo se relaciona con la palabra “sol”. Ella deseaba que su hijo fuera tan fuerte y próspero como ese astro (ver 5:31).

Cuando el niño fue creciendo, el Espíritu de Dios comenzó a manifestarse en él (13:25). La última parte del v. 24, “y el niño creció, y Jehová lo bendijo”, se asemeja a 1 Samuel 2:26 (donde se refiere al profeta Samuel), y Lucas 2:40, 52 (acerca de Jesús). En comparación con Otoniel, el hermano menor de Caleb (3:9), el zurdo Aod (3:15), el extranjero Samgar (3:31), la mujer Débora (4:4), los temerosos Barac y Gedeón (4:8; 6:15; 7:10–11) y el hijo ilegítimo Jefté (11:1), Sansón parecía ser un libertador ideal. Sin embargo, pronto nos desilusiona.

JUECES 13 JUECES 14
EXPECTATIVA DESILUSIÓN
¡PENSEMOS!
¿Qué dones y talentos le ha dado Dios? ¿Cómo los está usando? ¿Está cumpliendo con la expectativa divina, o está decepcionando al Señor?

UN JOVEN SIN COMPROMISO 14:1–19

Noviazgo mal encaminado 14:1–7

Después de leer 13:25, suponemos que Sansón pronto comenzará a liberar a Israel (ver 13:5; comp. 3:10; 6:34–35; 11:29). Sin embargo, cuando descendió a los filisteos que ocupaban Timnat (14:1a), no peleó contra ellos, sino que se enamoró de una de sus mujeres (14:1b). Pidió a sus padres arreglar su matrimonio con ella (14:2). Aunque ellos quisieron disuadirlo, él se empecinó en casarse con ella (14:3). Su razón era sencilla: “ella me agrada”.

Para evitar la idolatría, la Ley de Moisés había prohibido los matrimonios con cananeos (Éxodo 34:15–16; Deuteronomio 7:1–4). El peligro era igual con los filisteos. Sin embargo, Jehová usaría el egoísmo pecaminoso de Sansón para librar a su pueblo de los opresores (14:4). El pasaje dice que Dios era el único que buscaba ocasión para pelear con ellos.

¡PENSEMOS!
¿Qué peligros hay actualmente para un creyente que se enamora de una persona inconversa? ¿Cómo se usa el argumento de “ella me agrada” para justificar tales relaciones? ¿Justifica usted algún pecado en base a sus gustos?
¿Usa Dios todavía la desobediencia de sus hijos para llevar a cabo sus planes? ¿Puede usted citar algún ejemplo? ¿Cómo puede Dios, que es justo, usar el pecado para sus fines?

A pesar de sus objeciones, los padres acompañaron a Sansón para arreglar el matrimonio (14:5a, 7). En las viñas de Timnat (lugar inapropiado para un nazareo, comp. 13:14) y estando lejos de sus padres (ver 14:5b), Sansón se vio amenazado por un león (14:5b). Sin embargo, se precipitó sobre él no la fiera, sino el Espíritu de Jehová, y Sansón partió al animal vivo, como se hacía con los cabritos cocidos en los banquetes (14:6a).

Matrimonio malogrado 14:8–19

Durante el viaje para su boda, de nuevo Sansón se separó de sus padres (14:8a). Buscó el cadáver del león y halló miel en él (14:8b). La recogió en sus manos, la comió y la compartió con sus padres (14:9). Al tocar el cadáver y comer la miel inmunda, violó prohibiciones que incluían a todos los israelitas (Levítico 11:27, 32–38) así como una orden repetida en las tres versiones de las instrucciones del ángel de Jehová (13:4, 7, 14). Luego, contaminó a sus padres también, sin que ellos se dieran cuenta (14:9b).

En Timnat, Sansón hizo un banquete de siete días como fiesta de boda (14:10a). En hebreo “banquete” es literamente “fiesta de bebida”. Sin duda, habría mucho vino y sidra en la fiesta, mismos que se ofrecieron de acuerdo a las costumbres de los filisteos (14:10b; comp. la prohibición en 13:4, 7, 14).

En el primer día de la fiesta, Sansón apostó que sus compañeros filisteos no podrían resolver un enigma dado por él (14:11–13). Lo expuso en un paralelismo poético (14:14a). El “devorador” y “fuerte” era el león, y la “comida” y “dulzura”, la miel. Sin embargo, los compañeros no sabían nada del león, y seguramente pensaban que el “fuerte” era Sansón.

Como no pudieron dar con la solución (14:14b), y como los vestidos serían caros (comp. 2 Reyes 5:5), amenazaron a la novia, para que ella obtuviera el secreto de Sansón (14:15). En vez de acudir a él para protección, ella lo manipuló, llorando, acusándolo de no amarla y presionándole para sacarle la clave (14:16–17). El fuerte Sansón no pudo resistir el llanto de su amada. El último día del banquete le reveló la respuesta, y ella la comunicó a sus paisanos (14:17).

Justo antes de que terminara el día y Sansón entrara en la cámara nupcial con su esposa para consumar el matrimonio, los fulisteos anunciaron la solución (14:18a). Para dar realce a sus triunfo, plasmaron su respuesta en otro paralelismo poético. Para tener la última palabra, Sansón respondió con un poemita más, insultando a su novia y dando a entender que sabía cómo sus compañeros habían obtenido el secreto (14:18b).

El pasaje dice que descendió airado a Ascalón, ciudad filistea a 20 kms. de Timnat (14:19a) donde, fortalecido por el Espíritu de Dios, mató a treinta varones y tomó sus vestidos para pagar la apuesta. A través de los desvaríos de Sansón, Jehová comenzaba a librar a Israel de sus opresores (ver v. 14:4; 13:5).

¡PENSEMOS!
¿Qué revela 14:12–19 acerca de la ética de los filisteos? ¿Qué nos dice acerca de las debilidades de Sansón? ¿Se parece usted en algo a los filisteos? ¿A Sansón?
¿Qué tácticas usó la novia para extraer a Sansón el secreto? (14:16–17) ¿Cuáles son algunos ejemplos del uso de esas tácticas entre las parejas de hoy en día?
¿Qué problemas tuvo Sansón por querer casarse con una filistea? ¿En qué problemas se puede meter un creyente que se casa con una persona inconversa?

Williams, G. (1995). Estudios Bı́blicos ELA: Dios permanece fiel (Jueces y Rut) (65). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.