Lucha por tus bendiciones

Predicas Cristianas | Sermones Cristianos

Punto principal: Dios espera que acudamos a El en toda circunstancia, especialmente cuando se trata de pelear por tus bendiciones.

Referencia: 1 Samuel 30

Breve historia de los Amalecitas. Jehová se enfureció contra Amalec y dijo que El tendría guerra con Amalec de generación en generación. (Éxodo 17:6) Israel peleó contra Amalec, ya que éstos intentaron impedirle el paso a través de su territorio. (Deuteronomio 25:17-19) Más tarde los Israelitas se enfrentaron a los amalecitas bajo las órdenes de su primer rey, Saúl, a quien Dios le había ordenado que exterminara a todos ellos ya que Dios no quería ni un amalecita en la tierra prometida. Pero el rey desobedeció a Dios; capturó al rey de los amalecitas y tomó para sí lo mejor del ganado. Esta es la manera en que el rey Saúl fue desechado como rey por Dios. (1 Samuel 15) David es escogido como sucesor del rey Saúl, no sin antes pasar por muchas pruebas antes de reclamar su trono. Este sermón trata de una de las últimas batallas de David antes de ser proclamado rey.

1 Cuando David y sus hombres vinieron a Siclag al tercer día, los de Amalec habían invadido el Neguev y a Siclag, y habían asolado a Siclag y le habían prendido fuego.

2 Y se habían llevado cautivas a las mujeres y a todos los que estaban allí, desde el menor hasta el mayor; pero a nadie habían dado muerte, sino que se los habían llevado al seguir su camino.

3 Vino, pues, David con los suyos a la ciudad, y he aquí que estaba quemada, y sus mujeres y sus hijos e hijas habían sido llevados cautivos.

4 Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar.

5 Las dos mujeres de David, Ahinoam jezreelita y Abigail la que fue mujer de Nabal el de Carmel, también eran cautivas.

6 Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios.

7 Y dijo David al sacerdote Abiatar hijo de Ahimelec: Yo te ruego que me acerques el efod. Y Abiatar acercó el efod a David.

8 Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar? Y él le dijo: Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos.

Quiero parar aquí y analizar algunos aspectos de la vida de David hasta este momento.

1. David sigue su propio entendimiento al irse al territorio de los filisteos. La Biblia no hace mención de David pidiendo dirección a Dios por esta acción que va a tomar. El se concentra en su enemigo el rey Saúl que lo persigue día y noche y dice en su corazón que cuando el rey se dé cuenta que ha abandonado el país, él no le buscará más, y eso es lo que sucede cuando el rey se da cuenta de que David no está más en el territorio. (1 Samuel 27) Estancia entre los filisteos 1 año y 4 meses.

2. David es rechazado por los filisteos cuando éstos se disponían a pelear en contra del rey Saúl. (1 Samuel 29)

3. David y sus seguidores son robados por los amalecitas.

4. David es culpado por los suyos de la desgracia de su pueblo.

5. David se acuerda de su Dios y le consulta. 6. David obedece. 9 Partió, pues, David, él y los seiscientos hombres que con él estaban, y llegaron hasta el torrente de Besor, donde se quedaron algunos. 10 Y David siguió adelante con cuatrocientos hombres; porque se quedaron atrás doscientos, que cansados no pudieron pasar el torrente de Besor.

A diferencia de David, 200 hombres prefieren quedarse en el arroyo Besor, están cansados para rescatar a sus esposas y a sus hijos; ellos se concentran en sus propias necesidades en ese momento. Recuerden que les había tomado 3 días para llegar al campamento que encontraron en llamas y saqueado. Mi pregunta es: ¿cuántos han llegado al arroyo Besor? y ¿cuántos hay en este momento entre nosotros que están muy cansados para pelear por sus esposas, por sus hijos, por la ciudad en que viven, por su trabajo? ¿Cuántos están cansados de hacer favores y han decidido: no más, olvídalo todo?. ¿No es la iglesia el arroyo Besor donde encontramos este tipo de personas? Ahora bien, hemos identificado a estas personas en el arroyo Besor.

¿Qué haremos con ellas? ¿Las humillaremos? ¿Las maltrataremos? ¿Nos reiremos de ellas? O, ¿las dejaremos descansar? O por el contrario, ¿haremos como Jesús con sus discípulos?

