Biblia

¿Cuanto costara tu pecado a la iglesia?

¿Cuanto costara tu pecado a la iglesia?

Números 12:1-16; Josué 6:18 ; 7:1; II Samuel 12; Salmos 51:10-11

Introducción

¿Cuantos aquí quieren hacer que la presencia de Dios se aparte de su su Iglesia por su culpa? ¿Cuantos aquí quieren que su Iglesia se estanque por su culpa? Esto es exactamente lo que le paso al pueblo de Israel, cuando Maria y Aarón pecaron contra Moisés.

Hay veces que nosotros pensamos que cuando murmuramos en contra de algún hermano que no hay consecuencias, y si bien es cierto que la salvación es individual, esto no es necesariamente cierto para el pecado, hay ocasiones en las que el pecado de una persona acarreara consecuencias para todo el pueblo.

Precisamente de esto es de lo que hoy vamos a hablar.

“Maria y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; Porque él había tomado mujer cusita. Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová” Números 12:1-2

Primero quiero decir que el pecado no tiene tamaño, ni color, ni estatura, en este caso fue la Murmuración.La Biblia dice: “De la abundancia del corazón habla la boca” (Lucas 6:45) Muchas veces no pensamos en las consecuencias que acarrea el murmurar.

En esta historia sucedieron 4 cosa sobresalientes:

Se aparto Jehová del tabernáculo 12:9
Vino juicio a Maria 12:10
La oración no fue contestada 12:14

El pueblo se estanco, por siete días, mientras que Maria regresaba de cumplir su castigo 12:15

Otro caso muy parecido es el de ACAN.

EL MANDATO DE DIOS PARA EL PUEBLO

“Pero vosotros guardaos, del anatema, ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que haga anatema el campamento de Israel, y lo turbéis”. Josué 6:18

Cuantas veces nos ha hablado Dios, dándonos un mandato y nosotros no lo obedecemos. Aquí también decimos lo mismo que antes, el pecado no tiene tamaño, ni color, ni estatura. En esta ocasión fue la desobediencia.

Si yo le pregunto a usted,¿ alguna vez usted a desobedecido a Dios?. (Si su respuesta es si) ¿ Cual fue la consecuencia?

LA CONSECUENCIA

“Pero los hijos de Israel cometieron una prevaricación en cuanto al anatema, porque Acan hijo de Carmi, hijo de Zabdi,hijo de Zera, de la tribu de Juda, tomo del anatema, y la ira de Jehová se encendio contra los hijos de Israel”. Josué 7:1

Note, como nombra a toda la descendencia de ACAN, ¿Sabe usted porque ? el verso 17-18 nos da la respuesta, porque el juicio hiba a caer sobre toda su descendencia.

Observe como dice el verso 1:

a) Pero los hijos de Israel cometieron una prevaricación, en cuanto al anatema.

Aquí se les hecho la culpa del pecado (la Desobediencia) a todo el pueblo de Israel, mas sin embargo el que peco fue Acan.
Observe como dice el verso 5:

b) Y los de Hai mataron de ellos (Israelitas) a unos treinta y seis hombres.

Aquí los primeros que recibieron las consecuencias del anatema fueron estos treinta y seis hombres, y no Acan.

Precisamente este es el punto que estamos tratando hoy, ¿CUANTO COSTARA TU PECADO A LA IGLESIA?

El pecado de Acan, le costo treinta y seis muertes.

“Y los de Hai mataron de ellos a unos treinta y seis hombres, y los siguieron desde la puerta hasta Sebarim, y los derrotaron, y los derrotaron en la bajada, por lo cual el corazón del pueblo desfallecio y vino a ser como agua”. Josué 7:5

EL PECADO OCULTO SIEMPRE SERA MANIFIESTO

HEBREOS 4:12

II Samuel 12 (El profeta Natan amonesta a David )

Salmos 51:10-11

Notemos también un hecho fundamental, Dios no es un Dios caprichoso que confiera beneficios por rango o por privilegios, el no ofrecería su amor y dones al primero que entrara en un estanque o al primero que entrara de rodillas en un templo, o al que cantara más alto, o al que cargara más cruces de madera o al que se flagelara más veces, o es más, al que diera más limosna, más ayunos o mandas; ¡No!, de ninguna manera, el nos enseña en toda su palabra y nos enseña por medio de su amado hijo Jesús, que Él ama al pequeño y afligido, al débil y necesitado, que el socorre a todos por igual, el único requisito es que le entreguen su vida y su fe completa y amorosamente con única y verdadera adoración, y entonces no existe mal o enfermedad que no sea quitada, no hay quebrantamiento que no nos enaltezca, no hay muerte que nos alcance en la vida eterna.

“Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo.

¡Que maravilla!, Como podemos negar el amor y la misericordia divina, al leer como es que un hombre que siempre estaba presente solicitando recobrar su salud, era olvidado de esos poderes sobrenaturales que se hacían presentes en la creencia popular y que solo asistían al mas rápido o fuerte, mencionando que siempre eran los mejores los que recibían el beneficio. Sin embargo Dios se compadece de su condición y toma en cuenta su fe y es así como llega Cristo y le ofrece ser sanado, pero se lo ofrece para que este hombre reconozca su propia fe en Dios y le glorifique, es así como por medio de esa fe y por el poder de Jesús conferido por el Padre le devuelve la salud poniendo de manifiesto que los poderes menores de este mundo son incapaces ante el único y verdadero Dios. Esto no es solo una historia de tiempos bíblicos, es una historia que vemos reflejada cada día en el mundo que vivimos, cuando tantos hombres y mujeres poderosos, ricos y llenos de “gracias” y privilegios, entregan su vida a poderes oscuros, practicando magia, adivinación, rituales satánicos, y poderes sobrenaturales que no son otra cosa que la pobre oferta del dios de este mundo, Satanás. No se trata de ver quien es mas poderoso o quien tiene más capacidades, tampoco quien puede ver el futuro, ni conjurar a la tierra, todo ello es el oro de los “tontos”.

Tu Dios te pide que solo lo ames a él, te pide que entregues tu vida a su ley, y te advierte tan claramente que no admite excusas, que te cuides de los falsos dioses, de las ilusiones que te brindan un efecto enervante de poder, de ese poder transitorio que nos pone con jerarquía en este mundo sobre los demás y que causa la envidia de aquellos que no buscan la riqueza del alma sino la riqueza que se vuelve herrumbre de muerte, que nos encadena como esclavos al mundo y por ello nos trae como única ganancia lo que es de su naturaleza, el mal por el mal; la tristeza, la carencia, el dolor, la enfermedad, la soledad; ¿Tu crees que si vives en Dios todo esto se te manifestará? Nada puede ser manifestado contrario a su naturaleza, la naturaleza divina es perfecta y en la perfección se da todo bien. Si tu vida es una larga cadena de penas y carencias, ¿Por qué no analizas a que te encuentras ligado?, ¿Por qué no revisas en donde tienes tu fe?, No sea que cuando te des cuenta ya estés pagando la factura de tu propia condenación.

”Y era día de reposo aquel día. Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho. El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda. Entonces le preguntaron: ¿Quien es el que te dijo: Toma tu lecho y anda? Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar. Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor. El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo. Y Jesús les respondió: Mi padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo..” ¿Por qué será que Jesús siendo Judío hizo estas cosas en el día de reposo guardado tan celosamente por la tradición y ley judía?, Jesús conocía la ley y recordemos además que la respetaba y daba cumplimiento en todo momento, y así lo enseñó.

Es claro que no lo hacía por olvido o por infringir el mandamiento y demostrar cuan poderoso era, no, lo hacia para demostrar que ninguna ley humana es más que la voluntad divina, por lo mismo los judíos lo perseguían tan encarnizadamente, ya que no es que defendieran la ley de Dios sino que defendían todo el aparato de poder que habían establecido en torno a la misma, para poder ellos vanagloriarse y conseguir los beneficios de este mundo sobre sus propios hermanos. Por eso eran como sepulcros blanqueados, ya que estaban muertos porque menospreciaban la voluntad de Dios y lo ofendían usando su nombre para vestirse con sus vestidos de santidad robados a la adoración única y verdadera.

