¿Cómo y por qué orar?
Orar es creer, orar es fe, es dar las gracias en lugar de quejarse, confiar en lugar de esforzarse, regocijarse, aceptar, apropiarse y recibir.
Les refirió también una parábola acerca de la necesidad de orar siempre y no desmayar. Les dijo: “En cierta ciudad había un juez que ni temía a Dios ni respetaba al hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo: Hazme justicia contra mi adversario., El no quiso por algún tiempo, pero después se dijo a sí mismo: Aunque ni temo a Dios ni respeto al hombre, le haré justicia a esta viuda, porque no me deja de molestar; para que no venga continuamente a cansarme., Entonces dijo el Señor: “Oíd lo que dice el juez injusto. ¿Y Dios no hará justicia a sus escogidos que claman a él de día y de noche? ¿Les hará esperar? Os digo que los defenderá pronto. Sin embargo, cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? (Lucas 18:1-8)
Nuestro Señor pasa de inmediato de su palabra, acerca de su venida, a la palabra sobre la oración, indicando la relación directa que existe entre el mantenerse vigilantes y la oración.
Jesús hace osadamente que nos enfrentemos con una opción de la que no podemos escapar: tenemos o bien que orar o desmayar, una de dos. O bien aprendemos a clamar a un Padre invisible, que está siempre presente y con nosotros o nos desanimamos y desmayamos.
Tenemos a nuestro alrededor los brazos de un Padre y es a él a quien debemos clamar, porque en el Mesías su voz nos ha llamado ya a nosotros. Debemos responderle como un niño que llama a su padre porque, como les sucede a los pequeños, nosotros tampoco sabemos siempre lo que nos sucede.
Helmut Thielicke sugiere que a veces los niños no pueden hacer otra cosa que mirar a su madre con esos grandes ojos suplicantes, sin saber expresar lo que les pasa, pero normalmente la madre lo sabe y ella responde en el momento oportuno. “Como el padre se compadece de los hijos nos dicen las Escrituras “así se compadece Dios de los que le temen (Salmos 103:13) pudiendo clamar a él cuando se hallan en problemas, aunque es posible que clamen por algo equivocado pero, sin embargo, cuando clamamos, hay un Padre que escucha y la fortaleza de un Padre actúa a nuestro favor.
Lo que Jesús pretendía era establecer un contraste entre las diferentes personas:
Para empezar, tenemos a la viuda y el juez. Aquí tenemos a un juez duro, tenaz, egocéntrico, a un viejo tacaño, con un corazón más frío que el hielo. Y la viuda tiene a una persona que la persigue, a alguien que la acosa, que la importuna y que hace difícil su vida. Ella fue a pedirle que la ayudase y le hiciese justicia, pero a él le trajo sin cuidado. No se sintió conmovido para nada por las súplicas de aquella mujer, desde el punto de vista moral, por lo que no consiguió apelar a sus sentimientos suplicándole de ese modo. Era un hombre que no respetaba a nadie, de modo que era imposible ejercer ninguna presión política sobre él para influenciarle. En vista de la dureza de corazón del juez, el caso de la viuda resultaba de todo punto desesperado y nada de lo que ella pudiera hacer conseguiría que aquel juez intercediese en su caso.
Pero con todo y con eso, Jesús dijo que ella encontró la manera de conseguirlo. Como acostumbra a hacer una mujer, se propuso hacerle la vida imposible, sin dejarle en paz ni de noche ni de día. Estaba siempre ante su tribunal, acosándole, dándole la lata, importunándole hasta que, por fin el juez se vio obligado a actuar. ¡Concedió la petición de la mujer y ella obtuvo lo que necesitaba! ¡He aquí el objetivo primordial de la historia! ¿Qué es lo que pretende enseñar Jesús? ¡Está sencillamente dando a entender que esta viuda dio con el secreto de cómo manejar a un juez reacio a ayudarla! En otras palabras, descubrió la clave del poder. Encontró el principio sobre el cual hasta un juez mal dispuesto estaría dispuesto a actuar, a pesar de sus formidables defensas. Ahora bien, dice Jesús, la oración es el principio de replica, es la clave del corazón paternal de Dios. El ejercer una continua presión era la clave para llegar a este juez despiadado y la oración perpetua es la clave de la actividad de Dios.