El les dijo: -Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. (Marcos 6:31) O éste: -Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. (Mateo 11:28) David continúa con 400 hombres tras los amalecitas. Se quedaron 200 hombres en el Arroyo Besor. David les permitió quedarse allí. ¿Cuántos sabían que había una pelea?¿200? ¿400 ? O, ¿los 600? Claro que los 600 sabían que había una pelea por delante, pero 400 no se desviaron de su objetivo; 400 de los 600 pusieron a un lado el yo, y fueron adelante para rescatar lo que se les había robado; sus esposas, sus hijos, su identidad e incluso lo que no era de ellos, rescatar lo que les pertenecía a los 200 que se quedaron en el arroyo Besor.

Por eso, si tú estás en el torrente Besor, tú que me estás escuchando, descansa que no solamente habrá una batalla por librar; necesitaremos refuerzo con energía renovada para la próxima batalla. Ciertamente ésta fue la última batalla de David antes de ser nombrado rey, pero no fue la última de su vida. 11 Y hallaron en el campo a un hombre egipcio, el cual trajeron a David, y le dieron pan, y comió, y le dieron a beber agua. David obedeció, salió en busca de lo que perdió, como Jehová se lo había dicho, aún con 400 hombres él continuó, puesta la confianza ya no en él sino en Jehová, David no tenía idea que ruta habían seguido los Amalecitas, pero Dios le pone una pista en el camino, un egipcio en el camino. Quiero que noten esto; David tenía prisa, tenía urgencia de encontrar lo robado, mas él se detiene para hacerle bien a este hombre, le da de comer y beber y cuando él se recupera es cuando lo interrogan y para sorpresa de David éste es quien le lleva al campo enemigo a recuperar lo perdido. 18 Y libró David todo lo que los amalecitas habían tomado, y asimismo libertó David a sus dos mujeres. 19 Y no les faltó cosa alguna, chica ni grande, así de hijos como de hijas, del robo, y de todas las cosas que les habían tomado; todo lo recuperó David. 20 Y volvió David a los del arroyo Besor. 21 Y vino David a los doscientos hombres que habían quedado cansados y no habían podido seguir a David, a los cuales habían hecho quedar en el torrente de Besor; y ellos salieron a recibir a David y al pueblo que con él estaba. Y cuando David llegó a la gente, les saludó con paz. 22 Entonces todos los malos y perversos de entre los que habían ido con David, respondieron y dijeron: Porque no fueron con nosotros, no les daremos del botín que hemos quitado, sino a cada uno su mujer y sus hijos; que los tomen y se vayan. 23 Y David dijo: No hagáis eso, hermanos míos, de lo que nos ha dado Jehová, quien nos ha guardado, y ha entregado en nuestra mano a los merodeadores que vinieron contra nosotros. 24 ¿Y quién os escuchará en este caso? Porque conforme a la parte del que desciende a la batalla, así ha de ser la parte del que queda con el bagaje; les tocará parte igual. Volvamos a nuestro Besor a nuestra Iglesia Besor, donde como ya mencionamos hay personas cansadas, a punto de dejarlo todo, de no seguir adelante un día más por rescatar su matrimonio, sus hijos, por no tratar un día más para que esa relación con tu ser querido funcione, por estar cansado de pelear y hacer que las cosas sean mejor en tu trabajo, a punto de tirar la toalla. No es en tu tiempo que Dios te dará la victoria, Dios lo hará en el momento oportuno, no antes, ni después.

¿Quién de nosotros sabe que nuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar? (1 Pedro 5:8) ¿Cuántos de nosotros sabemos de esta batalla? Levanten la mano por favor. En la siguiente pregunta que haré por favor no levanten la mano, la intención no es avergonzar a los que están en el arroyo Besor. ¿Cuántos atienden al llamado cada miércoles? No levanten la mano. A la vigilia el pasado viernes 19. A instruir los niños en el camino correcto, en la escuela dominical, etc. La Biblia dice: -Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. (Efesios 6:12) ¿O ustedes creen que les diremos: -Iremos al frente de batalla a pelear y rescatar lo que es mío, y lo tuyo, pues como no te importa, menos me importará a mi.