Cuando Jesús halla al hombre de nuevo en el templo ya curado este, le habla ordenándole que ya no peque más para que no sea llamado el mal aumentado a su vida, pensemos un poco,¿ A que pecado se refería Jesús?, Bien podrían ser un sinfín de pecados, pero el que vemos más claramente es el pecado de omisión al poder del verdadero Dios, ya que Jesús al sanarlo le enseña que la verdad no estaba en las aguas de un estanque sino en las aguas de vida de la fe y la entrega a Dios, y también le enseña que no hay hombre o mujer pequeños para la misericordia divina, Dios mira a todos sus hijos y les envía el socorro, a pesar de que no se lo agradecemos.

¿Que es lo que hace el hombre después que Jesús lo conmina a reformar su vida de pecado? Pues corre a denunciar a Jesús ante sus perseguidores, devolviendo así mal por el bien divino; Si el hombre sanado hubiere reconocido a Jesús como uno más de tantos “sanadores” con poderes sobrenaturales, obviamente que no hubiese sido el Cristo anunciado por los profetas. Un Cristo que traería sanidad al alma y al cuerpo, por el poder del Espíritu, hubiera sido un hijo del dios del mundo, de esos que causan la perdición de los hombres y la corrupción del espíritu; Pero al no ser así, al reconocer la Divinidad de Jesús, lo que intenta es causarle daño y esto se entiende porque nos ha sido enseñado que ningún reino dividido prevalece, así el mal no puede luchar contra el mal, pero si puede tratar de mellar la fe de aquellos que buscan el bien. Entonces: ¿Por qué buscamos enaltecer un mundo sobrenatural si seremos felices si vivimos dando gloria por el mundo natural y bello de la adoración única y verdadera a Dios?

Había un hombre santo y fiel llamado Job que es probado en su fidelidad a Dios y le sobrevienen toda suerte de desgracias y penas que difícilmente soportaríamos cualquiera de nosotros, es tentado a claudicar y llega a sentir debilidad ante la prueba, más se fortalece y en su gran fe confiesa ”Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tu me enseñarás. De oídas te había oído; Más ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza….”(Job. 42:4-6). Después de la gran prueba, Job es bendecido multiplicando todo lo que antes había tenido, la abundancia y la dicha lo acompañan hasta el final de sus días. ¿Qué esperas tu que suceda en tu vida? ¿Crees que tus penas son una injusticia o acaso has forjado tu propio mal?, Si Dios hoy te hablará y te dijese: “¿Qué has hecho de lo que te entregue el día que llegaste a la vida…..?” ¿Tú que le dirías?, ¿Tendrás el valor de decirle que has corrido en pos de dioses ajenos y los has adorado poniendo tu fe en ellos?, o ¿Acaso podrás decirle que es un Dios sordo que te dejo a tu suerte en manos del enemigo? ¿Qué tantas justificaciones podrías inventar para finalmente reconocer que has sido débil y sobre todo cobarde para reconocer tu error y enfrentar las consecuencias del pecado con valor? ¿Por qué ante ese pecado que te avergüenza cierras los ojos y simplemente te dejas llevar porque consideras que todo esta perdido, que es muy difícil conseguir enmendarte, conseguir el perdón y la misericordia divina? ¿Qué clase de Padre crees tu que es Dios que olvida a sus hijos en el sufrimiento?

Te ruego que abras tu corazón y sueltes las ataduras que te mantienen como barco anclado en alta mar, expuesto a toda clase de tempestades y peligros, y que en este momento extiendas las velas de la fe y la adoración única a Dios para que corras veloz con los vientos de la renovación, de ese renacer en la vida eterna. Renazcamos pues por la fe en la felicidad de una vida libre de ataduras, libre para decidir que por amor seguiremos a Dios, por amor verdadero. Alabemos su nombre y su gloria que no tiene fin, cantemos alabanzas y sintamos renacer la felicidad en nuestras vidas, ninguna pena lo es cuando en el día de la prueba el Padre nos acompaña y nos da la mano. Vivamos confiados porque el mundo es el estrado de sus pies.

Bendito seas por siempre..Señor.