Cuando, al igual que sucedió en el caso de la viuda, la vida nos parece carente de toda esperanza e inservible, cuando somos víctima de fuerzas más poderosas de lo que nos imaginábamos (¿y quién de nosotros no ha sentido que la vida es así?) cuando parece que no somos capaces de derrumbar la muralla de presiones que nos rodea, cuando no hay respuesta posible a los ineludibles problemas que tenemos ante nosotros y el fin no está a la vista y nos tenemos que enfrentarnos con el fracaso y una pérdida segura, Jesús dice que hay salida. Hay un camino que nos conduce al lugar del poder, hay una manera de hallar la solución segura a nuestros problemas, existe una respuesta a la insoportable presión y dicha respuesta es la oración, el sencillamente clamar a Dios, ya que no hay otro en quien podamos descansar. El es un Padre que tiene el corazón y la tierna compasión de un padre, así como el deseo de actuar. La oración, nos dice, conmueve siempre el corazón de Dios y siempre le mueve a actuar.
Es evidente que aquí se pretende otro contraste, porque Jesús dice concretamente que Dios no es como el juez impío, que no demorará su respuesta a nuestras oraciones, que no requiere el que estemos continuamente machacando para conseguir que El se mueva.
“Oíd lo que dice el juez injusto. ¿Y Dios no hará justicia a sus escogidos que claman a él de día y de noche? ¿Les hará esperar? Os digo que les defenderá pronto. (Lucas 18:6b-8a)
Jesús dice que Dios no es un Dios injusto que exija que estemos halagándole, luchando y persuadiéndole para que actúe. Dios no anda escatimando. No, la oración es el clamor eterno de un hijo amado a su padre y, con frecuencia, es el clamor de un hijo perdido, que no sabe a dónde va, que está perdido en medio de un oscuro bosque, oyendo toda clase de ruidos extraños en medio de la maleza, ruidos que le asustan. Cuando clamamos hay una respuesta inmediata, sin demora y Dios responde y acude de inmediato a ayudarnos, a socorrer a su hijo. La respuesta es el apretón de manos de un Padre, es el consuelo sosegado de la voz del Padre, la seguridad que nos hace sentir la presencia de ese Padre, a pesar de que los bosques sigan estando oscuros y los ruidos sean cada vez más fuertes. Hay una inmediata respuesta que nos hace sentir la confianza de que Dios está con nosotros y que cuando llegue el momento oportuno y a su manera, nos llevará a casa y podremos acostarnos seguros o nos sacará de nuevo a la luz.
“¿Y Dios no hará justicia a sus escogidos que claman a él de día y de noche? ¿Les hará esperar? Os digo que los defenderá pronto. (Lucas 18:7-8a)
Jesús concluye su relato con una inesperada palabra que viene a ser un tercer contraste, el contraste de la práctica.
“Sin embargo, cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? (Lucas 18:8b)
Es como una pregunta que queda ahí colgada en el aire, indefinida, sin respuesta, pero no hay duda alguna de una cosa en concreto en este relato y es la fidelidad del Hijo del hombre. Toda la duda se expresa en la última parte de la frase. El no dice: “Si viene el Hijo del hombre sino “cuando venga porque eso es algo totalmente seguro, no depende del hombre, de su fidelidad o falta de ella, sino que depende de la opción soberana de Dios y todos los procesos de la historia están haciendo que esto se cumpla.
¿Se da usted cuenta de cómo lo expresa? No dice: “Cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará a hombres que estén orando? No, lo que dice es: “cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe? porque la oración es una expresión de la fe.
La verdadera oración no consiste en suplicar o en engatusar a un Dios un tanto reacio, ¡de ninguna manera! ¡Eso no es nunca oración! Orar es creer, orar es fe, es dar las gracias en lugar de quejarse, confiar en lugar de esforzarse, regocijarse, aceptar, apropiarse y recibir, en eso consiste la oración.