Déjenme decirles a los que descansan en el arroyo Besor que esta Iglesia a optado por ir a la batalla a por lo que se les ha robado, cada miércoles vamos al frente de batalla, y al igual que a David, nuestro Dios nos ha dicho que vayamos y que de cierto rescataremos lo perdido, lo mío y lo vuestro, y aún más. ¿Te sientes cansado? Descansa en el arroyo Besor. ¿Te sientes fuerte? No menosprecies al cansado, déjalo descansar en el torrente Besor, no sea que un día quieras venir al torrente Besor y descansar también un poco. La Biblia no lo dice, pero yo creo que los 200 hombres que se quedaron en el torrente Besor, después que David los trató con misericordia, ellos llegaron a ser los guerreros más valientes que él haya tenido. Sé obediente cuando Dios te dice que pelees la buena batalla (1 Timoteo 1:18), que aunque no sepas el camino a seguir, Dios pondrá una pista en el camino. Así como Dios le dio a David un egipcio en el camino, a mí me puso un puertorriqueño, que me indicó el camino a Betel.

Ahora tú y yo debemos ser guías en el camino de otros, e indicarles el camino correcto. Yo te exhorto a que acudas al Dios de amor, al Dios de misericordia, al único Dios, el creador de los cielos y de la tierra, en todo momento, aún después de haber confiado en tu propio entendimiento. El no rechazó al rey David. El no te rechazará a ti. La palabra de Dios dice: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mateo 6:33) Contacte al Autor: Edwin Funes Ministerio: Bethel

p) 4 días después de la muerte de Lázaro, Cristo hace su entrada en Betania, ante la mirada sorprendida de los que sabían que Cristo era amigo de la familia, imagínese los comentarios de los vecinos de Lázaro: Así que amigo de ese Jesús de Nazaret que supuestamente sana a los enfermos, ¿eh? Ni lo vino a ver, ese es el que se supone que lo sabe todo y que tiene poder sobrenaturales, buen amigo, ya decía yo que ese no tiene nada, es un farsante, es un vividor, todo lo que hizo Lázaro y sus hermanas por el, y míralo ahora, tan campante, tan tranquilo.

q) Entonces Marta, la que siempre estaba ocupada de la cocina y de las cosas terrenales, sale al encuentro de Jesús y lo enfrenta, María, dice la Biblia, se quedó en casa, Marta le sale al encuentro y le dice: Tanto has tardado, has tomado tanto tiempo en llegar que ahora mi hermano, quien era tu gran amigo, está enterrado, ni siquiera estuviste para el funeral, no sé qué pensar, realmente me siento sorprendida por tu actitud y tu despreocupación.

r) Si hubieras estado aquí cuando te llamamos, Lázaro estaría con vida, no entiendo nada, tienes tiempo para sanar a los 10 leprosos, tienes tiempo para sanar al ciego Bartimeo, no te importó salir del itinerario para sanar a la mujer con flujo de sangre, pero para Lázaro, ¡nooo! no tienes tiempo para Lázaro, en otras palabras, tú eres culpable de la muerte de mi hermano, Jesús le dice: Marta, tu hermano ha de vivir ¿Dónde lo enterraste? Muéstrame donde está.

s) Los vecinos se agolpaban, toda Betania quería ver lo que Cristo iba hacer ahora que Lázaro estaba muerto, todos allí, pero ninguno con Fe, todos con curiosidad, pero ninguno con esperanza, todos con morbosidad, pero ninguno con confianza, nadie esperaba un milagro, todos esperaban ver a Cristo fracasado y vencido, no había una mirada de Fe, sino una mirada de reproche en los ojos de Marta.

t) ¿No podía Pedro predicar unos días? ¿No podías apurarte un poco más para llegar a tiempo? No lo puedo creer, ahora, ahora viene al cementerio a ver la tumba, ni siquiera trajo flores para adornar la tumba, hay una mirada acusadora en los ojos de esa mujer que tantas veces había preparado la comida, había preparado el aposento para que descansara el Maestro, se había esmerado en complacer todos los detalles de la casa para que la estadía fuere lo más placentera posible.

u) Cristo mira a la multitud, siente las miradas hostiles, oye los pensamientos y ve el rostro triste y acusador de su amiga, Marta, se conmueve por dentro, hay un sollozo en su garganta, una angustia que sube de lo más profundo de su ser y no puede contener las lágrimas y Jesús llora, los que estaban presente comenzaron a decir: Llora la muerte de su amigo.

v) ¿Llorar la muerte de su amigo? Cristo sabía que era algo momentáneo y que en cuestión de minutos iba a estar otra vez vivo ¿Porqué llorar por alguien que ha de resucitar en unos momentos? No tiene porqué llorar por algo pasajero ¿No será que Cristo lloró porque recordaba las enseñanzas que había compartido en esa casa y había explicado las leyes del reino y quien era El y cual era su misión? ¿Es que nadie entendió lo que el había enseñado?

