Biblia

La seguridad amenazada Ester 3:1–4:3

La seguridad amenazada Ester 3:1–4:3

EL ENGRANDECIMIENTO DE AMÁN 3:1–2b

El capítulo 3 comienza con una frase corta pero clave. Dice “después de estas cosas”. Frases así provocan investigación. ¿Qué quiere decir? Probablemente se refiere a la intervención de Mardoqueo para proteger la seguridad del rey Asuero (2:21–23).

AMÁN HIJO DE HAMEDATA AGAGUEO FUE ENGRANDECIDO Y HONRADO POR EL REY ASUERO (3:1b)

Muchos comentaristas bíblicos creen que Amán era descendiente de Agag rey de Amalec (1 Samuel 15:8), y por eso es llamado agagueo. Si esto es cierto, tenemos aquí un ejemplo claro del principio bíblico de cosechar lo que se siembra en la vida (Gálatas 6:7–8). El rey Saúl había recibido órdenes del Señor de destruir a todos los amalecitas (1 Samuel 15:1–3). Su obediencia fue parcial. Mató a todos a filo de espada, con una excepión. “Ytomó vivo a Agag rey de Amalec” (1 Samuel 15:8). Muchos años después (aquí), otro agagueo se levanta para tratar de destruir a todos los judíos.

El ascenso que Amán recibió lo colocó sobre todos los otros príncipes (3:1c). El rey ordenó también que todos los siervos que estaban a la puerta del rey se inclinaran y arrodillaran delante de Amán (3:2a). Y todos lo hacían con la excepción de Mardoqueo, quien no se arrodillaba ni se humillaba (3:2b). No se sabe si Mardoqueo actuaba así por orgullo o por piedad, ya que la Biblia prohibe inclinarse delante de los ídolos (Éxodo 20:4–5). Tomando en cuenta la costumbre de los reyes persas de exigir que se les hicieran honores divinos, es posible que Amán demandara respeto para sí mismo como un acto de adoración. En tal caso, Mardoqueo estaba demostrando su temor por Jehová. Su comportamiento fue denunciado delante de Amán, quien al comprobar que era cierto, se enfureció grandemente (3:3–5).

¡PENSEMOS!
¿A que se refiere la frase “después de estas cosas” que aparece al principio del capítulo 3 del libro de Ester? ¿Quién era Amán? ¿Por qué vivían todavía los agagueos? ¿Cuál fue el honor otorgado a Amán por el rey Asuero? ¿Qué debían hacer los siervos del rey al pasar Amán? ¿Quién no obedecía esa ley? ¿Qué hizo Amán al darse cuenta?

AMÁN PROCURA LA DESTRUCCIÓN DE TODOS LOS JUDÍOS 3:6–9

Mardoqueo había declarado a sus colegas que era judío (3:4c) y esa información fue proporcionada a Amán (3:6b). En vez de buscar solamente la muerte de Mardoqueo, Amán decidió tratar de destruir a todos los judíos que había en el reino de Asuero (3:6c). Para averiguar el mejor tiempo para llevar a cabo su complot contra los judíos, Amán echó el pur o suertes. Esto sucedió en el primer mes del calendario judío que era el duodécimo año del rey Asuero y la suerte marcó el tiempo propicio para el mes duodécimo (3:7). Eso le dio a Amán once meses para prepararse, y providencialmente dio tiempo a los judíos para contrarrestar su esfuerzo.

En la presentación de su plan al rey Asuero, Amán acusó a los judíos de ser desobedientes a las leyes reales (3:8), y suplicó que se emitiera un decreto para destruirlos (3:9a). Además, prometió al rey entregar diez mil talentos de plata a los que manejaban la hacienda, para ser traídos a los tesoros del rey (3:9b). Pero pensaba obtener la plata mediante la confiscación de las propiedades de los judíos. La cantidad de plata ofrecida excedía los trescientos mil kilogramos.

¡PENSEMOS!
¿Qué había divulgado Mardoqueo en aquellos días? ¿Cuál fue la reacción de Amán al darse cuenta de que Mardoqueo era judío? ¿Qué hizo Amán para determinar el mejor tiempo para ejecutar su plan? ¿Qué mes salió indicado? ¿Qué acusación hizo Amán en contra de los judíos delante del rey? ¿Qué cantidad de plata ofreció Amán al rey?

PUBLICACIÓN Y ENVÍO DEL DECRETO 3:10–15

Sin investigar la identidad del pueblo aludido, el rey se quitó el anillo, lo dio a Amán, y lo autorizó para ejecutar su plan y disponer del dinero ofrecido (3:10–11). Es probable que el rey todavía no supiera que su reina era judía. Ignoraba las implicaciones de su decisión. Por eso, Amán estaba muy contento.

Los escribanos fueron llamados, y el edicto se redactó en el mes primero, al treceavo día (3:12a), que era el mes en que Amán echó la suerte (3:7a). Es evidente que la cosa era urgente para Amán. Además, se le dio libertad para redactar el edicto como quisiera (3:12b).

“Y FUE ESCRITO CONFORME A TODO LO QUE

MANDÓ AMÁN” (3:12b).

La fecha que fijaron para ejecutar la orden fue el día trece del duodécimo mes, o sean once meses después de escribir el decreto (3:13c). Debían destruir, matar y exterminar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un mismo día y podrían apoderarse de sus bienes (3:13b y d). El decreto fue escrito a cada pueblo según su escritura y según su lengua (3:12c). Las cartas fueron enviadas por correo a todas las provincias del rey (3:13a), y la copia del escrito fue publicada en todos los pueblos a fin de que estuviesen listos para aquel día (3:14). Se usaron jinetes para facilitar el proceso de hacer llegar el edicto a las distintas provincias a tiempo para la ejecución de los judíos.

“Y SALIERON LOS CORREOS PRONTAMENTE POR

MANDATO DEL REY, Y EL EDICTO FUE DADO EN

SUSA CAPITAL DEL REINO. Y EL REY Y AMÁN SE

SENTARON A BEBER, PERO LA CIUDAD DE SUSA

ESTABA CONMOVIDA” (3:15).

Para poner las cosas en su contexto histórico, es necesario apuntar que ni Esdras ni Nehemías habían regresado todavía. Esdras saldría dieciséis años más tarde y Nehemías todavía tardaría otros treintaiún años para regresar. El remanente que volvió con Zorobabel estaba en Israel con su templo ya construido. El decreto les alcanzaría a ellos también. No quedó ni un sólo judío exento de sufrir sus consecuencias.

¡PENSEMOS!
¿Qué tal le pareció al rey el plan de Amán? ¿En qué fecha fue publicado el decreto? ¿Cuál fue la fecha que fijaron para ejecutar el plan de Amán? ¿Qué decía el edicto en cuanto a la destrucción de los judios? ¿Cómo llegó el edicto a las distintas provincias? ¿Qué hicieron el rey y Amán mientras la ciudad de Susa estaba conmovida?

Collins, A. (1997). Estudios Bı́blicos ELA: La soberanı́a divina en acción (Esdras y Ester) (59). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.