Cuando los hombres hablan acerca de Dios, en lugar de hablar con él, están manifestando una fe que ha sufrido un deterioro, porque el propósito de toda fe es hacer que nos mantengamos en un contacto directo, personal y vital con Dios.
IV. PREPARÉMONOS PARA LA 2da. VENIDA DEL SEÑOR.
¿Qué necesitamos hacer?
A). Estar bien con todos mis semejantes. 21Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. 22Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. 23Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. 25Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. Mt.5:21-25.
16Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión. 17No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. 18Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. Ro.12:16-18.
B). Podemos decir que estamos bien con todos, pero ¿Cómo estamos con nuestra pareja? 7Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.1P.3:7.
18Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Col.3:18.
¿Como estamos con nuestros hijos? 4Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Ef.6:4.
14Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. He.12:14.
Conclusión:
Bien en esta mañana hemos visto el tema:
Preparándonos para el día del Señor.
I. Preparemos la ropa adecuada para venir a adorar.
II. Preparemos nuestro cuerpo.
III. Preparemos nuestra Biblia y nuestro himnario.
IV. Preparémonos para la 2da. Venida del Señor.
Debemos estar adorando a DIOS con todo nuestro corazón, pensemos en que hoy es nuestro último día de adoración ¿Cómo lo haríamos?
La invitación: Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Ro.12:1,2.
¿Qué tanto conoce usted a Dios?, ¿Cómo esta su corazón?
Solamente voltee a ver su vida:
¿Cómo esta su matrimonio?,¿Tiene problemas con sus hijos?,¿Qué tal la comunicación con sus vecinos?, ¿Cómo se ha sentido últimamente?, ¿Ha habido avances en su relación con Dios o hay retrocesos al grado que ha dejado de leer la Biblia y su vida de oración es pésima?, ¿Se ha sentido últimamente triste y desanimado?, ¿Ha estado preocupado por su escasez económica?, ¿Se siente amargado?, ¿Vive en una depresión constante?, ¿Ha sentido que su vida es rutinaria, monótona y sin sentido?, ¿No ha podido dejar ese pecado persistente?, ¿Ha sentido que le ha faltado fe en Jesús?, ¿A tenido la tentación de volver a lo que antes hacía?,¿Sirve a Dios con el mismo entusiasmo que al principio?….!pues esta mañana el señor quita el velo y te hace un nuevo hombre y deposita en ti vino nuevo, esta mañana el velo se esta cayendo!
En el corazón de Saulo había amenazas y muerte contra los discípulos del Señor Jesucristo….. y estoy seguro que Él tenia celo de Dios y que deseaba amarle, como usted y como yo, pero El necesitaba tener un Encuentro con Dios.
Saulo llevaba un velo pero Dios una vez mas se aparece a Pablo y quita su velo y a partir de allí vemos al celebre apóstol Pablo viviendo su maravillosa transformación, la misma transformación que vamos a vivir tu yo esta mañana, ponte de pie… Yo no sé qué sea lo que te impide ir a cara descubierta con el señor, lo que si se, es que Dios esta aquí esta mañana para tener un encuentro personal contigo y sacarte de tu calvario, cierra tus ojos. este es un momento en el que tu estas a solas con Dios, nadie mas…y piensa en eso que tu crees que representa un velo espiritual en tu vida, QUIZÁS TU TIENES ALGÚN COMPLEJO, TIENES UN VELO QUE TE IMPIDE VER TUS VIRTUDES Y QUE TE ENCIERRA EN TUS DEFECTOS, EL DIABLO TE ESTA ATACANDO Y TU SIENTES IMPOTENCIA, sea lo que sea lo que estas pasando lo echamos fuera en el nombre de Jesús, yo declaro que esta habiendo una transformación espiritual en tu vida ahora, porque Dios esta allí delante de ti quitando el velo… Abre tus ojos ahora…ahora estas a cara descubierta con Dios ya no existe ningún velo, el enemigo esta en guerra contigo pero el hace las cosas a escondidas…mientras que tu, ahora actúas junto a tu Dios A CARA DESCUBIERTA, DIOS LE BENDIGA.
Cristo está siendo olvidado en los propios ambientes cristianos.