3. Debes quitar la piedra

a) Vieron pero no observaron; oyeron pero no escucharon, todas esas enseñanzas de Cristo no habían producido Fe en el corazón de los oyentes, en sus amigos más íntimos, era un total desconocido, aún para sus amigos más cercanos, me atrevo a preguntar: ¿Es Cristo un desconocido para nosotros? ¿Lo conocemos? ¿Realmente lo conocemos? ¿O en los momentos de prueba nos llenamos de duda y de confusión y de reproche?

b) Hay los que han invitado a Cristo a que sea parte de su vida hace ya mucho tiempo, hay los que han sido fiel a la iglesia por años, hay los que han cumplido con todos los requisitos y las ceremonias y los dogmas, hay los que leen la Biblia todos los días, no pregunto eso, lo que pregunto es: ¿Conoces a Cristo? Si, lo conozco, nació en un pesebre, los tres reyes magos, los camellos, oro, incienso y mirra, sé quien es Jesús.

c) Si, pero ¿Lo conoces? Porque si lo conoces, entonces puedes descansar en El y depositar tu Fe en El, sin importar la circunstancia ni la tragedia que nos toca vivir ¿O lo enfrentamos con reproches? ¿Dónde estabas tu cuando me echaron de mi trabajo? ¿Dónde estabas tu cuando mi hijo comenzó a drogarse? ¿Dónde estabas tu cuando mi hijo se emborrachó? ¿Donde estabas tu cuando mi hija dejo el hogar?

d) Habían oído la Palabra y visto los milagros, habían compartido momentos de intimidad y de gozo, pero era un desconocido. (Juan 11:37) Algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera? La respuesta es sí, hay muchas cosas que Jesús puede hacer, pero no las ha de hacer, en la mayoría de las ocasiones, y es porque El quiere que cada uno de nosotros las hagamos.

e) Y Cristo se acerca a la tumba, era una cueva y tenía una piedra puesta encima, dice la Biblia. Dijo Jesús: Quitad la piedra, entonces Marta comienza con sus enseñanzas de biología y de física, dijo Jesús: Quitad la piedra, es que hiede, Quitad la piedra, es que no entiendes Jesús, esta situación es diferente, Quitad la piedra, no se fijen en las apariencias, sigan las instrucciones, Quitad la piedra, es que los demás dicen que ya no hay esperanza alguna.

f) Es que si no quitan la piedra, no hay resurrección, si no confían en mí, no hay victoria, si no me obedecen, no hay milagro, no hay libertad, no hay provisión, no hay esperanza, por eso, si no quitamos la piedra de nuestra vida, nos convertimos en sepulcros espirituales, aunque estamos vivos, somos como un muerto, sin visión, sin esperanza, sin ganas, sin futuro, sin metas, vivos, pero sin razón de ser.

g) Hay algo que tengo que hacer, debo hacer mi parte, debo ejercer Fe hasta las ultimas instancias, Dios quiere que nosotros participemos, hay varias piedras que debemos remover de nuestras vidas, la piedra de mi falta de Fe, la piedra de mi falta de perseverancia, la piedra de la incredulidad, esta es la piedra más horrible y grande que existe, esta es la piedra que dice: Olvídate Señor, has llegado demasiado tarde.

h) Hace 4 días que murió, ya no hay nada que puedas hacer, Dios quiere hacer el milagro, pero cuando tenemos esta piedra que impide, ni Dios nos puede tocar, cuantas veces nos hallamos en tal estado que pensamos que Dios ha llegado demasiado tarde para salvar el matrimonio, El hijo perdido, la situación financiera, esa enfermedad que nos está llevando al cementerio.

