Biblia

Cristo y la esposa

Cristo y la esposa

Sermones Cristianos | Predicas Cristianas

Textos Biblicos: Romanos 11:16; 1Corintios 6:17; Juan 15:5

Introducción:

En cuanto más me pongo a pensar en la necesidad del crecimiento para la iglesia, mas veo la necesidad de unirnos con el Señor. Por esto, es que hemos preparado este estudio bíblico para que nos demos cuenta de la gran necesidad de unir nuestras vidas con la de Cristo (casarnos con él).

A continuación estaremos estudiando precisamente sobre este tema, y estaremos hablando de lo que significa una unión o un matrimonio, y lo estaremos comparando a lo que nosotros debemos de hacer con Cristo.

1. ¿Qué es una unión?

Diccionario: El acto de unir una cosa con otra, junta, reunión. Coalición, conformidad, liga o asociación. Estado matrimonial, armonía.

Este significado de la palabra “Unión” del diccionario nos abre un poco mas la mente con respecto a lo que vamos a tratar. Dentro del significado de la palabra unión, el diccionario nombra la palabra “Matrimonio” como ejemplo de lo que es una unión. Y también nombra dos palabras que luego estaremos descifrando que son:

1) Conformidad
2) Armonía.

Ya miramos lo que el diccionario secular dice acerca de la palabra unión. Pero que dice la Biblia con respecto a esto:

“Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él” (1 Corintios 6:17)

El que se casa con Cristo, viene a ser un mismo espíritu con él. Si usted nota en el versículo 16 dice “ Que el que se une a una ramera, es un cuerpo con ella” note la gran diferencia entre las dos clases de unión. Con Cristo somos un mismo espíritu con él, mas con la ramera son un mismo cuerpo con ella. Por eso nosotros necesitamos unirnos a Cristo para ser espirituales y no carnales.

“Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es la cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él su Salvador. Así que, como la iglesia esta sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella. Para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra. A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben de amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer a si mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia. Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejara el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto con respecto a la iglesia. (Efesios 5:23-32)

Aquí es donde uno tiene que tener el entendimiento muy afinado para poder entender esto. Si usted nota que del v23 al 30 El Señor esta exhortando a la mujer a que este sujeta a su marido, y al marido a amar a su mujer. También muestra como Cristo quiere que sea su iglesia, “Que no tuviese mancha, ni arruga, ni cosa semejante” Y en el v31, dice: Que el hombre y la mujer tienen que dejar padre y madre y se unirán y serán una sola carne. Pero en el v32, esclarece en verdad para quien, Jesús, Esta diciendo esto. Grande es este misterio; Mas yo digo con respecto a la iglesia. Entonces quiere decir que todo lo que anteriormente dijo, es con respecto a la iglesia, Cosas como:

1) Porque el marido es la cabeza de la mujer. La mujer bien podría ser la iglesia, y Cristo el marido.

2) Maridos amad a vuestras mujeres. Esto es el amor que entre todos los hermanos de la fe en Cristo deben debemos de tener los unos a los otros.

3) Para santificarla, habiéndola purificado por medio del lavamiento del agua que es la palabra. Esto nos enseña que nosotros como la esposa de Cristo ya hemos sido santificados y lavados por medio de su palabra

4) A fin de presentársela a sí mismo una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante sino que fuese santa y sin mancha. Aquí el Señor nos enseña como es que su esposa debe de ser.

5) Porque nadie aborreció jamás a su propia carne. Nos muestra que entre los hermanos de la iglesia no debe de existir el odio, ni el aborrecimiento.

6) Porque somos miembros de su cuerpo. Aunque todos somos diferentes y tenemos diferentes actitudes y caracteres, virtudes o fallas. Todos formamos parte del cuerpo de la esposa de Cristo que es la iglesia.

7) Por esto dejara el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne. Aquí Cristo nos dice que nosotros debemos de dejar todo aquello que este mal intencionado para separarnos de él, todos nuestros deseos, errores, etc. Y que nos unamos a él.