Acordémonos de Jesucristo, nacido en Belén en un establo, criado como un niño pobre en Nazaret, ayudándole a su padre en las labores de su carpintería. Acordémonos de su bautismo en el Jordán, de la sencillez de su vida. No tenía dónde recostar la cabeza. Y su caminar por los caminos de Galilea, desconocido, anónimo, rehuyendo la popularidad. Recordémoslo viajando a Jerusalén la ciudad amada, la ciudad del gran Rey, que le rechazó, que le crucificó, que le humilló, por la cual lloró.
Acordémonos de Jesucristo en el sepulcro, acordémonos de Jesucristo apareciéndose a esas mujeres el primer día de resurrección. Acordémonos de Jesucristo quien restaura a Pedro, y le dice a las mujeres que vayan a Galilea: “Allá me verán”. Recordemos a Jesucristo dándoles de comer a los discípulos a orillas de aquel mar, diciéndole a Pedro “¿me amas? Acordémonos de Jesucristo siendo rechazado.
No, el camino de los cristianos nunca será diferente, nunca será un camino de rosas, nunca será un camino ‘light’. ¡No hay tal cosa como un cristianismo ‘light’! El cristianismo tiene cruz. La cruz donde el mundo me es crucificado a mí y yo soy crucificado al mundo, la cruz que hace separación entre los muertos y los que viven, la cruz que me ha despojado a mí de mi viejo hombre, la cruz que nos ha trasladado de muerte a vida. Un cristianismo sin cruz es un cristianismo apóstata.
Para llorar y para alabar a Dios
Últimamente han llegado noticias que hacen llorar… La iglesia de Escocia está en vías de extinción: El año 71 había 1.133.000 fieles, el año 91 había 770.000 fieles, el año 2000 había 607.000 fieles. Si sigue así, en los próximos años la iglesia de Escocia no va a tener miembros. He aquí otra: “Los irlandeses prefieren ir al Pub antes que a la iglesia”. Una encuesta realizada por la empresa Mintel de Irlanda concluyó que el ir al Pub es más importante que ir a la iglesia para los ciudadanos irlandeses. ¡¡Ir al Pub…!!
Es la apostasía que viene…
Amados cristianos, amada iglesia: ahora más que nunca, ser cristiano será un motivo de dolor, de aflicción. Tú sabes, está ocurriendo algo muy parecido a lo que ocurría en los tiempos del Jesús, que los publicanos y las prostitutas iban delante de los fariseos y de los escribas al reino de los cielos.
Hoy día, cuando la iglesia en el mundo está siendo atraída por el mundo, está siendo tragada por el mar de este mundo, de pronto llegan algunas noticias buenas. Decimos: Gracias, Señor, porque tú haces como quieres, y tú te burlas de la sabiduría de los sabios, y dejas esos templos fastuosos donde tu nombre es ignorado y te vas a meter allá donde está aquel rockero inmundo, pervertido y lo traes tú y lo transformas. Uno de los peores rockeros, uno de los más diabólicos, Alice Cooper, ¿sabían? -los jóvenes deben haber oído su nombre- se ha convertido al Señor Jesucristo. ¡Bendito es el Señor! Un hombre como ése, ¡Aleluya!… Alice Cooper… Ya no se le va a ver, como se le veía antes en los escenarios, matando animales, llevando vestiduras grotescas, derramando sangre y adorando al diablo. ¡Ahora es un hijo de Dios!
¿Saben ustedes que Jess LaVey, el hijo del fundador de la iglesia satánica en el mundo, se convirtió al Señor Jesucristo? ¡El hijo del fundador de la iglesia satánica es un creyente en el Señor Jesucristo hoy! ¡Alabamos al Señor por sus maravillas! ¡Lo alabamos por sus prodigios!
El Señor nos da sorpresas gratas que nos infunden aliento. Qué precioso es cuando el Señor Jesús toma a un hombre en su mano, lo transforma y no hay cadena que sea tan poderosa que pueda resistir su poder. ¡Jesús es todopoderoso! ¡Jesús es el Señor! ¡Jesús corta cadenas! Da vista al ciego y transforma el corazón más endurecido.