i) Alguien nos dice: Confía, Dios te puede ayudar, si, lo sé, algún día me ayudará, algún día querrá ayudarme, me imagino, eso es fatalismo, no Fe, los que estaban en el cementerio mirando a Jesús, eran todos fatalistas, pero Cristo les pidió que pusieran su Fe en acción y quitaran la piedra, la incredulidad es un pecado muy serio, porque creer es el principio de toda relación con Dios.

j) La Biblia dice que debemos que creer que El es, si no creemos, no tenemos nada en común con Dios, hay los que dicen: Pastor, lo que pasa es que yo no tengo Fe ¿De quien es la culpa si no tiene Fe? ¿Es culpa de Dios? ¿Es culpa de la iglesia? ¿Es culpa de su madre? La culpa es del que no tiene Fe, porque la Fe viene por el oír, o por lo menos eso es lo que dice Pablo a los romanos.

k) Oír la palabra de Dios, por supuesto, no por oír las noticias en la tele, La Fe viene por el oír la Palabra de Dios. ¿No tiene Fe? Lea la Palabra, escuche la predicación de la Palabra, asista a la iglesia ¿O acaso piensa que Dios ha de enviar un ángel con una varita mágica y abracadabra ahora tiene Fe? Si tiene esa piedra que está impidiendo la bendición de Dios para su vida, Cristo hoy le dice: Quitad la piedra.

L) Otra piedra que es terrible y pesada es la de desobediencia a Dios, arrogancia, egocentrismo, rebeldía a Dios, esta piedra impide que la voluntad de Dios sea hecha en nuestras vidas, Dios nos pide que hagamos algo, que vayamos algún sitio, que digamos algo y le contestamos: No Señor, no quiero, Quitad la piedra, no Señor, hace 4 días que está dentro y entramos en un argumento con Dios.

Ll) Llega el momento en que Dios nos dice: Ok, está bien, quédate con la piedra, pero no me pidas que responda tus oraciones, todos tenemos una gran batalla con la obediencia a Dios, todos queremos satisfacer nuestros deseos y presentamos ante Dios nuestros planes y nuestras ideas, pocas veces hacemos la pausa para preguntar a Dios cual es su plan o su deseo para nuestra vida y cuando Dios no aprueba nuestro plan o nos indica que tiene uno mejor, más grande, más importante, nos rebelamos contra El.

m) La única forma de quitar esta piedra es de morir a nosotros mismos y decir: Señor, sea hecha tu voluntad, así en la tierra como en el cielo, como en mi vida, quiero que tu voluntad se haga en mí, no vivo yo, mas Cristo vive en mí, dijo Pablo y cuando El dice: Este es el camino, por el andad, no tenemos confusión ni discusión, sino obediencia, la obediencia es lo que Dios busca en nosotros, no nuestro sacrificio.

n) ¿Cuántas piedras más tiene Ud., apiladas a la entrada de su corazón? Quite esa piedra de su vida, no sea un sepulcro para los que están a su alrededor, sea más bien una fuente de vida y de fragancia agradable a todos los que están cerca y reciba el milagro que tanto espera, Cristo vino para que tengamos vida en abundancia, no para que estemos llenos de muerte, los vivos no viven en sepulcros.

ñ) El, que es la fuente de la inmortalidad nos dice: El que cree en mí, tiene vida eterna, y terminó diciendo: Venid a mí los que estáis cargados y trabajados y yo os haré descansar, cansa llevar piedras, cansa llevar una carga tan pesada, causa sed el tener que cargar con tanto peso todos los días de nuestra vida, Cristo nos ofrece refrigerio y descanso, nos ofrece alivio y perdón.

o) Cuando la piedra fue quitada del sepulcro de Lázaro, ese sepulcro se llenó de vida y de luz y fue transformado en un lugar de alabanza y de júbilo en vez de ser un lugar de luto y de muerte, los que lloraban, cuando esa piedra fue quitada, comenzaron a cantar y reír y alabar a Dios y festejar y dar glorias a Dios.

p) ¡Está vivo! Algo que estaba muerto, ahora tiene vida, un sitio de muerte se transformó en una cuna de vida, y Dios quiere hacer lo mismo en su vida, quiere transformar esa muerte en vida, esa tristeza en gozo, ese luto y llanto en risa y canto, esa soledad en compañía, por eso Cristo nos dice hoy: ¡Quitad la piedra!