2 Pedro 1:4 – Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina; habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia.

Juan 3:6 – Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del espíritu, espíritu es

Un verdadero ejemplo, con respecto a la unión, nos lo da la Biblia en Juan 15:1-7

“Yo soy la vid verdadera, y mi padre es el labrador. Todo pámpano que en mi no lleva fruto, lo quitara; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiara, para que lleve mas fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mi, y yo en vosotros, como el pámpano no puede llevar fruto por si mismo, si no permanece en la vid, así también vosotros, si no permanecéis en mi. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mi, y yo en él, este lleva mucho fruto; Porque separados de mi nada podéis hacer. El que en mi no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secara; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mi, y mis palabras en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.”

Este texto esta interesante, porque tiene tanto que enseñar que no se ni de por donde empezar. Este es también otro ejemplo de quien es quien. Porque muchos cristianos en ocasiones pierden su identidad, aquí el Señor claramente nos dice:

Yo soy la vid verdadera — Porque hay muchas imitaciones, pero el es la verdadera.

Mi Padre es el labrador — Hay muchos que labran la tierra, pero es Dios el labrador, el que prepara la tierra para que pueda estar limpia y suelta.

Yo soy la vid verdadera, y vosotros los pámpanos – Los pámpanos somos nosotros.

El que permanece en mi y yo en él, este lleva mucho fruto – Hay una gran verdad, el pámpano necesita permanecer pegado a la vid para que por medio de ella este puede recibir los nutrientes que necesita para:

1) Permanecer viva
2) Nutrirse
3) Crecer
4) Llevar mucho fruto. Porque por si solo el pámpano no puede existir, este depende de la vid que tiene raíces, porque el pámpano no tiene raíces.

Romanos 11:16 – Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; Y si la raíz es santa, también lo son las ramas

Aquí el apóstol Pablo nos enseña, que la raíz necesita ser santa para que la rama sea santa también, lo que leímos anteriormente, es decir: La vid y el pámpano.

Yo creo que aquí si aplica la palabra del Señor, porque la vid si es santa, entonces si nosotros no nos apartamos de ella también nosotros seremos santos. (Lev 11:44) Como dice un viejo refrán: De tal palo, tal estilla. O hijo de tigre, tigrillo.

Regresando a lo de Juan 15; Finalmente dice Jesús:

Apartados de mi nada podéis hacer – esto nos da a entender que cuando nosotros nos movemos por nuestras propias fuerzas nos cansaremos, cuando nosotros tomemos nuestras decisiones en lugar de ponerlas en oración, es muy posible que vamos a fracasar.
Por esto es de vital importancia que nosotros seamos dependientes de Dios por medio de Cristo Jesús.

La necesidad de casarnos con Cristo, Y algunas características del matrimonio.

Nosotros como la iglesia amada del Señor necesitamos:

1) Enamorarnos de Cristo
2) Enamorarlo a él
3) Unirnos a él
4) Casarnos con él

¿Como se comportan los recién casados? ¿Se enamoran mutuamente? ¿Tienen una relación intima? Si las respuesta son si a todas estas preguntas, entonces nosotros necesitamos empezar a comportarnos como enamorados que están celebrando su luna de miel con el Señor.

Notemos también un hecho fundamental, Dios no es un Dios caprichoso que confiera beneficios por rango o por privilegios, el no ofrecería su amor y dones al primero que entrara en un estanque o al primero que entrara de rodillas en un templo, o al que cantara más alto, o al que cargara más cruces de madera o al que se flagelara más veces, o es más, al que diera más limosna, más ayunos o mandas; ¡No!, de ninguna manera, el nos enseña en toda su palabra y nos enseña por medio de su amado hijo Jesús, que Él ama al pequeño y afligido, al débil y necesitado, que el socorre a todos por igual, el único requisito es que le entreguen su vida y su fe completa y amorosamente con única y verdadera adoración, y entonces no existe mal o enfermedad que no sea quitada, no hay quebrantamiento que no nos enaltezca, no hay muerte que nos alcance en la vida eterna.

“Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo.

¡Que maravilla!, Como podemos negar el amor y la misericordia divina, al leer como es que un hombre que siempre estaba presente solicitando recobrar su salud, era olvidado de esos poderes sobrenaturales que se hacían presentes en la creencia popular y que solo asistían al mas rápido o fuerte, mencionando que siempre eran los mejores los que recibían el beneficio. Sin embargo Dios se compadece de su condición y toma en cuenta su fe y es así como llega Cristo y le ofrece ser sanado, pero se lo ofrece para que este hombre reconozca su propia fe en Dios y le glorifique, es así como por medio de esa fe y por el poder de Jesús conferido por el Padre le devuelve la salud poniendo de manifiesto que los poderes menores de este mundo son incapaces ante el único y verdadero Dios. Esto no es solo una historia de tiempos bíblicos, es una historia que vemos reflejada cada día en el mundo que vivimos, cuando tantos hombres y mujeres poderosos, ricos y llenos de “gracias” y privilegios, entregan su vida a poderes oscuros, practicando magia, adivinación, rituales satánicos, y poderes sobrenaturales que no son otra cosa que la pobre oferta del dios de este mundo, Satanás. No se trata de ver quien es mas poderoso o quien tiene más capacidades, tampoco quien puede ver el futuro, ni conjurar a la tierra, todo ello es el oro de los “tontos”.

Tu Dios te pide que solo lo ames a él, te pide que entregues tu vida a su ley, y te advierte tan claramente que no admite excusas, que te cuides de los falsos dioses, de las ilusiones que te brindan un efecto enervante de poder, de ese poder transitorio que nos pone con jerarquía en este mundo sobre los demás y que causa la envidia de aquellos que no buscan la riqueza del alma sino la riqueza que se vuelve herrumbre de muerte, que nos encadena como esclavos al mundo y por ello nos trae como única ganancia lo que es de su naturaleza, el mal por el mal; la tristeza, la carencia, el dolor, la enfermedad, la soledad; ¿Tu crees que si vives en Dios todo esto se te manifestará? Nada puede ser manifestado contrario a su naturaleza, la naturaleza divina es perfecta y en la perfección se da todo bien. Si tu vida es una larga cadena de penas y carencias, ¿Por qué no analizas a que te encuentras ligado?, ¿Por qué no revisas en donde tienes tu fe?, No sea que cuando te des cuenta ya estés pagando la factura de tu propia condenación.

”Y era día de reposo aquel día. Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho. El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda. Entonces le preguntaron: ¿Quien es el que te dijo: Toma tu lecho y anda? Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar. Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor. El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo. Y Jesús les respondió: Mi padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo..” ¿Por qué será que Jesús siendo Judío hizo estas cosas en el día de reposo guardado tan celosamente por la tradición y ley judía?, Jesús conocía la ley y recordemos además que la respetaba y daba cumplimiento en todo momento, y así lo enseñó.

Es claro que no lo hacía por olvido o por infringir el mandamiento y demostrar cuan poderoso era, no, lo hacia para demostrar que ninguna ley humana es más que la voluntad divina, por lo mismo los judíos lo perseguían tan encarnizadamente, ya que no es que defendieran la ley de Dios sino que defendían todo el aparato de poder que habían establecido en torno a la misma, para poder ellos vanagloriarse y conseguir los beneficios de este mundo sobre sus propios hermanos. Por eso eran como sepulcros blanqueados, ya que estaban muertos porque menospreciaban la voluntad de Dios y lo ofendían usando su nombre para vestirse con sus vestidos de santidad robados a la adoración única y verdadera.

Cuando Jesús halla al hombre de nuevo en el templo ya curado este, le habla ordenándole que ya no peque más para que no sea llamado el mal aumentado a su vida, pensemos un poco,¿ A que pecado se refería Jesús?, Bien podrían ser un sinfín de pecados, pero el que vemos más claramente es el pecado de omisión al poder del verdadero Dios, ya que Jesús al sanarlo le enseña que la verdad no estaba en las aguas de un estanque sino en las aguas de vida de la fe y la entrega a Dios, y también le enseña que no hay hombre o mujer pequeños para la misericordia divina, Dios mira a todos sus hijos y les envía el socorro, a pesar de que no se lo agradecemos.

¿Que es lo que hace el hombre después que Jesús lo conmina a reformar su vida de pecado? Pues corre a denunciar a Jesús ante sus perseguidores, devolviendo así mal por el bien divino; Si el hombre sanado hubiere reconocido a Jesús como uno más de tantos “sanadores” con poderes sobrenaturales, obviamente que no hubiese sido el Cristo anunciado por los profetas. Un Cristo que traería sanidad al alma y al cuerpo, por el poder del Espíritu, hubiera sido un hijo del dios del mundo, de esos que causan la perdición de los hombres y la corrupción del espíritu; Pero al no ser así, al reconocer la Divinidad de Jesús, lo que intenta es causarle daño y esto se entiende porque nos ha sido enseñado que ningún reino dividido prevalece, así el mal no puede luchar contra el mal, pero si puede tratar de mellar la fe de aquellos que buscan el bien. Entonces: ¿Por qué buscamos enaltecer un mundo sobrenatural si seremos felices si vivimos dando gloria por el mundo natural y bello de la adoración única y verdadera a Dios?

Había un hombre santo y fiel llamado Job que es probado en su fidelidad a Dios y le sobrevienen toda suerte de desgracias y penas que difícilmente soportaríamos cualquiera de nosotros, es tentado a claudicar y llega a sentir debilidad ante la prueba, más se fortalece y en su gran fe confiesa ”Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tu me enseñarás. De oídas te había oído; Más ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza….”(Job. 42:4-6). Después de la gran prueba, Job es bendecido multiplicando todo lo que antes había tenido, la abundancia y la dicha lo acompañan hasta el final de sus días. ¿Qué esperas tu que suceda en tu vida? ¿Crees que tus penas son una injusticia o acaso has forjado tu propio mal?, Si Dios hoy te hablará y te dijese: “¿Qué has hecho de lo que te entregue el día que llegaste a la vida…..?” ¿Tú que le dirías?, ¿Tendrás el valor de decirle que has corrido en pos de dioses ajenos y los has adorado poniendo tu fe en ellos?, o ¿Acaso podrás decirle que es un Dios sordo que te dejo a tu suerte en manos del enemigo? ¿Qué tantas justificaciones podrías inventar para finalmente reconocer que has sido débil y sobre todo cobarde para reconocer tu error y enfrentar las consecuencias del pecado con valor? ¿Por qué ante ese pecado que te avergüenza cierras los ojos y simplemente te dejas llevar porque consideras que todo esta perdido, que es muy difícil conseguir enmendarte, conseguir el perdón y la misericordia divina? ¿Qué clase de Padre crees tu que es Dios que olvida a sus hijos en el sufrimiento?

Te ruego que abras tu corazón y sueltes las ataduras que te mantienen como barco anclado en alta mar, expuesto a toda clase de tempestades y peligros, y que en este momento extiendas las velas de la fe y la adoración única a Dios para que corras veloz con los vientos de la renovación, de ese renacer en la vida eterna. Renazcamos pues por la fe en la felicidad de una vida libre de ataduras, libre para decidir que por amor seguiremos a Dios, por amor verdadero. Alabemos su nombre y su gloria que no tiene fin, cantemos alabanzas y sintamos renacer la felicidad en nuestras vidas, ninguna pena lo es cuando en el día de la prueba el Padre nos acompaña y nos da la mano. Vivamos confiados porque el mundo es el estrado de sus pies.

Bendito seas por siempre..Señor.